7 | DESCONFIANZA

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Si las miradas mataran, la de Eric ya había enterrado a Adam diez metros bajo tierra. Lo notaba tenso de pies a cabeza, y supe que a pesar de estar mostrando una postura bastante relajada, internamente estaba mordiéndose la lengua con todas sus fuerzas para no hacer una escena. 

Los ojos marrones de Eric viajaron desde mi brazo, que estaba enredado con el de Adam, hasta mis ojos,  e inmediatamente entendí el mensaje que me estaba transmitiendo su mirada: "¿Qué demonios haces aún agarrada de su brazo?". 

Si bien Eric Brennett era una persona un poco celosa, más que celoso, era inseguro, y lo comprendía tanto, lo conocía tan bien, que estaba al tanto de todas las inseguridades que había desactivado la repentina aparición de Adam Solt en mi vida nuevamente. ¿Qué clase de pensamientos estarían pasando por su cabeza en aquel momento?, porque sabía que estaba inventándose toda una historia completamente retorcida, por una simple razón: lastimarse aún más así mismo.

Solté un suspiro y me zafé del brazo de Adam, él me miró atento, con los ojos un poco entrecerrados y el ceño profundamente fruncido, mientras yo tomaba mis zapatos y mi cartera de sus manos. Lo miré entonces y le dediqué una sonrisa agradecida.

- Gracias. - le dije. Él continuaba con la misma expresión.

- ¿Segura que no quieres que te acompañe? - preguntó nuevamente.

Entonces, en menos de un segundo, sentí la presencia de Eric a mi lado. El ambiente entre ambos era tan tenso que hasta podía cortarse con unas tijeras. Observé a mi prometido mientras él miraba con el gesto torcido a Adam, quien lo miraba relajado y con una ceja enarcada. Eric soltó un bufido mezclado con una risa.

- ¿No escuchaste lo que dije? - soltó de mala forma Eric -, ya te puedes ir, Adam, no me hagas volver a repetírtelo.

- ¿Por qué no te relajas de una vez, Brennett? - Adam revoleó los ojos soltando un bufido.

- Voy a relajar tu cara de un maldito...

Supe de inmediato el siguiente movimiento de Eric, y por suerte lo detuve con rapidez. Coloqué una mano en su pecho con fuerza cuando intentó dar un paso hacia Adam con una expresión de odio que hace mucho tiempo no le veía en el rostro. 

Eric miró mi mano un segundo y luego sus ojos se conectaron con los míos, nos miramos fijamente por unos segundos, lo noté inmediatamente: estaba herido, y mi corazón se retorció ante un pequeño flash donde noté que sus ojos se cristalizaban por un segundo. Pero hizo desaparecer esa expresión inmediatamente, y luego agitó su hombro y dio un paso hacia atrás, dejando caer mi mano al lado de mi cuerpo y cortando cualquier contacto conmigo. 

Cerré los ojos con fuerza y me tragué las lágrimas. 

- Adam, estoy bien, de verdad. Deberías irte. - sentencié, mirándolo, rogando que por favor entendiera la situación y saliera del edifico de una vez or todas.

- Val... - empezó a decir, pero Eric lo interrumpió con tono brusco.

- Ya la escuchaste - dijo, mirándolo fijamente -. Ahora saca tu maldito culo de aquí.

- Señor... Creo que deberías irse, por favor.- intervino entonces Joe, que hasta ese momento había permanecido a unos cuantos pasos de distancia de nosotros, pero bien atento de la situación.

Adam elevó los brazos a sus costados, en una pose inocente, y con una media sonrisa bobalicona caminó hacia la puerta de la entrada del edificio. Eric se quedó estático, de pie a mi lado, mirando fijamente la nuca de Adam, asegurándose que de verdad se fuera. 

Estuve a punto de suspirar de alivio cuando lo vi abrir la puerta de un empujón, pero entonces, como cereza del postre, se dio media vuelta y me dedicó una sonrisa de oreja a oreja, complemente alegre, y dijo:

BETWEEN YOU (Losing Virginity II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora