Paciencia

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Salió de la oficina un tanto decepcionado, esperaba que ya le hubieran resuelto los puntos que necesitaba, y de ser posible tener ya la respuesta de ella.

Ni lo uno ni lo otro.

Si no todo lo contrario, Hanabi le dijo que tenía que esperar a que Hinata regresará con Neji de su viaje, en dos o tres días máximo.

Claro, ese viaje, si era sincero esperaba que dejará de hacerse la difícil, no le costaba nada aceptar el trato y menos aún aceptarlo a él.

Hubiera querido despedir al bruto de Hidan por habérsele pasado la mano con ella, claro que le hizo una severa advertencia acerca de su nefasto desempeño con una mujer, aunque no lo despidió, en cambio le encargó averiguar a donde diablos se ha Ian ido.

No era que estuviera obsesionado, claro que no, sólo le preocupaba que saliera de viaje así, podría caer inconciente algún descuido y quizás Neji necesite ayuda.

Después de todo Hinata era una mujer sensata, admirable desde que la vio en la escuela hacía varios años hasta que desapareció, se había ido.

El encontrarla años más tarde le causó una gran sorpresa... y la réplica de Naruto en versión infantil aún le sorprendió más.

Tuvo suerte, entrar a trabajar en la compañía rival hizo que se acercará a ella, así fue sabiendo lo ocurrido, bien ella estaba sola y necesitaba apoyo de un hombre, el al pasar el tiempo la admiraba y le gustaba más, paso de ese enamoramiento juvenil a interesarse verdaderamente en ella, al grado de pedirle una más de una vez estar a su lado, ella acepto pero no por mucho tiempo, su des acuerdo provocó su  enojo y por eso había hecho el encargo a Hidan. Pero no esperaba que resultará así, y cuando supo que se había ido no tardó en llamar a su celular, cuando escucho la voz de Naruto del otro lado de la línea trato de controlar  su boca para no decirle sus verdades a ese perdedor.

Agradeció que el muy torpe no le reconociera la voz, nonpodia ser más inepto, definitivamente no merecía estar si quiera en presencia de el y de ella.

Al llegar a su suite, dejó su portafolio en la mesa del recibidor, se sobo el cuello, necesitaba regresar con Hinata, no había ultimado con ella el tiempo que estaban juntos a solas, ella no lo permitía, quería adentrarse en ella, probar su cuerpo a placer, ya era una mujer madura y muy atractiva, odiaba esos jueguitos previos que no terminaba debido a cualquier tonta interrupción.

Maldición, hasta había aceptado a ese muchachito rubio, no te la nada en contra de el, es mas lo apoyaría en lo que fuera, pero tenía que arruinar las cosas, ella y su ética profesional.

Se resistió para entrar a bañarse, acaparó sus ideas poco a poco mientras el agua recordó a su cuerpo, había ocultado a Naruto que había encontrado a Hinata hacia más de 4 años, 4 largos años en los que fingia con su  "amigo", 4 años que ante la mirada de el rubio soportaba sus lloriqueos de ...

"no creo que eso de el matrimonio sea lo mío, no después de conocerla  a ella"

"Y que hay de ti? Ya encontraste a tu domadora?"

"Si Hinata se hubiera quedado..."

Patético perdedor.

Salió del baño y se colocó una toalla, claro que el sabía por lo que habían vivido ellos, y por lo mismo no había dicho nada.

Un mensaje llegó a su teléfono.

Se acercó al buro donde lo había colocado, Kakutzu la había encontrado., y le había enviado fotografías.

Ahi estaba ella, sonrojada... junto a él... demasiado cerca.

Una más donde se veía a Naruto acorralarla en una pared en una casa que conocía bien, besando a la que ahora debería estar con el y no con ese perdedor, debería estar ahí, en su cama, recuperándose.

Y  otras más, donde se veía al rubio junto a Boruto, otras con Hinata...

Otra vez...

Lanzó su teléfono a la pared.

Creyó que cuando había escuchado la voz de Naruto en el telefono de Hinata era por algún descuido...

Ya había pasado en la escuela...

En la fiesta, cuando Hinata se había quedado sola, fue el quien se la había llevado quitándole su oportunidad.

En ese concierto, cuando  "accidentalmente" tropezó con ella en aquel corredor fue el mismo idiota que se la llevó a rastras evitando que se le acercará.

Ahora que ya la tenía a ella y parte de el negocio Hyuga...¡ese bueno para nada aparecía de nuevo para arruinarlo todo!

Camino al mini bar, sacó una botella y una copa, vertió el liquido en ella y bebió lentamente pensando en sus siguiente movimiento.

Había pasado antes, Naruto había sido el problema desde el principio.

Para Toneri no había entonces otra salida.

Debía eliminar los obstáculos en su camino.

Lamento muy poco el hecho de dejar a él chico sin padre...por segunda vez.

Y luego...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora