Entretejiendo los hilos

146 25 87
                                    

Capítulo 5.- Entretejiendo los hilos.


Revisó mentalmente la lista de cosas que podían estarle haciendo falta. No, al parecer todo estaba en orden. Cerró la última maleta y luego se sentó en la cama, recargando su brazo en la mesilla de noche y la sien sobre su puño. Suspiró.



- Oh, veo que ya estás listo.



Se volvió. Yadiel lo saludaba con una sonrisa desde el alféizar de una ventana.



- Sí, ya mañana me encontraré en Seúl. El fin de semana lo ocuparé en instalarme en el dormitorio que me asignaron en la universidad. Y el lunes me ocuparé de terminar algunos trámites y corroborar algunas materias, aún no sé qué clase extracurricular tomar, quizás sea teatro.



Yadiel ladeó la cabeza observándolo. Había dicho todo lo anterior sin emoción alguna. - No estés triste Noah, tal vez, en Seúl, encuentres por fin a tu alma gemela.



Sonrió - insistes en decirme Noah, si no fuera por ti y ese nombre, olvidaría por completo todo lo ocurrido, y por qué estoy aquí. A veces pienso que eres parte de mi imaginación.



- ¡Oye! No digas eso, ¿cómo podrías imaginarme por tantos años?



- Casi diecinueve desde que llegaste conmigo.



- Sí, y entonces eras sólo un pequeño bebé que hacía pucheros - pensó, sonriendo -

bueno, lo sigues siendo.



- ¡Ya! ¡Eso no es gracioso!



Yadiel rio, luego, tornándose serio de pronto, dijo - me han hablado del cielo, Malakh se presentó y me dijo que las Virtudes requerían mi presencia. Venía a decírtelo.



Jun frunció el entrecejo. Aquello de Malakh y las Virtudes le parecía algo muy lejano, y en realidad recordaba sólo algunas pequeñísimas cosas como si hubiesen sido un sueño; sin embargo, si las Virtudes requerían la presencia de Yadiel, debería ser para algo importante. Abrió los ojos y se incorporó emocionado - ¡Omo! ¿Crees que mi alma gemela esté cerca y el proceso de tu corporización llegue al final?



- No lo sé, Malakh no dijo nada más. No parecía que fuera eso.
Jun se dejó caer de nuevo en la cama. - Esperaba que fuera así, porqué entonces ya no estaría tan solo.



Yadiel le regaló una sonrisa. Era verdad. Con todo ese asunto de su alma gemela, Jun no se había dedicado especialmente a hacer amigos. - Ya verás cómo todo cambia en Seúl.
- Le dijo. - Tendrás amigos y espero poder estar contigo ya en otra forma.



- Sí, por qué así no puedo hablarte en público. Pensarían que estoy loco si me ven hablando solo.



Yadiel le regaló una brillante sonrisa llena de buenas expectativas. - Bien, te veré entonces, cuídate y no te metas en problemas.



- Te recuerdo que el que se mete siempre en problemas, eres tú.



Yadiel hizo un mohín ofendido - cómo sea, cuídate, regreso pronto. – Volvió a verlo una vez más, con una expresión de ternura. Y sin decir más, desapareció.


***************



- ¿Todo listo? - Preguntó Mitzrael al ver a Umabel muy emocionado. Yadiel terminaría en cualquier momento su proceso de corporización.



- Sí, sólo algunos hilos más y el entretejido será perfecto.



- Pues... - pensó Habuhiah - creo que tu don para unir a las personas con objetivos similares está un poco defectuoso - dijo mientras miraba por la nube hacia la Tierra.

"El Error"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora