El perfecto Cho KyuHyun.

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– Mi esposo está ahí adentro, déjeme entrar.

¿Cómo le explicaría a Siwon el motivo de la presencia de KyuHyun en el lugar? ¿Cómo carajos le explicaría eso?

— Cariño, ¿Estás bien? – Apartó con brusquedad a los que estaban junto a su esposo sin fijarse siquiera de quien se trataba.

– Estoy bien, no fue nada grave – Incómodo, intentó apartarse de Siwon y miró discretamente al menor. Podía ver la molestia emanar del cuerpo del castaño y eso le preocupaba.

– Ya sueltalo o lo vas a asfixiar – Su tono de voz denotaba la molestia que sentía en ese momento.

– ¿Y se puede saber que es lo que haces aquí? – Siwon apretó el cuerpo del moreno junto al suyo en un intento de verse posesivo.

– Él estaba con nosotros cuando sucedió lo de JongHoon – Intervino Heechul al ver que ambos menores parecían hechar chispas.

– ¿Qué relación tienes con mi esposo?

Esa pregunta alarmó a los hermanos Kim. No se había imaginado que estarían en esa situación.

– KyuHyun siempre ha sido un buen amigo de JongHoon, no veo porque te extraña que tengan una salida de amigos.

– No recuerdo haberlos visto tan juntos en la universidad – Comentó dudoso de lo que decía el mayor.

– Que tu no lo recuerdes no quiere decir que no haya sido así.

Todos giraron a ver al moreno ante esa respuesta, Heechul sabía que JongHoon gusto del menor por un tiempo, pero eso fue algo que no pudo suceder después de lo que Siwon había hecho con el moreno.

– ¿Y me lo pensabas ocultar? – El cuerpo de Siwon se notaba tenso del coraje.

– Yo lo invite – El mayor sujeto del brazo a KyuHyun – También fuimos amigos en aquellos tiempos y no le veo lo malo de tener una salida de amigos.

– ¿En qué caverna vives que no permites que tu esposo se relacione con los demás? – Está vez había sido KyuHyun quien había intervenido.

JongHoon veía preocupado la situación frente a sus ojos. Tanto su hermano como el menor se veían muy tranquilos, pero sabía que por dentro estaban esperando a que Siwon dijera algo para saltarle a la yugular. Afortunadamente el médico intervino y puso orden entre ellos. Dio las indicaciones y le extendió algunas pomadas para que se las colocará cada noche.

– Debemos volver a casa – El moreno se vio siendo cargado por su esposo mientras veía a su hyung seguirles con mala cara.

– Al menos podrías agradecerle a KyuHyun por haber ayudado a tu esposo. Te recuerdo que fue él quien lo trajo y cuido de él – Reclamo el mayor al ver que ignoraban a ese castaño.

– Yo no le pedí que lo hiciera – Soltó arrogante sin dar su brazo a torcer.

– ¡Es tu esposo de quien hablamos! – Excalmo furioso el pelilargo.

– Exacto – Se giro a encararlos con JongHoon en sus brazos – Mi esposo, no el de él.

KyuHyun se quiso lanzar a golpearlo, pero se vio siendo sujetado por Heechul que negó al ver sus intenciones. Era frustrante ser el otro.

JongHoon fue llevado a la mansión y aunque le pidió a Siwon que llevara a Heechul con ellos, el menor negó y se abstuvo de seguir insistiendo. Comenzaba a cabrearle la actitud de su esposo.

Estuvo encerrado todo el día en su habitación y solo dejaba ingresar al menor cuando le llevaba la comida o debía darle algún analgésico. No le gustaba depender de los demás. Más tarde ese día, escucho una voz chillona que creía reconocer de algún lado, luego su esposo subió y le informó que Sungmin había llegado en compañia de su esposo. Eso último hizo que su corazón bombeara más sangre de la necesaria y el cálido color caramelo abandonará su piel.

– ¿Te sientes bien? Te ves pálido – Coloco una mano sobre la frente del menor para verificar su temperatura corporal.

– Estoy bien, solo tuve un pequeño mareo.

El menor terminó asintiendo poco convencido de lo que su esposo decía, pero no sabía que no le diría más.

– ¿Quieres bajar? – Preguntó acomodando mejor las ropas del mayor.

– No gracias, no deseo ver a personas indeseadas – Con eso sabía que se refería al esposo de KyuHyun, pero no tenía porque aclarar ese punto frente a Siwon.

El menor asintió y salió de habitación dejando sólo al mayor. Era mejor lidiar con él de buena manera si quería que las cosaas fueran como antes.

Estuvo un par de minutos pensando en lo que había llevado al menor aceptar ir a la mansión. Sabía que KyuHyun no soportaba a Siwon y el hecho de que estuviera ahí con Sungmin le perturbaba de gran manera. Escucho un par de golpes en su puerta que le sacaron de sus pensamientos.

– Adelante – Musito sin muchos ánimos y sin ser consciente de quien entraba en ese momento.

– Sonríe, cualquiera podría pensar que estas por morirte.

El moreno llevó rápidamente su mirada hacía la puerta al reconocer esa voz.

– ¿Qué crees que estás haciendo? – Preguntó alarmado intentando ponerse de pie.

– Oye, tranquilo. Solo vine a ver como estabas – Le sujeto y lo hizo recostarse de nueva cuenta.

– Nuestros esposos están allá abajo.

– Lo sé – Respondió con una sonrisa ladina – Eso lo hace más excitante.

Negó divertido ante las ocurrencias que su menor soltaba. Dudaba mucho que a KyuHyun le preocupara que su esposo descubriera que tenía un amante, pero ese no era su caso.

– Debo volver con ellos. No me creerán que fui al baño por más de treda minutos.

– Eres terrible – Sonrió con devoción ante ese rostro tan perfecto.

– No quiero arruinarte la sorpresa, pero tu esposo saldrá en un viaje de negocios.

– ¿Cómo es qué...?

– Se lo dijo a Sungmin – Respondió anticipando la pregunta del mayor – Finge sorpresa cuando te lo diga.

El mayor extendió su mano hacía el castaño quien no dudo en tomarla y acercarse para dejarle un beso en la frente.

– Pidele que te deje con Heechul, así podré visitarte con facilidad.

– Lo pensaré – Tomo al menor del rostro y estrelló sus labios con los del menor – Ve con ellos.

Vio al menor salir y no pudo evitar la sonrisa estúpida que adorno su rostro. Ese niño inmaduro lo traía mal, pero le encantaba.

Justo como el menor había dicho, Siwon le informó que saldría de viaje por cuestiones de trabajo. Tuvo que fingir muy bien ante el menor, aunque por dentro deseaba reírse y decirle que eso ya lo sabía. Le dijo que lo dejara quedarse con Heechul porque no le gustaba quedarse solo en esa casa y aunque creyó que le diría que si, terminó soltando algo completamente ridículo.

– Mi hyung jamás se fijaría en KyuHyun – Soltó ofendido ante las acusaciones del menor.

– ¿Tu que sabes sobre eso? Sabes que tu hermano le abre fácilmente las piernas a cualquiera.

Por impulso o no, le dio una fuerte bofetada al menor haciéndole girar el rostro por completo.

– Ni se te ocurra volver a hablar mal de mi hyung frente a mi.

El menor le miro sorprendido, pero rápidamente comprendió su error.

– Lo siento, mi intención no era ofenderlos.

– Que no se vuelva a repetir.

Vio al menor asentir y verle con recelo. No importaba el estilo de vida que llevara su hyung, nadie podía meterse con él y salir ileso en el proceso.

– Supongo que aún deseas irte con él, ¿cierto? – Vio al mayor asentir – Bien, supongo que tendré que seder.

Y aunque se sentía feliz por eso, no se lo dejaría saber al menor. No permitiría que el menor viera su felicidad. Su felicidad era solo suya, y esta estaba empezando a tener un nombre. Su nombre.

“Me tienes mal, KyuHyun”.

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