Cielo benigno.

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Capítulo 38. – Cielo benigno.


- La luna se ve especialmente bella ésta noche... ¿No te parece que el cielo sonríe feliz?




Jung Min le otorgó la razón por un momento a Jun, podía parecer absurdo, pero esa noche, el cielo se veía contento. Bufó. Tonterías. No había modo de que el cielo pareciera triste o contento y que él lo percibiera. - Jun, eso no es lógico. El cielo está cómo está y no puede tener un estado de ánimo.




- Pero, Jung Min... - Un beso y las palabras salieron sobrando. Hyung Jun tenía ideas muy extrañas y Jung Min estaba cediendo demasiado. - No, Jung Min... Escucha... - Suficiente de fantasías. Esa noche, Jung Min deseaba lo terreno. Muy linda toda esa historia de las almas gemelas. Muy tierna y conmovedora esa impresión sobre un cielo triste o feliz. Sin embargo, ahora Jung Min deseaba aquello que podía tocarse, sentirse, y Hyung Jun era una de esas cosas. La más deseada. - Jung Min... - Su nombre dicho de esa forma sacudía su corazón. Hyung Jun era aquello que no había pedido, ni siquiera esperado, y trató de hacérselo saber a través de sus besos, de sus manos. Cruzar la línea con él en un principio había sido bastante difícil, pero ya dado el paso ahora parecía tan sencillo. - Jung Min...





- Mañana me contarás tus historias. - Le dijo mirándolo a los ojos. - Ahora... Sólo déjame estar contigo.






- ¿Intentaremos ser almas gemelas?





- Lo intentaremos si tú lo deseas. - Ésta vez Hyung Jun guardó sus protestas y sus historias para más tarde. El tacto de Jung Min sobre su cuerpo parecía conectar todo en ellos y era justo lo que necesitaba. La ansiedad despertaba y era algo tan novedoso. Hyung Jun, curioso, se dejaba guiar por las manos traviesas de Jung Min. Un sobresalto, una risita. - ¿Qué pasa? - Preguntó Jung Min inquieto.




- Me haces cosquillas. Además, tus manos están frías y se siente chistoso.




¿Chistoso? ¿Qué clase de definición era esa para el momento romántico que estaban viviendo? Jung Min rodó los ojos y volvió a besarlo. Frías o no sus manos
necesitaban despertar la urgencia en Hyung Jun.





- Jung Min... quiero...





- Yo sé lo que quieres. - Aseguró el chico porqué era lo que él deseaba también. Un movimiento travieso y bajó el cierre de su chamarra. Otro movimiento audaz y la prenda se encontró a un lado de ellos.


- Jung Min...


Jung Min lo miró impaciente. - ¿Ahora qué pasa?


Jun, recostado en el suelo, paseó la mirada, nervioso. – Vamos... ¿vamos a hacerlo?


Algo arañó el corazón de Jung Min. La desilusión pintó su rostro. - ¿No quieres?


Jun se mordió los labios, sus ojos siguieron navegando, pero al fin conectaron con los de Jung Min. – Yo sí quiero, pero, tengo un poco de miedo.


- ¿Aunque se trate de mí?


Hyung Jun suavizó su gesto. Tomó el rostro de Jung Min entre sus manos y aceptó. – No, si se trata de ti, no tendré miedo.


La victoria se reflejó en Jung Min. Adoraba a Hyung Jun y en ese momento lo comprendía. – Voy a cuidarte, ¿entiendes? Voy a protegerte, siempre.

"El Error"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora