Un niño malo, debe de ser castigado.

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Capítulo 46. - Un niño malo, debe de ser castigado.


Hong Ki miraba incrédulo el mensaje de Kyu Jong. Young Saeng, al parecer, había roto su hermetismo y ahora pedía verlo junto a Hyung Jun cerca de la vieja torre. Cualquier cosa de la que quisiera hablar, tenía que ser muy importante si se había atrevido a pedirle un favor a Kyu. Cosa que no era muy común en él. – Young Saeng quiere vernos, hoy a las siete junto a la vieja torre. – Anunció a Hyung Jun y él le miró con rostro muy serio.


- ¿Qué crees que querrá decirnos?


El viento hacía pequeños remolinos con las hojas. El cielo, pálido, parecía esperar algo. Hong Ki lo observó unos segundos, pensando en una respuesta. - No lo sé, pero lo que sea debe ser importante si pidió ayuda a Kyu Jong. – Contestó finalmente. Aquello era verdad. Y ambos guardaron silencio. Su corazón latía con el presentimiento de que algo muy grave estaba pasando.


Y muy en el fondo, una vocecita les decía que tarde o temprano tendrían que enfrentarlo.


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Hyun Joong terminó de guardar los últimos de sus inventos en las cajas dispersas aquí y allá alrededor de su habitación. Jung Min le había advertido que no se deshiciera de ellos, pero comprendía que ya en esos momentos, todos aquellos artilugios no tenían ya ningún significado importante para él.


Habían sido ideados con un solo propósito, pero ahora, sin su nutría alienígena, sin su brillante estrella, comprendía que la búsqueda de otros mundos terminaba finalmente en un punzante fracaso. Sin Young Saeng, la búsqueda de misterios no significaba ya nada.


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La tarde fue decayendo, al igual que su estado de ánimo. El peso que sentía en el pecho cada vez se fue agrandando hasta convertirse en una mancha enorme de oscuridad. Ni siquiera se dio cuenta de su celular apagado, ni de la aún ausencia de Hyun. Ni siquiera llevaba la cuenta de cuantas horas llevaba ahí, hecho un ovillo en su cama. Después de hablar con Saeng, regresó a su habitación luchando contra el desgano. A ratos se quedaba dormido y de nueva cuenta terribles pesadillas lo asaltaban.


Jung Min, en ese lamentable estado, ni siquiera podía deducir, que algo muy raro a su alrededor, estaba pasando. Sólo daba vueltas en su mente alrededor de un abismo, donde, un solo paso, uno solamente, lo separaba del momento de dar un salto definitivo.


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Hyung Jun miró su reloj, tenía un poco de tiempo para ir a buscar a Jung Min, antes de encontrarse con Kiki y Saeng. Estaba preocupado por la falta de noticias, había intentado llamarle para encontrarse con su teléfono muerto.


Sí, en definitiva, estaba muy preocupado.


Al llegar a su habitación llamó un par de veces sin obtener respuesta. Girando el picaporte para probar si tenía suerte, pudo descubrir con alivio que estaba abierta. - ¿Jung Min? – Llamó, asomándose. La habitación casi estaba en penumbra. Casi. Lo que le permitió distinguir la figura acurrucada en la cama. - ¡Jung Min! – Se acercó de manera apresurada intentando tocarlo. La mano de Jung Min apresó la suya y su voz se escuchó apagada.

"El Error"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora