🌼GROW UP🌼 {Stray Kids}

🌼8, 7, 6, 5 y 4🌼

—¡Ya no me llevó contigo! —le gritó Jisung a Hyunjin después de que este haya aplastado y roto sus crayones accidentalmente—. ¡Ya no me hables!

Hyunjin había empezado a llorar porque Jisung ya no lo quería, pero con el corazón roto y con el orgullo levantado le contestó:

—¡Eres un tonto!

Chan colocó su mano en su pecho dramatizando el asunto por la palabra que salió de la boca del pequeño Hyunjin, mientras que el resto de los niños hicieron el típico bullicio de cuando alguien insulta a otra persona.

Jisung se ofendió tanto que también decidió responderle.

—¡Tu eres más tonto y aparte llorón, molesto y feo! —El grupo volvió a hacer el mismo sonido de hace unos segundos atrás, ahora con más fuerza.

Chan se sentía como un padre en aprietos.

La palabra tonto, llorón y feo eran las peores palabras para ellos en esos momentos.

Después de eso, Hwang se hecho a llorar con más intensidad para correr a refugiarse en los brazos del mayor.

Jeongin, a su corta edad de cuatro años, estaba leyendo un libro infantil justo cuando escuchó que Jisung llamó feo a Hyunjin y esté se echó a llorar tan fuerte como si no hubiera un mañana.

—¡Tú también edes feo! —le respondió el menor a Jisung ofendiéndolo.

Los chicos empezaron a reír por la cara molesta de Han debido a lo que Jeongin acababa de decirle. El menor sabía defenderse demasiado bien.

Estaban tan clavados en sus mundos que no habían notado la falta de presencia de Felix, pero cuando este llegó llorando mientras tapaba su carita y se tiraba a la cama de Jeongin ocultando su rostro todos corrieron preocupados hacia él.

—¿Qué tienes? —Changbin fue el primero en preguntar.

—¿Por qué lloras? —cuestionó Seungmin.

Se escuchó a Felix sorber su nariz para luego mostrar su cara hacia sus amigos. Cuando estos vieron los pequeños puntitos que habían salido en las mejillas del australiano se sorprendieron tanto que todos, al mismo tiempo, habían hecho ese ruido casual de impresión.

—¿Ya nos dirás por qué lloras? — preguntó Chan impaciente por la preocupación.

—¡Por esto! —Señaló su cara—. ¡Son muy feos! Antes no los tenía...

—Para empezar, esos puntitos en tu cara se llaman pecas —explicó Bang
—, y para terminar, no son feas, son hermosas. ¿Sabes cuánta gente desea tener pecas?, lo que tú no quieres otros lo desean.

—¿En verdad? —preguntó Felix con ilusión mientras sorbía su roja nariz con más fuerza.

—En serio.

—¿Cuántas son? —cuestionó Changbin maravillado por esos hermosos adornos en la carita de Felix.

—N-no sé —respondió.

—¿Y si las contamos? —propuso Jeongin.

—Son muchas, solo cuento hasta diez
—confesó Seungmin.

Los chicos empezaron a contar las pecas del australiano. Estaban muy emocionados porque nunca antes habían visto pecas en alguien, y esas en la cara de Felix parecían muchas estrellitas en una galaxia. Al final se rindieron cuando notaron que faltaban muchas y a cada rato se perdían y confundían.

Siguieron su día entre juegos, pláticas sin sentidos y pequeñas peleas entre Hyunjin y Jisung ya que ambos seguían enojados. Bang Chan, cansado de eso, jaló con poca fuerza al de mejillas abultadas del brazo para hablar con él.

—¿Recuerdas la plática que tuvimos con Changbin y Minho?, escuchar y perdonar. Lo que le pasó a Hyunjin fue un accidente, sé que puedes superarlo.

—No lo haré —se rehusó con un puchero.

—Hyunjin es mayor, pero es muy sensible y si sigues enojado con él le romperás el corazón.

—No me importa. Es un perdedor con el corazón débil. —Jisung se alejó del australiano y luego se acercó a Minho para hacer nada.

Jeongin había dejado de prestar atención a su libro para empezar a prestar atención a lo que Hyunjin estaba haciendo. Se subió encima de la espalda del mayor con intenciones de observar desde arriba aquel dibujo que realizaba.

—Pesas mucho, Jeonginnie —se quejó riendo.

—No es vedad —dijo avergonzado—, lo que pasa es que aún eres un hyung
con poca fuerza. —El mayor de ambos sonrió sacando una pequeña risita.

—Entonces me volveré un hyung fuerte. ¿Te gusta? —Le mostró su dibujó casi terminado.

—Sí.

Hyunjin le pidió ayuda al menor para que escribiera unas cuantas palabras en el dibujo para por fin terminarlo, y él, junto con Jeongin lo admiraron por unos segundos.

Jeongin era pequeñito, pero el pelinegro sabía que era demasiado inteligente.

Hwang se levantó de la cama, sacó su caja de crayones de la mochila y se dirigió hacia Minho y Jisung.

—Jisung... —llamó la atención del nombrado, quien volteó a verlo inmediatamente.

Lo primero que Jisung vio fue el bonito dibujo de dos niños de la mano que decía: "mejores amigos por siempre".

—Perdón por lo de tus crayones. — Hyunjin estaba siguiendo las lecciones de Chan, pero aún así se sentía avergonzado por lo que se escondió tras su dibujo—Te doy los míos para que ya no me odies. —Le extendió su cajita.

Jisung sorbió su nariz apreciando la acción del mayor y luego rompió en llanto para irlo a abrazar.

—¡Perdón por llamarte tonto! —se disculpó el mayor de ambos.

—¡Perdóname por llamarte tonto, feo y llorón! —Ambos siguieron abrazándose mientras no paraban de llorar.

Tal vez Hyunjin sea muy sensible, pero no era el único llorón y berrinchudo; no era el único con defectos.

Y Felix se sentía más confiado con sus estrellitas en la cara; aprendió a quererse más de lo que ya hacía porque según Chan: "tus diferencias son lo que te hacen único".