14 | LA BODA

1.4K 112 33
                                    

Todo estaba sucediendo demasiado rápido. Ciertamente, el mundo giraba a una gran velocidad que me impedía poder comprender completamente lo que estaba sucediendo dentro de mí. Dentro de mi corazón, de mi cabeza, de mi cuerpo en general.

Pero sí era capaz de comprender lo que estaba sucediendo fuera de mí. Todo aquello que no estaba bajo mi control.

Lenn saltaba de un lado al otro. Su vestido azul turquesa lucía hermoso en ella. Pero no estaba en condiciones mentales para caer en cuenta de cada detalle. Estaba hermosa, con su perfecto vestido de dama de honor, con su perfecto peinado recogido, con su perfecto maquillaje. Less y Julie no se quedaban atrás. Las tres tenían puesto diferentes vestidos, largos y elegantes, pero todos del mismo color, como costumbre y tradición para las damas de honor.

Lenn hablaba por teléfono con alguien. Saltaba de un lado para el otro, reía y daba órdenes. Yo veía como su boca se movía y formulaba las palabras, como sus ojos se dirigían hacia mí con alegría y emoción. La veía hablar pero simplemente no la escuchaba.

Así como no escuchaba lo que estaban diciendo Lenn y Julie a unos pocos metros de mí mientras conversaban animadamente. También, Rodrigo y sus dos ayudantes, que estaban a mi alrededor, arreglando mi cabello y mi maquillaje, hablaban como locos. Creo que me preguntaban cosas, pero no puedo estar completamente segura.

Todo se sentían como golpes secos en mi entorno. Las voces estaban tan ahogadas como yo. De verdad necesitaba concentrarme para respirar con tranquilidad y relajar mis extremidades. Pero era demasiado difícil concentrarme en estar relajada cuando cada inhalación de oxígeno me dolía.

Me dolía respirar. Me dolía pestañear. Me dolía moverme.

No podía sacarme aquella imagen de la cabeza. Simplemente, mi cerebro rechazaba cualquier otro tipo de pensamiento, decidido a torturarme una y otra vez con el recuerdo de la noche anterior. O bueno, el recuerdo de esta misma madrugada.

Era tanto el esfuerzo que tenía que realizar para concentrarme en otras cosas que simplemente dejé que las personas a mi alrededor me guiaran. Rodrigo me terminó de arreglar el maquillaje. Sus ayudantes terminaron de colocar el último pequeño tocado en mi peinado. Lenn me tomó de la mano y me dirigió a la habitación del hotel, guiándome hacia la cama, en donde mi vestido de novia, blanco y perfecto, esperaba extendido por mí.

El recuerdo de Lenn ayudándome a poner el vestido era vago. Sí recordaba cómo sus labios se movían rápidamente mientras me hablaba. Yo no respondía. Aunque en realidad no era necesario, pues ella estaba por las nubes, tan emocionada, que a penas se daba cuenta de que en realidad la razón de mi shock no eran los nervios de novia como habían declarado hace unos minutos atrás cuando dejé de hablar, casi hasta de moverme.

Era bueno ver a todos a mi alrededor felices. Estaban emocionados, conmovidos, al borde de las lágrimas. Eran felices y eso aliviaba el dolor en mi pecho de una forma que lo convertía algo soportable. Pero no del todo. Es que no recordaba haber estado en tanto dolor emocional como aquel. Bueno, sí que lo recordaba. Así me sentí cuando murió mi madre. Cuando perdí el bebé. Cuando me vi obligada a alejarme de Eric para protegernos a ambos.

Pero eso... era diferente. Igual de intenso, igual de insoportable y adormecedor. Pero no recordaba haber sentido la desesperación de sentir que jamás en mi vida podría superarlo. Porque en ese instante, si alguien me lo preguntaba, estaba cien por ciento segura de que no podría vivir un día entero sintiéndome así. Mucho menos toda una vida.

La idea de que quizás estoy exagerando las cosas sí pasó por mi mente muchas más veces de las que puedo contar. Todo podría haber sido un mal entendido. Sinceramente, desde lo más profundo de mi corazón, sé que él no tocó ni un pelo de la mujer desnuda que estaba tirada en nuestra cama. Él no podría hacerme eso, lo conocía tan bien - o al menos eso creía -, tan profundamente, que me era imposible si quiera pensar en que me haya sido infiel.

BETWEEN YOU (Losing Virginity II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora