Capítulo 16

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El tiempo pasa muy rápido, más de lo uno se puede imaginar, ya queda poco para las vacaciones del trimestre, todos los estudiantes se la pasan estudiando para los exámenes. Entre ellos,  Dymas se la pasa encerrado en su habitación repasando apuntes, estudiando, apenas pasa tiempo con Adara, cosa que  le importa, el estar lejos de ella hace que sienta un vacío, se ha acostumbrado tanto a estar con ella, que cual momento es bueno para tenerla entre sus brazos.

––Hey, que pasa tío, te vas a dejar los sesos de tanto estudiar.

––Vaya Moses, que graciosillo, desde que volviste con Celine no eres el mismo.

––La verdad que no, estoy enamorado, estoy feliz no se ni como explicártelo.

––Si, te entiendo, el no poder estar cerca de ella me mata,  la necesito tanto.

––¿A quien te refieres a Denisa?.

––No amigo, Denisa solo es para mi una buena amiga, es dulce, cariñosa...pero...

––Pero, está enferma, ¿verdad?.  A lo primero era hermosa, ahora ya no tanto.––le responde Moses molesto.

––Vale,  tampoco me juzgues así.

––¿Así como, Dymas?

––Joer,  Moses como te pones ¿no?

––Déjalo, ya veo, si yo solo juzgo tus hechos, las palabras se las lleva el viento, deberías ir a visitarla, pregunta por ti, y ya se me están agotando las excusas. Hazlo aún que sea por esa amistad que según tú tenéis.

Se hace un silencio, y Moses se va. Dymas se queda callado, pensativo, aún que le duela su amigo lleva razón, desde que se enteró de la enfermedad de Denisa la ha dejado de lado,  solo pasa tiempo con Adara.
Piensa que ya va siendo hora de ir a visitarla aunque le duele demasiado verla en ese estado.

––Hola Denisa, ¿cómo estás?––pregunta Dymas a Denisa algo avergonzado tomando asiento junto a ella.

––Bueno hoy no ha sido unos de mis mejores días, pero bien, y tus exámenes que tal, como te van.

––Bueno, bien, ahí voy. Es que tengo muy poco tiempo para salir, espero que no me quede ninguna asignatura, quiero ir estas navidades a Madrid a ver a mi familia.

––¿La echas de menos?

––Si, aún no me acostumbrado a estar lejos de ellas.

––Nunca te vas acostumbrar, siempre las echarás de menos, a mí me pasa con mi madre.

–– Te comprendo. Oye  Denisa, me pregunto cómo ahira estás algo mejor si quieres viajar conmigo a Madrid.

––¿Cómo?

–– Sí, por qué no. Vente conmigo a España, será mi regalo de Navidad, es lo mínimo que puedo hacer por mi amiga.

––Gracias, eres un cielo, pero lo siento, Dymas. Ve mejor  con Adara, ella está sana.

––Denisa...

–– Dymas se que  estas saliendo o estás de rollo con Adara, por eso a mí no me haces ahora mucho caso, pero tranquilo te entiendo,  agradezco tú detalle de haber hecho el esfuerzo de venir a verme.

Sin saber que responder Dymas apoya su cabeza en sus manos y rodillas,  se hace un largo silencio,  hasta que la situación ya resulta un poco aturdida y Dymas se va.

Camina pensando en lo que le ha dicho Denisa, ha querido reparar un error, pero lo único que ha conseguido es abrir otra grieta más. La amistad, hasta sus propios sentimientos se le están escapando de las manos.
¿Qué rumbo tomará? ¿ A quién le hará caso, qué camino tomará para no dañar a nadie, o se dejará guiar por su interés?

Hoy han empezado las vacaciones,  todos preparan sus maletas para irse de vacaciones,  Adara se despide de Dymas, se va para New York,  para asistir a un desfile de modelos y estar con sus amigas  para ir de compras en las mejores boutiques.

