Capítulo 14

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Las mujeres con pecas tienen más puntos a su favor.





¿Por qué tardaron tanto? – se quejó Dani cuando entramos en su departamento.

–Mi culpa – respondió Chris levantando los hombros de forma despreocupada.

–Chris se puso toda rara por dejar al terremoto, pero está solucionado – aclare - ¿no es cierto mamá sexi?

–Correcto – sonrió.

–Vale, pues diablillo hoy dormimos juntos y el cuarto de invitados para Chris.

–Chicos por mí no se preocupen puedo dormir en el sofá.

–Y perder los ronquidos de Dani, por nada del mundo.

–Yo no ronco – se defendió.

–Síguelo diciendo – bromee -  así que… a prepararnos.

–Sígueme cariño – pidió Dani a la castaña.


Entré en el cuarto de Dani y solté mi bolso en la cama para sacar la ropa. Había elegido un vestido negro  de fiesta ajustado con los hombros al descubierto, era sexi pero nada vulgar, elegí unos estiletes rojos para equilibrar el atuendo.

Amoldé los risos con los dedos dejando mi melena libre y dando un aire un poco salvaje. Algo de maquillaje en los ojos y labial rojo para finalizar.  Una última inspección en el espejo y sonreí satisfecha con el resultado.

–Estas hermoso diablillo – alabó Dani apoyado en el marco de la puerta.

–Gracias cariño, ¿ya está lista Chris? – pregunté saliendo de la habitación.

–Lleva encerrada todo este tiempo sin dar señales de vida.

– ¿Se habrá escapado? –  Dani me miro incrédulo mientras sonreía – voy a cerciorarme  por si acaso.

–Como quieras, las espero en la sala, no se demoren.

Suspiré tranquila al verla sentada en el borde de la cama

– ¿Está todo bien?

–No sé, me siento rara.

– ¿Rara?

–Demasiado tiempo sin salir a divertirme supongo – gimoteó.

–Oye, no te pongas así.

–Amo a mi bebe, pero siento que mi vida ha quedado en pausa y ya no hay tiempo para mí – me miró avergonzada y sonreí intentando tranquilizarla.

–Nadie te está juzgando Chris, es normal que te sientas así.

–No me convierte eso en una madre de mierda

–Querer vivir solo te convierte en alguien normal.

–Vale – sonrió con pesar

–Ahora arreglemos este maquillaje que Dani ya nos está esperando.

Asintió y camino hacia el espejo que colgaba en la pared.

No tenía idea que era ser una madre soltera, bueno no tenía idea que era ser una madre en general, pero sí había algo que conocía y era el sentimiento de tener tu vida en pausa.

Por mucho tiempo había sido esa persona y era frustrante.  Ver las manecillas del reloj marcando nuevos minutos y tu quedarte simplemente estancada, sin avanzar.  Todo se resumía al miedo; miedo a salir a la calle, miedo a ir a la escuela, miedo a dormir. Cuando el sentimiento se mete en tu piel es muy difícil que salga, sólo aumenta convirtiéndote en alguien sin vida, sin control porque todo lo rige ese miedo y no puedes hacer nada por seguir; por vivir.  Te quedas viendo desde la ventana de tu habitación como pasa la vida y tú no puedes. Pero ya no, esa Emma había quedado en el pasado en uno en el que no deseaba regresar.
El miedo ya no regia mi vida, el miedo ya no tenía mi vida en pausa.

Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora