Primera Vez

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Años atrás...

La pareja está comiendo juntos, en un bonito restaurante, cerda del departamento del rizado; al ser sábado ninguno tenía que preocuparse por la universidad.

Aunque en realidad, solo Joaquín estaba disfrutando de los alimentos.

Ya que Emilio estaba extremadamente entretenido viendo lo hermoso que era su novio, mientras agradecía internamente a la mamá de esté por echarle ganas cuando lo hicieron, era simplemente perfecto. Definitivamente estaba enamorado y de alguien espectacular.

—No vas a comer?— preguntó el castaño con una pequeña sonrisa.

—¿Qué?… Ah si claro eso hacía—respondió sacudiendo su cabeza un poco centrándose nuevamente en comer.

Salieron de restaurante más de media hora después, caminaron al departamento del mayor, pues habían quedado en ver una película, desde antes; subieron a la habitación para estar más cómodos.

—Pon la película que quieras voy por palomitas lindo—dijo el rizado, viendo el sonrojo de Joaquín, se acerco a darle un lindo y casto beso en la mejilla para después bajar a preparar el aperitivo.

Una vez que Emilio volvió a la habitación, encontró a su novio acostado ya listo con una cobija encima, con una sonrisa lo acompañó recostadose a su lado abrazándolo.

Presionaron “play” a la película, para que está comenzara. Joaquín miraba fijamente al rizado, al parecer esté noto su mirada pues volteo a verlo con una sonrisa.

Sus rostros estaban tan cerca que no pudieron resistirse, comenzando a besarse, sus movimientos eran lentos, pero aún así el mayor comenzó a morder ligeramente los labios contrarios

—¡Ah! — un pequeño y hermoso gemido salió de los labios del castaño, quien se asustó un poco, logrando que su novio también lo haga.

Emilio sonrió intentando, calmar la situación, para él fue sonido más tierno y también más sexi que escucho nunca.

Mientras que el castaño estaba muy apenado por lo sucedido, aunque no tuvo mucho tiempo de estarlo, pues el mayor lo beso de nuevo, solo que esta vez un ritmo más rápido.

Conforme el beso avanzaba, Emilio tomó el control girando a ambos para así él quedar sobre el menor, tomando las manos de esté llevándolas junto a su cabeza, mientras se colocaba entre sus piernas, aún besándose.

Pero entonces de repente se detuvo…

—¿Q…qué ocurre? —preguntó Joaquín confundido.

—Quiero controlarme de verdad, pero me lo complicas mucho bonito— admitió.

—Entonces no lo hagas—dijo muy seguro el castaño.

En seguida el mayor volvió a besarlo.

— ¿Estas seguro? ¿Qué tan lejos puedo llegar? —cuestionó jadeante.

— Estoy muy seguro, quiero que seas el primero— musitó, amándose de valor quito la camisa y el pantalón del rizado, sin ninguna resistencia de esté.

Emilio hizo lo mismo con el menor, al tiempo que repartía lindos besos por donde pasaban sus dedos.

—Escucha no quiero que te sientas presionado, puedo esp…—habló el rizado, hasta que fue interrumpido por Joaquín que lo había besado, pues sabía que era la única manera.

Con mucho cuidado quitamos nuestra última prenda nos admiramos mutuamente. Ambos sintieron que tocaron en cielo, cuando Emilio se empezó a frotar contra el castaño.

Mientras el ritmo continuaba, el menor atacaba el cuello contrario, clavando mis uñas en su espalda cada vez que ejercía más presión.

—Mhg E…Emi me voy a correr pronto— advirtió.

Como si el rizado quisiera eso, aumento la velocidad, haciendo que con unos movimientos más, Joaquín exploté, removiéndose violentamente gritando el nombre de su novio. Eran tantas las sensaciones que lo invadían que me sentía morir de placer. Pero el gemido del mayor lo regreso a la realidad.

Aún jadeante, el castaño estiro su brazo hacia el cajón de Emilio, buscando un preservativo, sabía que tenía algunos ahí por si esto pasaba.
Lo tomo y acariciando bajo su mano hasta el miembro de su novio, sorprendiendo se al ver el tamaño, al perecer no le había la suficiente atención antes; ignorando eso le colocó el condón, abriendo sus piernas para darle a entender lo que quería.

—Te quiero mucho, no lo olvides, si te llegó a lastimar házmelo saber e inmediatamente pararé no quiero dañarte— dijo el mayor.

El castaño asintió, con los ojos totalmente enternecidos, estaba totalmente enamorado.

Emilio acercó tres de sus dedos a la boca del menor, haciendo que esté los chupe gustoso. Pará después comenzar a prepararlo, metiendo cada uno de los dígitos a su tiempo para evitar lastimarlo

—¡Ah! Emi— gimió al sentir como rozaba un punto que le hizo sentir un gran placer.

—Pequeño voy a entrar—aviso.

Joaquín asintió, sabía que dolería por lo que intento relajarse; aunque en realidad dolió más de lo que pensó.

—Emi, duele — jadeo aferrándose a la espalda del mencionado, cuando esté se iba a retirar, el castaño lo impidió rodeándolo con sus piernas —Puedo hacerlo, solo espera.

—Relájate, eres hermoso, te amo tanto Joaquín.

Luego de unos momentos el menor se acostumbro, Emilio lo noto comenzando el ritmo suave pero profundo.

De la boca del menor solo salían el nombre de su novio y un sin fin se cosas incoherentes conforme el ritmo aumentaba.

A este momento ya se escuchaba el sonido de sus pieles chocar, al igual que los gemidos.

—Mhg, ¡ah Emi! más—gimió Joaquín.

—¿Te gusta cierto?— intrigó, el castaño asintió como respuesta.

—Eres totalmente mío, solo mio mi amor —jadeó.

Con dificultad Joaquín asintió. La velocidad aumentó aún más, sus cuerpos se llenaron de sudor, ambos están al borde de llegar al éxtasis.

El castaño fue el primero, se corrió por segunda vez en sus pechos, el rizado se vino luego de unos momentos con un gemido ronco, vaciándose el condón.

Se quedaron quietos esperando a que sus respiraciones se controlarán un poco.

Emilio tiró aún lado del menor, ya más calmado, tapando a ambos con las sabanas y enganchándose a su novio para abrazarlo.

—Fue espectacular, eres tan perfecto mi bonito— susurró el mayor.

—Te amo — confeso el castaño, pero Emilio no pareció sorprenderse.

—Te amo mucho, mucho más mi pequeño —admitió sonriendo ampliamente, suspiró— Debes marcarle a tu mamá para decirle que te quedaras conmigo, no quiero que se preocupe.

— Ahorita le marco, primero bésame —pidió.

Con una leve sonrisa se unieron en un nuevo beso.

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Gacias por leer los amo 💜

Nuestra Vida Sexual ~Emiliaco~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora