Masturbacion

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Joaquín se encontraba en casa, bastante aburrido a decir verdad, el que ya no trabajará al principio fue increíble, ya que se pudo dedicar por completo a los planes de boda; pero ahora no piensa lo mismo, esta muy aburrido y no encuentra que hacer. Así que decidió marcarle a Emilio.

— Hola bonito ¿como estas? —dijo al contestar la llamada.

— Estoy muy bien Emi, pero estoy aburrido, ¿tardarás mucho en llegar?—preguntó el castaño.

— No lo sé amor, lo más probable es que llegue después de las ocho, pero te prometo que te recomenzare —susurró el mayor.

—De acuerdo —suspiró— Te amo.

— Te amo más, adios —dijo Emilio sin esperar respuesta colgó.

Joaquín miró la hora dándose cuenta que a pensás eran las tres de la tarde, por lo que decidió ir a la cocina a prepararse algo de comer.

[...]

Después de que el castaño viera una serie y comiera las galletas que preparo; decidió ir a darse una ducha. Subió a su habitación, abrió la regadera esperando a que el agua se caliente un poco, mientras que él comenzaba a desvestirse; una vez listo entró comenzando a darse una ducha.

Al enjabonar su cuerpo, noto la erección que comenzaba a crecer, mordió su labio inferior nerviosamente. Comenzó a acariciar ligeramente su erección, mientras llevaba otra mano dando pequeños círculos en su entrada, haciendo presión para introducir un dedo.

— Mhg Emi —gimió.

Lo que no sabía Joaquín, era que su prometido le había mentido, iba a salir del trabajo a la misma hora, solo que quería darle una pequeña sorpresa.

Emilio entró a la casa busco al castaño pero no había señal de él, hasta que escucho un el agua de la regadera, justo cuando iba a abrir la puerta, escucho un gemido, sorprendido abrió la puerta lentamente, encontrándose a Joaquín bajo el agua que caía de la regadera, con dos dedos dentro de él, mientras acariciaba su miembro lentamente.

El miembro del rizado pareció reaccionar de inmediato a aquella imagen, pues ya tenía una erección; pensó en hacer que el menor notará su presencia, pero decidió mejor disfrutar de aquella imagen tan erótica; así que rápidamente y sin hacer el menor ruido posible, desabrocho sus pantalones y quito sus boxers comenzando a masturbarse mientras admiraba a su prometido.

Joaquín seguía totalmente concentrado, soltando pequeños gemidos, mientras movía los dedos en su interior, en un movimiento logró rozar su punto, haciéndolo estremecer por completo; soltando un gran gemido.

Ambos continuaron disfrutando de las sensaciones, no tardó mucho para que sintieran, el orgasmo llegar, el primero en venirse fue Joaquín, quien tras recuperar un poco, giro hacia la puerta dejando ver como Emilio llegaba al orgasmo; sin poder evitarlo de levantó rápidamente intentando taparse.

— ¡Emilio! ¡¿Qué haces aquí?! —gritó el castaño.

— Mejor dime tú ¿qué haces jugando solito? —dijo acercándose para quitarle las manos a Joaquín que lo intentaban cubrir.

— Debiste avisar que ya habías llegado —reprochó con un puchero.

— Y tu debiste decirme que jugabas solo —murmuró, mientras se desnudaba.

Joaquín no dijo nada, se concentró en ver como Emilio se terminaba de  desnudar frente a él, en cuanto terminó se metió a la ducha, el rizado tomó de la cintura a Joaquín acercando sus cuerpos para así por besarlo.

—¡Emi! —gimió separándose del beso, al sentir los dedos de su prometido en su entrada.

El rizado sonrió satisfecho, giro a Joaquín haciendo que le dé la espalda, tomó su erección llevándola a la entrada del menor, solo rozando esta.

— ¿Quieres que te haga el amor, cariño? —preguntó contra el oído del castaño, quien asintió frenéticamente.

Inmediatamente Emilio comenzó a introducirse lentamente, intentando que su prometido se acostumbrara. Comenzando las estocadas, una vez que Joaquín movió sus caderas. Los gemidos no tardaron en hacerse  presentes.

El ritmo aumentó, el rizado se aferró más a las caderas de Joaquín, mientras que esté giro un poco su cabeza, para poder besar a su prometido, comenzando a mover un poco las caderas, ayudando con los movimientos.

En una estocada  Emilio tocó el punto de Joaquín haciendo que soltara un gran gemido, dando una sonrisa de satisfacción, el rizado continuó dando justo a ese punto.

— ¡Ahh! ...Emi —gimió.

Joaquín siente como su cuerpo se comienzo a tensar y sabe que está cerca; no pasa demasiado cuando, llega al orgasmo, su cuerpo tiembla ligeramente, jadea disfrutando de cada sensación.

Emilio dejó de moverse, al sentir como aprietan aún más su miembro, fue suficiente para llevarlo al orgasmo, haciendo que se venga en el interior del castaño.

Cuando ambos se recuperaron un poco, comenzaron a darse una ducha, en realidad Emilio baño a Joaquín, ya que esté se sentía un poco débil y cansado. Al salir de la ducha el rizado también cambió a su prometido.

Ambos se acostaron en la cama, abrazándose.

— Emi —susurró el menor, llamando la atención del mencionado— ¿Estas emocionado? Ya pronto nos casaremos.

—Por supuesto que lo estoy, en dos semanas serás mi esposo y tendré mi luna de miel —comentó.

— La luna de miel no es lo más importante —reprochó Joaquín, mirando mal a su prometido.

— No digo que sea lo más importante, pero es algo relevante, ahí te podre hacerte mío una y otra vez.

— Lo dices como si no tuviéramos sexo a diario —dijo el castaño.

— Lo tenemos, pero es diferente ahí básicamente vamos a eso; bueno también a conocer un poco —contestó Emilio.

— Contigo no sé puede Emilio.

— Ya, lo lamento ¿si? Como dije me emociona todo, no hay algo que sea más importante —suspiró— Deja el enojo mi amor —susurró besando las mejillas del castaño.

— Ya mejor no hagas esos comentarios —pidió, el mayor asintió conforme— Te amo Emi.

— Te amo más, mi vida, mi corazón, mi bebé, mi bonito, mi am... —fue interrumpido, por los labios del menor besándolo.

— Me gusta más como suena con el mi; pero me encanta mas cuando me besas —dicho eso Emilio volvió a unir sus labios besandose con suavidad.

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Gracias por leer los amo 💜

Nuestra Vida Sexual ~Emiliaco~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora