13 | DESPEDIDAS Y TENTACIONES

1.6K 103 16
                                    

ERIC

Nada verdaderamente malo pudo haber sucedido en esa charla de cinco minutos entre Val y Mikaela, ¿verdad? Nada relativamente perjudicial e indeseable pudo haber salido de la boca de esa víbora en tan poco tiempo.

¿A quién quiero engañar? Todo lo peor del mundo pudo haber salido de su boca, e incluso en menos de esa cantidad de tiempo. Mi instinto me decía que no debía dejar a Val sola, sabía muy internamente había sucedido en el transcurso de esa conversación. Podía sentirlo en mis huesos estando cerca de mi prometida. Pero las cosas se confundían en cuanto veía su rostro tan relajado, su mirada feliz y distendida. No estaba tensa, ni preocupada, no prestaba atención a nada a su alrededor que no fuera yo, como había sido desde que llegamos a la fiesta. Me tomaba la mano en todo momento, acariciaba constantemente la palma de mi mano con su pulgar, lentamente, cuando notaba que mi cuerpo se tensaba de repente – seguramente ella sabía todo lo que estaba pasando adentro de mi cabeza en ese instante, me conocía lo suficiente como para saber que la presencia de Mikaela en la fiesta me ponía los pelos de punta y los nervios a flor de piel -, se ría de los chistes de su hermano, de sus amigas. Bailaba conmigo, me acariciaba el rostro, me besaba como siempre – con amor, con delicadeza, con una ternura que no creía ser capaz de conocer -, y entonces me sentía en paz, me sentía en casa.

Todo eso simplemente me confundía. No podía determinar qué había pasado entre ambas de verdad en esa conversación, pero las opciones que aparecían en mi mente no eran tan catastróficas debido a cómo ella estaba actuando después. No estaba nerviosa, alterada, enojada... estaba bien. Más que bien. Todo estaba perfecto. Y eso de alguna forma me permitió respirar con normalidad luego de unos cincuenta minutos.

He estado manteniendo unos secretos de Val, y mi miedo era que Mikaela pudiera habérselos revelado. Lo cierto es que hace menos de una semana que oí acerca de Carrick. No llevaba demasiados días en Nueva York, y por lo que entendí tampoco planeaba quedarse tanto. O al menos eso era lo que Joe Hard me había prometido cuando fue testigo de mi reacción al oír ese maldito nombre. El miedo y la inseguridad empezaron a patearme en la parte de atrás de la cabeza,  decidí calmarme y mantener la paz simplemente por ella; por Val.

Sabía a consciencia que oír de ese hijo de puta no le haría bien para nada. Lo único que le traería recordarlo, saberlo tan cerca, sería miedo, dolor y angustia. No quería verla pasar por nada de eso, nunca jamás, y con la boda estando – en ese momento – a tan pocos días de distancia, decidí que sería mejor vivir nuestro momento tranquilos, como si no pasara nada.

Es que, en realidad, nada estaba pasando. Nada malo, al menos. Carrick no había pisado un lugar que nosotros recurríamos ni una sola vez. Lo más cercano a él que nos tocó vivir nuevamente fue cruzarnos con su hija, y nada más. Hard me dijo que estaba en la ciudad porque hace no mucho tiempo, un año o menos, había decido meterse en la industria y esta vez volverse representante legal de boxeadores en el país.

Las noticias no me sorprendieron, pues siempre supe que tarde o temprano terminaría haciendo algo parecido. Tarde o temprano dejaría las peleas clandestinas y buscaría más. Lo conocía lo suficiente como para entender cómo funcionaba su cerebro. Luego de que dejé de pelear para él, su negocio se mantuvo en pie, pero no le iba tan perfectamente como cuando me tenía a mí. Y no es por alardear, pero no me había convertido en "Bestia" Brennett solo porque sí. Era bueno en lo que hacía, en lo único en lo que verdaderamente soy bueno es pelear.

Claramente, cuando volví a oír de su patética y putrefacta existencia, le advertí a Hard que sí su intención era trabajar con Carrick, de mí podía ir despidiéndose. Eso lo mantuvo al margen, porque él era lo suficientemente inteligente para saber que, perderme a mí le costaba demasiado. Entonces, al final simplemente me dijo que lo estaba asesorando en el rubro, y cerrando algunos tratos con él que nada tenían que ver con las peleas.

BETWEEN YOU (Losing Virginity II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora