Sitofilia

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Vacaciones, era lo que tenían la joven pareja, que para su fortuna desde que entraron a sus trabajos actuales les asignaron el mes de junio como vacacional que para su fortuna eran juntos, tienen un viaje planeado a los cabos en un par de días, pero por lo mientras disfrutan su tiempo en casa juntos.

En estos momentos se encuentran acostados en su cama viendo una película, que no es nada interesante, cuando Joaquín se levanta de la cama ante la mirada interrogante de su pareja decide explicar.

— Tengo antojo de algo dulce ¿quieres algo? —preguntó el castaño.

— Me traes helado y el jarabe de chocolate — dijo Emilio con una sonrisa, también quería algo pero le dio flojera ir.

Joaquín asiente, sale de la habitación rumbo a la cocina. Una vez ahí saca el bowl de fresas que compraron apenas junto con la crema batida, obviamente el helado y el jarabe de chocolate que le pidió su novio. Subió de nuevo a la habitación, le entrega las cosas a su novio y se acuesta a su lado.

— Creo que engordaremos si seguimos comiendo así, yo con helado bañado en chocolate y tú con las fresas con crema batida —comentó el rizado tranquilamente.

— ¿Acaso te molestaría si engordo? —preguntó Joaquín llenando su boca de crema batida.

— Jamás digas eso, claro que no me molesta, siempre te vez lindo y si engordamos, será juntos no lo olvides amor  —respondió sinceramente el mayor — Además dudo que engordea siempre comes demasiado.

— No me insultes —sé le dificultó hablar por tener la boca llena de comida, lo que no se da cuenta es que dejo restos de crema en los bordes de su labio.

Emilio se acercó a su novio quitando los restos de los labios, con el pulgar pero lo deja cerca de la boca, casi de inmediato comienzan a chuparlo y lametlo, provocándole hasta el punto que su miembro empieza a tener una ereccion.

— Joder, bonito no sabes como me acabas de poner —susurró el rizado mordiendo ligeramente la oreja del contrario.

— Se me acaba de ocurrir algo —murmuró Joaquín levantándose para colocarse en el regazo del mayor.

Dedicando una peiqña sonrisa el castalo, de inmediato quito la playera de Emilio. Tomó el envase de crema batida, inclinándose un poco y le da una lamida rápida al pezón izquierdo de su pareja causándole un jadeo, aprieta el bote logrando que salga lo suficiente para hacer una pequeña onda encima del pezón, sin más hace lo mismo en el otro, se acercó más lamiendo la crema mordiendo ligeramente la zona sensible de su pareja, hace exactamente lo mismo con el otro.

— Emi ¿te gusta? —preguntó Joaquín el mencionado asiente frenéticamente, pues el gustarle le queda corto a lo que siente.

Sonriendo aún más el castaño tomó una de las fresas la embarra totalmente de chocolate, muerde la fresa justo a la mitad manteniéndola en su boca acercándose a Emilio quien entiende lo que quiere hacer y una vez enfrente, muerde lo saliente de la fresa mientras se besan torpemente.

Al separarse Joaquín con la cuchara toma un poco de helado colocándolo en el abdomen del mayor logrando que se retuersa un poco por el frío, lentamente comienza a lamerlo mientras muerde ligeramente la zona bien marcada.

Así pasa un buen rato el castaño jugando con la comida poniéndola en diferentes partes haciéndolo gemir y suspirar a Emilio. Aunque al sentir que fue suficiente jugueteo se desviste completamente y de paso a su pareja, sin recibir ninguna objeción.

El rizado tomó su propio miembro que ya estaba más que duro, Joaquín bajo lentamente introduciendo el miembro en su interior, no había necesidad de prepararse ya que a penas unas horas lo habían hecho.

Lentamente y ya acostumbrado el menor empieza a mover sus caderas suavemente, aunque no dura demasiado, pues en un movimiento rápido Emilio le da la vuela quedando arriba guiando esta vez él  ritmo más rápido, disfrutando de cada estocada.

— ¡Ah! Emi —gimió el castaño, aferrándose a las sábanas.

El rizado se inclina empezando un beso torpe, mientras los movimientos siguen. Sus cuerpos comienzan a llenarse de una ligera capa de sudor por el esfuerzo, lo cual provoca sus rizos pegados a su frente y algo sonrojados.

Ambos gemían a sobremanera, Joaquín estaba cada vez más cerca, sabía que era porque había tenido un otgasmo antes y siempre duraba menos en la segunda vez. Su cuerpo se tenso dándole a entender que estaba por venirse, intentó avisar, pero le fue imposible cuando el rizado toco su punto fuertemente, llevándolo al orgasmo, los espasmos tan maravillosos comenzaron en su cuerpo, aferrándose a la espalda de su pareja para aliviarse un poco.

Emilio noto cómo el menor  literalmente se retorcía del placer. Sabia como disfrutaba demasiado cuando estaba en su orgasmo y se continuaba moviendo dentro de él, pues al estar sensible le daba una sensacion entre un pequeño dolor y el placer. Así que intentaba aguantar lo mas que podía, quería que su pareja disfrutará, pero llego un punto donde ya no pudo más, se vino, sintiendo cómo su cuerpo se tensaba y se vacía a en el interior.

Una vez que ambos sé recuperaron del orgasmo, se acuestan abrazándose entre sí.

— Joder, espero de verdad que haya mucho... Pero mucho de esto en nuestras vacaciones —murmuró un poco extasiado el rizado.

— Si te portas bien habrá mucho... Pero mucho de esto —susurró Joaquín aún jadeando.

— Siempre me porto bien pero ahora haré lo doble, te informo que tengo un par de cosas planeadas en el viaje que se que amaras —aviso Emilio sonriendo ampliamente, estaba más que emocionado.

— Mhg, ya me dejaste con la duda de que será — dijo el menor cruzando se de brazos y haciendo puchero, para que le digan.

— Pronto lo sabrás bonito, ahora vamos a ducharnos —comentó el rizado sonriendo, tomando de las piernas a su pareja, caminando al baño.

Definitivamente serían unas vacaciones divertidas.

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Perdón por la tardanza pero tuve una situación que me complico terminarlo de escribir pero aquí esta el capitulo.

Los amo 💜

Nuestra Vida Sexual ~Emiliaco~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora