El perro de los vecinos ha asustado a Khalid mientras salíamos de nuevo del apartamento, después de almorzar, para ir de nuevo a la excavación. Mamá y yo llevamos nuestra ropa habitual para ir allí, y Khalid está estrenando ya su ropa nueva. Le encanta tocar todo lo que puede, incluso cada una de las telas de ropa, le asombra mucho la suave textura de los tejidos artificiales, sobre todo. El adorado perro de los vecinos estaba en el pasillo, sin correa y ladrando sin parar, Khalid se ha asustado ante la animada actitud del perro al vernos, saltando hacia nosotros y queriendo chuparnos con su lengua. Él se ha ocultado tras de mí, usándome como escudo, y el vecino ha mirado a Khalid con una expresión de extrañeza. A Khalid le gustan más los gatos, supongo, porque a pesar de que a los egipcios les gustaban los perros... no vi ninguno vagando libremente por el palacio. Al menos el vecino ha tenido la decencia de no hacer muchas preguntas.
***
-¿Sebastian está aquí? -pregunto indignada en dirección a mi madre, mientras por encima de su hombro puedo ver a Sebastian dentro de la carpa, sentado en un escritorio desmontable.
-No va a molestarnos, ¿vale? -asegura mi madre mientras me toma del brazo y me aleja de allí, en dirección a la excavación.
Ella tira de mí con firmeza pero yo siento que mis piernas están paralizadas. La bilis me sube por la garganta y me quema, el sudor frío recorre mi frente a pesar del calor de Egipto, mi mente me grita que huya hacia el otro lado, y lejos de las excavaciones. Para mi pesar, me he dado cuenta de que siento terror con solo estar aquí. Estoy aterrorizada de lo que antes amaba, y eso es muy preocupante. No me pasó nada mientras estaba en el pasado, no me hicieron daño, me salvaron por los pelos y al principio incluso fue divertido pero, yo siempre quise volver a casa, quise volver aquí y seguir con mi vida, conseguir mis objetivos.
-Valentina, por favor -pide mi madre, deteniéndose bruscamente-. No puedo llevarte yo sola, tienes que colaborar.
Niego con la cabeza mientras dedico una mirada nerviosa a la entrada de la excavación. Me he dado cuenta de que llevo una ropa muy parecida a la que llevaba entonces, y eso me parece otro indicio de porqué no debería hacer esto.
-No puedo, mamá -digo con voz temblorosa, Khalid cerca de nosotras, mirándome con atención y preocupación-. ¿Y si vuelvo allí? -pregunto mientras le dedico una mirada a Khalid, en realidad es más como una mirada de disculpa, porque no quiero que sienta que su hogar es menos bueno que el mío, sino que simplemente no está hecho para la gente de aquí.
Mi madre me acaricia el pelo con suavidad mientras reflexiona.
-Valentina, no creo que vuelva a pasar, ¿vale? Yo voy a estar aquí contigo -asegura mientras me toma de las manos y las aprieta con fuerza-. Pero... Khalid necesita tu ayuda para regresar a su hogar -puntúa-. Sólo tú sabes cómo él puede volver a casa...
Suspiro mientras observo a Khalid, que no se ha movido del sitio, y ni siquiera parece pestañear mientras está atento a nuestra conversación. Sí, la expresión de sus ojos deja claro que necesita mi ayuda, se ve muy fuera de lugar aquí, incluso con esa ropa.
Asiento antes de separarme de mi madre y caminar por mi cuenta hasta la cueva, tengo que ser fuerte solo durante unos segundos, los suficientes para que Khalid vuelva a su lugar en la historia.
-Simplemente bajé los escalones... -digo mientras enciendo la linterna y bajo los escalones poco a poco, porque a pesar de saber que tengo que hacer esto, sigo teniendo miedo-. Y después aquí en la pared está este bloque especial con la palma de una mano pintada -explico mientras dirijo el haz de luz hacia la marca en la pared.
-¿Lo tocaste? -pregunta mi madre sorprendida, desde detrás de mí.
-Sí, pensé que abriría la puerta a... lo que sea que es esto pero... no es eso lo que pasó -explico con cautela, volviendo a dirigir la linterna para señalar todo lo que quiero explicar-. Al pulsar la silueta de la mano, una trampilla se abrió bajo mis pies y caí.
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LA HIJA DEL TIEMPO (ANTIGUO EGIPTO)
Teen Fiction4ª PARTE DE LA SAGA "LAS HIJAS DEL TIEMPO" Valentina Adams, de 19 años, viaja con su madre a una parte de Egipto para ayudarla en su expedición arqueológica. Val quiere seguir los pasos de su madre. Lo malo es que las tumbas suelen tener trampas y...