Denisa todo ilusionada, y muy feliz los médicos le han dado permiso para viajar, se  prepara para ir con Dymas, ese chico que tanto le gusta para vivir una aventura y como no poder conocer España en compañía de él, que más se le puede pedir a la vida.

Vísperas de Navidades, Dymas en compañia de Denisa llega a Madrid. Coge un taxi, mientras miran por la ventanilla Dymas le explica lo que ven, Denisa está feliz y asombrada con todo lo que ve, Madrid es más bonito que lo que ella hubiera imaginado.

Al llegar a casa de Dymas, Macarena muy feliz con lágrimas de emoción sale abrazar a su hijo y da la bienvenida a su amiga, después saluda a Carmen su hermana, ésta también le da la bienvenida acompañándola ha su habitación.

Después de darse una ducha y descansar algo Denisa sale al comedor,  allí está Macarena tejiéndole un sombrero y una bufanda, esta con una sonrisa en su rostro le da las gracias, pregunta por su hijo, éste ha salido a saludar a sus amigos.

Denisa respira hondo, se siente un poco decepcionada pensaba que Dymas no se iba a  separar de ella, parece que las cosas no resultan como ells pensaba.
Mientras Macarena prepara la cena Denisa le pregunta por Dymas cuando era más pequeño mientras ve fotos, en ese momento llega Dymas, se ducha, se arregla y se va,  ha quedado con sus amigos.

Sin poderlo disimular los ojos de Denisa se entristecen, aguanta con una sonrisa delante de su hermana y madre mientras él se despide prometiéndole que mañana la llevará a ver algún museo.

Conteniendo sus lágrimas Denisa se levanta y se marcha a su habitación,  allí deja escapar ese sufrimiento que tanto estaba reteniendo.

––Mira hijo, no veo bien lo que estás haciendo. –Le dice su madre regañandole.

––Mamá que quieres que haga, esa chica tiene cáncer.

––¿Y?..No Dymas, así no se hacen las cosas.

––Mamá no puedo presentársela a mis amigos, no puedo.

––¿Por qué?, es una muchacha muy guapa.

––No la ves mamá.

––No hijo, no veo nada, solo veo a una muchacha que lucha por salir adelante, por vivir y por amar, Dymas esa chica está enamorada de ti.

––¿Qué?..que va...ella sabe que sólo somos amigos.

––Dymas, esa chica te necesita, para darle desplantes mejor haberla dejado en su casa.

––Si me arrepiento de haberla traído.

––¿Cómo?––. Interrumpe Denisa.

––Yo..Denisa.–

––De acuerdo, entiendo  que soy un estorbo y te a vergüenzas de mi. Aún así sabiendo que están arriesgando mucho, he decidido viajar contigo ilusionada con poder pasar algunos momentos buenos. En fin...me equivoqué y te comprendo. Gracias por tu sinceridad Dymas.

––Denisa, no es así.

––Si, Dymas, y sabes lo entiendo, no es fácil conocer a una persona y enterarte que cualquier momento puede tener una recaída,  si hubiera tenido mi pelo, mi rostro no tan pálido...hubieras presumido de mí. ¿pero dónde vas con una chica enferma?  Si Dymas estoy enamorada de ti, lo siento pero el amor también es una enfermedad que entra en tu mente y lentamente recorre tú cuerpo, cuando te quieres dar cuenta no puedes dejar de pensar en esa persona porque vive en tú corazón.

––De-ni-sa ––Pronuncia él asombrado por la declaración de Denisa.

––Déjalo Dymas, haces bien en vivir la vida, eres jóven haces muy bien en vivir el presente, el pasado son recuerdos y el futuro no se sabe.
Gracias por todo Dymas, llamaré a mi padre que venga a buscarme,   gracias de verdad, me ha gustado poder conocer algo de tú país.

Denisa abandona la sala, llama a su padre para que vaya a buscarla, mientras en la sala Dymas se lamenta por lo sucedido, su madre lo mira en silencio,  él se culpa por todo, no quería hacerle daño a Denisa, pero el daño ya está hecho.

No me Juzgues, Ponte en mi lugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora