– ¿Serias tan amable de dejar de reírte?
– No quiero – Respondió con burla para después comenzar a reírse de nuevo.
Y es que no era para menos, dos días atrás el mayor los había interrumpido justo cuando estaba por iniciar el acto sexual. Aún recordaba las maldiciones por parte de KyuHyun y como este casi había intentando matar a su hyung.
– Aún así, no entendió como ustedes parecen llevarse bien.
– ¿No lo has notado? – Se limitó a ver al menor desde su lugar – Ese tipo está loco y haría cualquier cosa por ti, igual que yo.
Le conmovía escuchar esas palabras del mayor, pero también le afectaba saber que KyuHyun parecía sentir algo similar, solo que en el ambito amoroso.
– Se supone que vendrá por mí dentro de quince minutos.
– ¿Quince minutos? ¿Y lo dices así tan tranquilo? – Se acercó al menor y tiro de su oreja.
– ¡Hyung! Duele, duele – Se quejaba mientras era arrastrado por el mayor.
– Mejor ve a cambiarte y no quiero que salgas de ahí hasta que te veas comestible.
– ¿No querrás decir, agradable? – Preguntó girando a ver al mayor.
– Comestible dije, y ya entra ahí si no quieres que yo me encargue de tu vestuario como la ultima vez.
Alarmado, el menor ingreso a su cuarto y cerró la puerta tras de él, no quería al mayor fisgoneando en sus cosas. Debía darles créditos al mayor por tener la suficiente paciencia y aguantar sus cambios de humor.
Los benditos quience minutos pasaron y ya tenía al castaño tocando la puerta.
– Si así lo traes sin haberle dado el botonsito, imaginate cómo estará cuando se lo des.
Quiso responderle ante semejante acusación, pero el mayor ya se encontraba abriéndole la puerta al castaño. Lo gracioso fue que ni siquiera lo dejó entrar cuando llamó al moreno y lo hizo salir casi a la carrera.
– Es un bobo – Susurro con vergüenza.
– Pues yo le agradezco que haga ese tipo de cosas.
Subieron al auto y empezaron a dar vueltas por la ciudad, parecía que sólo querían pasar un buen rato sin nadie más que los interrumpiera. Pasaron por un autoservicio y pidieron un par de hamburguesas.
– Veo que te gusta darle tu toque personal a todo lo que haces.
– No me culpes, debo improvisar mucho cuando se trata de estar contigo.
El moreno quería sentirse halagado, pero habían muchas cosas que no entendía aún.
– Pronto volveré con Siwon.
El castaño dejó de lado su hamburguesa y miró con seriedad al contrario. Debía estar bromeando.
– Veo que conservas sentimientos por él.
– Es mi esposo, KyuHyun. Debo volver.
La frustración que tenía en esos momentos el menor era incomparable. No quería dejar ir al mayor de esa manera.
– Aún así, no es agradable saberlo.
– Tú vives con Sungmin.
– Y tú con Siwon.
Ambos parecían hechar chispas en esos momentos. Ninguno parecía ceder ante lo que el otro pensaba.
– Lo mejor será que me regreses a casa – Dejó la comida de lado y se hundió en su asiento.
– Te gusta jugar conmigo.
– ¡Tu eres el que está jugando conmigo!
– Al menos de Sungmin ya se que esperar, pero tú... – Era la segunda vez que se veía interrumpido de esa manera por el mayor.
– No quiero que te vuelvas a acercar a mi – Intento salir de auto, pero el menor se lo impedido.
– Espera... JongHoon, espera... – Seguía forcejeando con el mayor – ¡Te digo que esperes, maldición!
El moreno se soltó del menor y se cruzó de brazos. No le pondría las cosas tan fáciles esta vez.
– ¿Por qué siempre me resultas tan difícil de tratar?
– Lo dices como si lo hiciera siempre – Indignado, se giro a ver al castaño.
– Desde que nos conocimos, las cosas no cambiaron mucho – Noto el desconcierto del mayor así que decidió seguir – Cuando nos conocimos en la universidad, ¿lo recuerdas? Tu ya me gustabas.
Esa había sido una noticia impactante para el mayor. ¿KyuHyun había gustado de él desde la universidad?
– ¿Por qué nunca te acercaste?
– Porque tú siempre te juntabas con esos niños ricos.
Ahora lo recordaba, Heechul lo había integrado al grupo de chicos populares y todos eran unos riquillos.
– Aún si, debiste hablarme.
– Entonces... ¿Volverás con Siwon?
– Debo hacerlo.
– Bien – Se acercó de manera peligrosa al mayor – Haré que se entere que su esposo lo engaña.
JongHoon intentó retroceder asustado, pero los labios del menor capturaron los suyos de manera salvaje. Intentó apartarlo, pero el menor parecía tener más fuerza que él. Debía recurrir a su última alternativa.
– ¡Ah! – Se quejo para después apartarse del mayor – Esto te costará caro, ¿lo sabes, verdad?
– Tu empezaste – Le señaló con molestia.
– Esto no nos llevará a nada bueno.
– Llévame a casa.
El menor intento protestar, pero sabía que sería en vano si se trataba del mayor. Decidió que lo mejor sería obedecer al mayor y llevarlo a casa.
– Aún debemos hablar sobre esto – Le detuvo antes de que el mayor saliera del vehículo.
– No tengo nada de que hablar.
El menor se acercó a besar al moreno. JongHoon intentó apartarlo, pero como el débil que era, terminó cediendo. Se sintió culpable cuando el sabor metálico de la sangre del menor llegó a su paladar.
– Debo irme – Se quito el cinturón y abrió la puerta del vehículo.
– Vendré por ti par que aclaremos esto.
El mayor no dijo nada y salió del auto. Debía pensar bien las cosas antes de hablar con KyuHyun. Heechul no le hizo muchas preguntas y le agradecía que hubiera sido así, pero la mañana no pudo llegar de forma más caótica.
– ¿Qué estás diciendo? – Preguntó con la esperanza de que el menor hubiese dicho otra cosa.
– Lo que oyes, Sungmin me llamó esta mañana para decirme que KyuHyun ya tiene un nuevo amante.
Siwon había llegado a casa de su hyung para informarle de lo sucedido y de paso preguntarle cuando regresaría.
– Debe estar malinterpretado la situación. ¿No crees que es muy pronto para que tenga un amante en Seúl?
– No conoces a KyuHyun, es capaz de lo que sea con tal de conseguir lo que quiere.
Una extraña sensación se alojó en su pecho al escuchar aquello.
– ¿Cómo llegó a esa conclusión?
– El muy estúpido llegó con una mordida en el labio, y cuando Sungmin preguntó, no se molesto en negarlo.
JongHoon sentía que vomitaria en cualquier momento. Era eso precisamente lo que había evitado que sucediera.
– Sungmin está demente, JongHoon. Él es muy capaz de hacerle algo al tipo que se acueste con su esposo.
Ahora si que estaba en aprietos.
ESTÁS LEYENDO
Destination Crossing
FanfictionEl amor a veces suele estar en la persona más prohibida, pero no siempre significa que debes dejar de luchar por ella.