La elección de la estrella fugaz.

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Capítulo 45. – La elección de la estrella fugaz.


Jung Min se agitó entre las sábanas, con el sudor bañando su frente. Figuras en sus sueños, indefinidas, imposibles de distinguir; manos feroces, oscuras, siempre a punto de atraparlo. Se levantó de un impulso, acorralando a la memoria para recordar su sueño, fallando en el confuso intento. Se giró al lugar en donde debía estar su amigo, pero encontró la cama hecha y cayó en la cuenta de que hacía un par de días que no lo veía.


¿Qué estaba pasando?


Era como si el tiempo se escurriera de manera perniciosa no dejándolo pensar en nada más. Hyung Jun había pasado por ahí sin que él le tomara demasiada atención, y Hyun Joong... algo pasaba con él.


Se obligó a levantarse pese a qué era fin de semana y por lo tanto no había clases. Se vistió y salió a buscar a su amigo. Su corazón pesaba tanto, que incluso le costaba respirar.


¿Y si realmente estaba enfermo?


Se dijo que si Hyun Joong no había dormido en la habitación compartida, seguramente estaba en su casa, y hasta allá se dirigió. Llegó y tocó la puerta, sin que nadie respondiera. Movió el picaporte probando y notó con asombro que cedía con facilidad. Abrió preocupado ¿estaría Hyun Joong ahí? Todo ese tiempo lo vio ensimismado y se preguntó cómo era que no le había preguntado lo qué le ocurría. Era tan mal amigo. Dejar pasar aquello pese a saber que ese no era el Hyun al que estaba acostumbrado a tratar. Fue buscando y al fin lo encontró en su habitación, rodeado de cajas, sentado en el suelo mirando al frente. Era tan extraño. - ¿Qué es todo esto? – Inquirió refiriéndose al montón de cajas llenas en su totalidad. A su voz le costaba trabajo salir, sin embargo, necesitaba saber. No comprendía lo que estaba haciendo su amigo en esos momentos.


Hyun Joong dirigió una mirada extraviada hacia él. - ¿Eh? – Dijo con voz que intentaba ser normal. Lanzó una muy mala sonrisa, respondiendo. – Ah, esto. Son todas esas cosas bobas que inventé. Tuviste razón siempre, son absurdas y voy a deshacerme de ellas.


Jung Min tardó unos segundos en asimilar lo dicho por su amigo. - ¿Qué?


- Ya no las necesito. – Respondió Hyun como si fuera lo más natural, pero no lo era. Ahí estaba pasando algo bastante insólito. Jung Min frunció el ceño al encontrar una sola respuesta. Esa tonta Nutria seguro tenía algo que ver. Y sintió furia. Era necesario tomar medidas aunque Hyun no estuviera de acuerdo, porque simplemente su amigo no podía seguir tan triste. – Espérame aquí. – Ordenó tomando una decisión. Antes de salir, advirtió apuntándolo con el dedo. - ¡Y no toques nada! ¡Si no quieres ser hombre muerto! - No esperó una respuesta de Hyun Joong, salió decidido a buscar por toda la escuela a ese ser malvado que era Young Saeng.


***


- ¿Acabarás tu almuerzo? ¿Qué es lo que sucede?


Hyung Jun se dio cuenta que Kiki lo miraba con inquietud. Tenía rato sin probar bocado alguno y es que el tumulto de presentimientos lo dejaba helado y odiaba esa sensación porque no podía entenderla. – Kiki, estoy al límite.

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