El punto máximo de excitación.

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Heechul había tenido que conducir como loco a causa del menor. Fueron simples minutos de diferencia los que bastaron para que KyuHyun llegara a la casa del hermano Kim mayor. Heechul decidió dejarlos solos alegando que tenía una cita con su novio y JongHoon no pudo evitar matarlo un par de veces en su mente, ¿Cómo se atrevía a dejarlo solo en un momento como ese?

– Te noto un poco tenso, ¿estás bien? – Pregunto el menor al notar que el mayor lo evitaba.

– Lo estoy, solo debe ser cansancio.

– ¿Quieres que te haga un masaje?

– Claro – El menor lo hizo colocarse boca abajo en el sofá para empezar a frotar su espalda - ¿Te las pasaste bien con Henry?

– Fue agradable sí, pero no había nada interesante de que hablar – Hizo un poco de presión cerca del coxis y escucho al mayor jadear.

– Imagino que un montón de chicas casi desnudas no es interesante – Soltó el moreno sin ser consciente de lo que había dicho, fue hasta que el menor detuvo sus acciones que se giro a verle - ¿Qué…?

– Yo no mencione nada sobre mujeres – JongHoon reparo en su error demasiado tarde - ¿Me seguiste?

– Yo… - ¿Qué podía decir? No tenía nada que decir ante esa verdad.

El menor se levanto ofuscado y con la mirada cargada de decepción. Había abandonado aquel bar y a su amigo porque extrañaba al mayor y prefería salir con él antes que pasar el rato con esas mujeres.

– No es lo que tú piensas – Se apresuro a negar.

– ¿Y cómo es entonces?

– Heechul salió hace unos días con su novio y se encontró con Henry, fue ahí donde conoció a Zhoumi…

– Dices que fue debido a el que te enteras de la existencia de Zhoumi.

– Así es, me entere por él y no por ti – El mayor vio aquello como oportunidad para desviar la conversación a otra que sabia terminaría haciendo sentir mal al menor.

– Sabes que esa nunca fue mi intención – Y ahí estaba el efecto que el mayor buscaba.

– ¿Qué te parece si me recompensas por esos malos ratos? – Susurro insinuante mientras tiraba al menor en el sofá y se sentaba sobre las piernas de este.

– Digo que sería un gusto complacer a mi hombre.

No tardaron ni cinco minutos en desnudarse y comenzar a fundirse el uno en el otro. Al parecer, desde que habían probado sus cuerpos no tenían nada más que hacer, bastaba un par de roces o caricias para que la llama del deseo se encendiera y quemara ambas pieles deseosas de mas. Ambos amantes tocaron el cielo después un regocijante clímax.

La mañana llego y el menor tuvo que abandonar el hogar de los Kim, debía admitir que hasta ese momento no había reparado en que el menor no había llegado a dormir, de seguro se había quedado a dormir en casa de Hangeng, pero más tardo en pensar en él cuando vio al mayor aparecer por la puerta con la mirada preocupada.

– Oye, ¿tan mal te fue con Hangeng que traes esa cara?

– No estuve con Hangeng – Soltó con la mirada perdida.

– ¿Qué? – Pregunto incrédulo al presentir lo que el mayor estaba insinuando.

– Me acosté con otro sujeto.
Heechul…

– Me encontré con la madre de Hangeng cuando iba de camino a su departamento y me dijo que no estaba porque había salido con su esposa. Su esposa, ¿lo puedes creer? El malnacido me estuvo viendo la cara todo este tiempo.

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