Provocando

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La pareja los últimos días han estado más activos que nunca, después de la reconciliación que tuvieron, Emilio decidió adelantar casi dos semanas sus vacaciones, para así poder pasar mucho tiempo con su prometido.

— Emi —susurró el castaño sentándose en el regazo del mayor.

— ¿Qué pasa cariño? ¿Quieres otra ronda? —murmuró haciendo sonrojar por completo a Joaquín, al mencionar su ronda mañanera.

— Te tengo una sorpresa, pero para eso vas a necesitar ponerte esto —le extiende un antifaz para dormir.

Emilio duda por un momento, antes de colocarlo, Joaquín se levantó y con mucho cuidado comienza a guiarlo hasta la habitación, donde lo sienta en la silla que colocó en el centro.

— Ahora regreso cariño —susurró el castaño.

Joaquín entró al baño rápidamente, se desnudo por completo empezando a vestirse con el conjunto que acaba de comprar; una vez que estuvo listo se colocó su bata de seda negra y salió del baño, encontrándose con un Emilio tal como lo dejó.

— ¿Ya me puedo quitar el antifaz? —preguntó el rizado.

— Cuenta hasta tres y hazlo —contestó.

Justo en el momento que Emilio quito su antifaz, Joaquín dejó caer su bata, mostrando las medias de color negro al igual que las bragas, solo que traía puesto un babydoll color rojo encima, la transparencia que tenía dejaba ver todo. El rizado estaba totalmente maravillado con lo lindo que se veía, su miembro ya estaba empezando a despertar, tomó al menor intentando acercarlo pero este le dio varios manotazos.

— No tocar, solo hay una regla y es que no me puedes tocar —sentenció el castaño.

Quitándose por completo la timidez, Joaquín, se dio la vuelta dándole la espalda al rizado, para inclinarse por completo dejando a la vista su trasero, se levantó lentamente mientras movía sus caderas. Comenzó a bailar lentamente, dando a resaltar sus atributos, se acercó a Emilio, moviendo provocativamente su trasero y caderas; observó como su prometido se aferraba por completo a la silla haciendo todo por no tocarlo.

El rizado soltó un suspiro frutado al sentir como retiraban su camisa, tocando su abdomen delicadamente, causando que se estremezca por completo; pero eso no fue nada cuando vio como su prometido se incaba, su miembro se endureció aún más, si era posible.

Joaquín comenzó a desabrochar el pantalón de Emilio, quitándolo por completo; se inclinó para tomar entre sus dientes el borde del bóxer, comenzando a tirar de él, ayudándose un poco de sus manos. Al quitarlo el miembro de su prometido salió casi disparado, justo enfrente de él, suspiró causando un gemido.

Le dio un pequeño lengüetazo al glande, provocando aún más, lo tomó en manos, se inclinó dejando un beso en la punta del miembro.

— Por favor —suplicó el rizado, aferrándose más a la silla.

Joaquín sonrió satisfecho, amaba ver al rizado tan desesperado, decidió complacerlo un poco, por fin metió la erección a su boca ganándose un gran gemido de satisfacción; empezó a subir y bajar lentamente, sintió unas manos en sus rizos intentando guiar sus movimientos, levemente sacó el miembro de su boca raspando un poco sus dientes en el glande, sabía cuando le gustaba que hiciera eso; se separó por completo mirando a su prometido.

— Te dije que sin tocar —murmuró antes de levantarse.

— Por favor, terminemos con esto —suplicó.

Joaquín tomó de la mano a su prometido, lo guió hasta la cama, ahí hizo que se sentará de nuevo, subiéndose encima de él, no sin antes quitar su ropa interior. Tomó el miembro de Emilio guiandolo a su entrada, bajo lentamente sintiendo como era llenado por completo.

El ritmo comenzó, el castaño subía lentamente y bajaba de la misma manera, aferrándose a los hombros de Emilio, mientras que esté lo ayudaba tomándolo de la cintura.

— ¡Joder bebé! —gimió el rizado, al sentir la calidez alrededor de su miembro.

Joaquín sonrió satisfecho, dio un empujón a su prometido, haciendo que esté se acueste por completo, el castaño se acomodo mejor colocando sus manos en el abdomen de Emilio, sosteniéndose ahí, reanudando las estocadas.

El castaño echó la cabeza hacia atrás al sentir como rozaba su punto, se acomodo un poco, antes de reanudar las estocadas, soltó un gran gemido sintiendo como tocaba su punto a la perfección.

Sus cuerpos comenzaron a llenarse de sudor por el esfuerzo, Joaquín clava un poco sus uñas en el abdomen de Emilio, mientras que esté refuerza el agarre de la cintura, al sentir el cosquilleo en su abdomen, tras algunas estocadas se viene, con un gran gemido, llenando por completo a su prometido.

El castaño tiene su orgasmo momentos después, manchando el abdomen de su prometido.

Cuando sus respiraciones se regulan un poco, Joaquín se acuesta junto al rizado, colocando su cabeza en el pecho del contrario.

— ¿Cuando compraste esto? —dijo señalando el babydoll.

— Ayer que fui al supermercado, la tienda donde lo vi no está lejos de ahí y decidí comprarlo ¿te gusto?

— Me encanto, deberias comprar algunos para la luna de miel —murmuró Emilio sonriendo.

— Lo consideraré —dijo con una gran sonrisa.

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Gracias por leer, los amo 💜

Nuestra Vida Sexual ~Emiliaco~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora