"El Error"

Absurdos presentimientos.

Capítulo 39. – Absurdos presentimientos.

El rostro de Jun brillaba tras esa hermosa revelación- ¡Lo soñaste! ¡Sé que también lo hiciste!

Jung Min, todavía desconcertado, asintió con torpeza. - ¿También escuchaste esa... esa voz?

- ¿Voz? ¿Qué voz? - Hyung Jun parpadeó sin comprender. Luego su rostro volvió a iluminarse. - ¡Esa fue una señal del cielo! ¡Estoy seguro! ¡Somos almas gemelas, Jung Min! ¡Al fin te encontré! – Y al decirlo, lo envolvió en sus brazos con infinita ternura.

Jung Min lo sabía. Sabía que Hyung Jun decía la verdad, o al menos una forma de ella. Toda esa idea del cielo mandando señales en realidad le parecía un poco absurda, pero en lo que más pensaba era en esa voz, y en que Hyung Jun no la había escuchado. Podría sólo ser el producto de una pesadilla, pero algo, algo impreciso le advertía andarse con cuidado.

Y eso era aún más irracional.

Decidieron dejar la torre. La madrugada era fresca y Jung Min temía que Jun se resfriara. Lo acompañó sin prisas hasta su habitación, mientras Jun contento, no dejó de hacer planes en todo el camino. – Llegaremos a viejitos juntos. Miraremos las estrellas como en esta noche.

- Jun. – La voz grave, preocupada de Jung Min, detuvo los pasos del chico. – Prométeme que si sientes algo extraño, alguna forma de peligro, por muy boba que parezca, me lo harás saber.

- ¿Peligro, Jung Min? ¿Qué clase de peligro?

Jung Min pensó en lo extraño de su petición, pero no podía pasarla por alto, no cuando su corazón se encogía de miedo. – No lo sé, pero cualquier cosa rara, hasta un absurdo presentimiento, dímelo por favor.

Hyung Jun se quedó pensativo, dudando en hablar, pero al fin, animado por la confianza que sentía por Jung Min, se decidió. – Bueno, en realidad, sólo hay una persona que me hacía sentir raro. Al principio desconfiaba de su presencia.

- ¿Te refieres a Young Saeng?

Hyung Jun se sorprendió un poco. - ¿Tú también? ¿También sentiste esa extraña aura que lo rodeaba?

Rodeaba, hablaba en pasado, pero Jung Min seguía pensando que había algo muy extraño en ese chico. – Sí, también. Es cierto que ha cambiado, y creo que eso se debe a la influencia de Hyun Joong, pero aun así, a veces...

- Es un buen chico, Hong Ki lo adora, y no creo que él se equivoque. Tal vez los equivocados seamos nosotros al juzgarlo mal.

- Sí, tal vez... - Pero Jung Min de forma extraña no estaba tan seguro de eso, aunque sabía del cariño que sentía su amigo por él. Mejor dejar las cosas en paz por un momento. Esa noche había sido llena de emociones y deseaba quedarse con la más especial. – Te amo, Hyung Jun. – Murmuró al llegar a la puerta de su habitación.

Hyung Jun dio un beso breve y regaló una esplendorosa sonrisa. – Yo también Jung Min. Te amo tanto.