"El Error"

A un paso del final.

Capítulo 49. – A un paso del final.

La voz de Aluca reptó en su oído, susurrando cosas que era mejor no oír. El frío del césped hiriendo, trazando cortes, dejando marcas en sus desnudos pies. Jung Min, sin darse cuenta exacta de a donde se dirigía, siguió andando entre sueños. Sólo sentía un puño sangrando, desgarrando su corazón. Era miedo. Un miedo terrible de perder a Hyung Jun. Recordó los sueños, aquellos donde una y otra vez alguien moría de alguna manera trágica.

Y sabían que eran recuerdos de alguna vida pasada.

Y no quería vivirlo de nuevo. No quería dañar a Hyung Jun por su cercanía.

Sus pies heridos subieron las escalerillas de la torre. Las piedrecillas se incrustaron en sus plantas, lacerándolos un poco más. Si su amor por Jun estaba maldito, tal como le susurraba la voz, prefería arrojarse a la nada.

El vacío podría ser un refugio.

Jung Min, lenta, inevitablemente, se estaba dirigiendo al final de esa horrible pesadilla.

***

Preocupado, le envió un mensaje preguntando "¿cómo estás? Esperó un par de minutos fijando la vista en la pantalla del celular. No llegó respuesta. Demasiado inquieto guardó su móvil en el bolsillo y se dirigió a la vieja torre. El lugar, pese a la hora, lucía solitario. Elevó su vista al cielo, con una muda plegaria. Algo espantoso sucedía y Hyung Jun no podía explicarse exactamente que era.

Caminó a pasos largos, necesitaba encontrar cuanto antes a Saeng. Hong Ki le había enviado un mensaje hacia unos minutos informándole que iba en camino. Giró la cabeza, al descuido, y de pronto se detuvo. A lo lejos, pudo ver una figura fantasmal en el contraste de la tarde. Lo reconoció enseguida: Jung Min.

El recuerdo de aquella noche en la torre, en que impidió que Jung Min hiciera algo terrible, lo azotó con fuerza. Avanzó llamándole a voces sin que Jung Min diera muestras de escucharlo. Y eso lo asustó. No le importó ya su reunión con Saeng, desvió su camino y echó a correr en cuanto se percató de que Jung Min subía por la torre.

Su corazón latiéndole furioso con un horrible presagio. Y pensó de nuevo, justo cómo en esa ocasión, que si no llegaba a tiempo, jamás se lo perdonaría.

***

- Hyun, me vas a ahogar si me sigues abrazando de ese modo. – Le advirtió con voz traviesa. No podía permitir que el chico se diera cuenta de su desconsuelo.

- Young Saeng, ¿recuerdas lo que te dije de los alíens y la palma derecha de su mano? – Musitó y su voz arrulló su oído. – Si quieren entregar su corazón a una persona tienen que hacer esto. – Dijo soltándolo y tomando su mano para chocarla con la de él.

Young Saeng dejó caer su mano y de sus labios escapó una risita. – Sí, lo recuerdo. Y sigo pensando que estás loco. – Se alejó caminando hacia atrás, sin dejar de verlo. – Tengo que irme, Hong Ki me está esperando.