Destination Crossing

– Así que también habías planeado atacarnos – Murmuro con la mirada clavada en el suelo.

– Debes entender que estaba cegado por los celos que sentí al ver que eran tan felices, pero no pensé que Sungmin llegaría tan lejos – Había tardado en darse cuenta cuales eran las verdaderas intenciones de Sungmin, que ingenuo había sido al creer que no les haría daño.

– Pero llegaste a salvarnos, es algo que de lo que siempre te estaré agradecido.

– Lo hice por ti – Se sincero con la mirada melancólica – Porque te amo y no me hubiese perdonado que algo malo te sucediera.

– Siwon…

– Aun podemos lograrlo – Tomo las manos del mayor entre las suyas – Se que no es demasiado tarde para intentarlo.

– No insistas Siwon, ya nada sería igual entre los dos.

– ¡Y todo por culpa de ese maldito! – Exclamo comenzando a molestar – Fue muy fácil para ti abrirte de piernas a tipejo como él.

– Te pido que me respetes – Pidió tratando de mantenerse sereno.

– Eres un cualquiera – Escupió con odio.

JongHoon se levanto dispuesto a bofetearlo, pero el menor fue más rápido y tomo su mano para tirar de él.

– ¿Acaso creíste que te dejaría ir tan fácilmente? – Torció su sonrisa y presiono su cuerpo contra el del moreno – Al menos te dejare un último recuerdo.

El pelinegro abrió los ojos aterrados cuando sintió que tiraba de sus pantalones con fuerza y lamia su cuello con fuerza. Intento apartarlo, pero Siwon le ganaba en fuerza y altura, así que no fue tan difícil que lo tumbara contra el piso y rompiera de un tirón su camisa.

– ¿Hace cuanto no me complaces en la cama? – Le miro con lujuria mientras se quitaba el cinturón de su pantalón.

No lo hagas – Pidió mientras se retorcía intentando soltarse.

– ¡Cállate! – Lo abofeteo – Es tu culpa que me haya convertido en este monstruo, tu y ese mal nacido.

Ato las manos del mayor con su cinturón y se coloco sobre él para evitar que siguiera pataleando. Sabía que el mayor no se la dejaría fácil, pero eso lo volvía el doble de excitante.

– Pronto estarás gimiendo como una perra en celo – Tiro del pantalón del mayor de golpe para dejarlo en ropa interior - ¿Debería tomar una foto para el recuerdo?

– ¿Por qué no mejor le tomas una foto a mi puño? – El castaño le atino un fuerte golpe en el abdomen al más alto y no dudo en abalanzarse a golpes sobre él.

JongHoon, que hasta ese momento se sentía perturbado, atino a cubrir con sus manos su desnudo cuerpo. Sentía sus manos temblar y sus ojos comenzar a soltar gruesas lagrimas mientras veía a KyuHyun moler a golpes al contrario.

– ¡Déjalo ya! – No quería ver al menor envuelto en problemas por su culpa.

KyuHyun se giro a verle con genuina sorpresa y una rabia le inundo al pensar que JongHoon estaba protegiendo a ese cretino después de lo que le había hecho. Siwon aprovecho la distracción del castaño y le encesto una buena patada en el pecho.

– Ahora lo entiendes – Se limpio la sangre que tenía en la comisura de sus labios mientras se ponía de pie – JongHoon siempre me preferiría a mí.

Eso fue todo lo que KyuHyun necesito para dejarse cegar por la ira e irse contra Siwon, quizás no se habían percatado del mueble tras de ellos, pero la cabeza de Siwon dio en la esquina de aquella mesa y tras caer al pisa, el puño de KyuHyun lo dejo inconsciente. El castaño respiraba agitado y mirada con genuino odio al más alto, pero nada se comparo cuando giro su vista al mayor. Su mirada fría y distante le había hecho saber al más bajo que había malentendido sus palabras.

– No quería que te metieras en problemas – Se apresuro a aclarar.

– Pero si ibas a permitir que abusara de ti.

No lo hizo – Susurro en tono bajo.

– ¡Porque yo se lo impedí! – Exclamo subiendo su tono de voz - ¿Qué hubiese pasado si no hubiera llegado a tiempo? ¿O si no hubiera venido a verte?

JongHoon entendía la preocupación del menor, claro que lo hacía, pero sabia del poder que tenia Siwon y lo fácil que hubiera sido para él mandar al menor a la cárcel. Vio al menor acercarse para después tomar sus mejillas.

– ¿Por qué todo es tan difícil contigo? – Amaba perderse en la mirada del más bajo.

– Kyu…

– Ven conmigo – Soltó de repente.

– ¿Qué?

– Aceptaron mi propuesta en Alemania y me pidieron que viajara para tomar el control del proyecto.

Había escuchado algo sobre eso, al parecer el padre del menor había estado trabajando junto con este para expandir su imperio en el extranjero y algunos países habían aceptado, pero su mayor interés estaba en Alemania.

– ¡Eso es genial, KyuHyun! – Beso con efusividad esos labios tan carnosos que se cargaba el castaño.

– Quiero que me acompañes.

La sonrió de JongHoon desapareció y se alejo un poco del más alto.

– Sabes que no puedo hacerlo.

– No estarás pensando en volver con Siwon, ¿o sí?

– ¿Qué? ¡No! – Exclamo escandalizado – Sabes que tengo mis propios motivos para seguir aquí.

– ¿Entonces…?

– Te estaré esperando cuando regreses.

KyuHyun suspiro pesadamente y elevo su vista al techo.

– ¿No te parece algo gracioso que estemos hablando de este tema mientras Siwon está tirado en el piso y yo estoy casi desnudo? – Pregunto intentando aligerar el ambiente.

– Vístete, no quiero que Heechul venga y te vea de esta manera.

Cierto, regresaría en cualquier momento. Tomo las prendas que estaban regadas en la sala y las apretó contra su cuerpo, podía sentir como terminaría todo eso. Se vistió como el menor le pidió y tomo sus cosas para salir de la casa y poner una denuncia contra Siwon. KyuHyun lo acompaño e inclusive estuvo con él mientras los oficiales hacían nota del caso. No tardaron mucho en volver a casa y notar como Siwon era sacado de ahí por unos paramédicos que lo revisarían antes de enviarlo a la delegación. Que ridículo era todo eso.

– Kyu – Le llamo al verlo cerca de la puerta.

– ¿Esa es tu última palabra? – Le miro por sobre su hombro mientras sentía su pecho ser comprimido con fuerza.

– Lo es – Respondió sin titubear y con una sonrisa triste al saber lo que eso indicaba.

– Espero que puedas llevar una vida prospera y digna de ti.

– Lo hare – Respondió reteniendo las lagrimas.

– JongHoon – Se giro a verle – Fue un placer haber coincidido contigo.

El menor le sonrió por última vez antes de desaparecer tras la puerta. Sus labios seguían curvados en una tenue sonrisa, pero sus ojos soltaban pequeñas lágrimas. Qué manera más patética de dar por acaba una relación.

– Para mí también fue un placer haberte encontrado en mi camino, mi hermoso destino cruzado.

Fin.