Debemos estar dispuestos a renunciar a la vida que hemos planeado para poder disfrutar de la vida que está esperándonos.
Joseph Campbell.
Era gracioso ver como todos estaban al tanto de lo que hacía. Mamá me dio una mirada significativa que pretendía intimidarme a la cual respondí con una sonrisa inocente.Mi mente por otra parte estaba ideando un plan para ponerla en aprietos, la sonrisa burlona de Alexander me hizo querer incluirlo en el plan. Dani era el único que quedaba libre de mis intenciones, aunque si continuaba riendo de todo lo que decía el rubio seria incluido en el saco de los traidores como a su acompañante.
–Mamá ¿ya sabe papa que piensas quedarte de tiempo indefinido? – curioseé.
–Él sabe que son varios días, pero si demoro más seguro entiende – murmuró vacilante sin saber a qué venía mi pregunta.
–Oh que bien, y también entenderá que metiste un extraño en mi casa.
Cuando me había ido de casa mis padres habían estado horas discutiendo referente a mi seguridad, y sabía que papá aún mantenía la idea de que era correcto mantener mi espacio y privacidad sin la intromisión de mama. Cosa que ella estaba obviando.
–Alex es tu amigo
– ¿Y él lo sabe? – pregunté.
Nunca pondría a mis padres a discutir intencionalmente, pero eso era algo que ella no sabía así que porque no jugar un poco con ella como había estado haciendo con mi paciencia en los últimos días.
–Creo recordar que el acuerdo era que respetarías mis normas –
Todos me miraban curiosos excepto mi madre quien había dejado atrás sus sonrisas felices.
–No estoy interfiriendo en tus normas, solo las estoy modificando –
-Vale – hablé mientras comía y las venas de su frente comenzaron a notarse.
Te tengo mamá. Ya había olvidado cuanto detestaba eso.
-Emma me comentó que ya estaban casi listos para que saliera el casino de los Ángeles – habló Dani haciendo que desapareciera el silencio tenso que se había creado.
-Vamos muy bien- volví hablar con la boca llena de comida.
-Ya basta Emma Cole – se exaltó mamá.
Puse mi mirada más inocente y pestañé lentamente. La cara de incomodidad de Alexander por poco me hace perder la compostura y soltar una gran carcajada
-Lo siento mami- me disculpé exagerando las palabras.
Primer participante derrotado, ahora iría a por Alexander. Fue demasiado fácil poner a mama nerviosa, esperaba que el rubio diera más guerra. Dirigí mi vista hacia él y sonreí traviesa. Su ceño se frunció y sus labios se convirtieron una fina línea, sino fuera porque estaba en plan villana vería su gesto como algo adorable
Que estuviera sentado frente a mi lo hacia todo más fácil. Con un sutil gesto descalcé mis sandalias de tacón y guie mi pie hasta que estuvo en contacto con el suyo. Dio un respingo en la silla y mi sonrisa aumentó, su mirada curiosa se fijó en mí y seguí recorriendo su pierna lentamente. Cuando llegue a su muslo su expresión se volvió cautelosa y desconfiada – no pretendo hacerte daño pequeño idiota- dejé vagar mi pie hasta su entrepierna y sonreí al verlo contener un gruñido.
Su erección era palpable volviendo la situación mucho más divertida. Me fijé en mama que seguía hablando con Dani ajena a lo que ocurría con su invitado y decidí llevar mi travesura a otro nivel.
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Rompiendo las reglas
RomanceEmma Cole una mujer segura de lo que busca y eso es sexo. Sexo sudoroso y sin compromiso. Atormentada por un pasado oscuro no está lista para entregarse al amor y todo lo que eso conlleva. Crea tres reglas para llevar mejor su tormento. No salir con...