Capítulo 11

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El sexo es el consuelo para los que ya no tienen amor.
Gabriel García Márquez

Habían pasado varios días desde mi huida de Los Ángeles y seguía sin tener noticias de Alexander. No es como si las estuviera esperando, al fin y al cabo él era un tema olvidado pero molestaba que ni siquiera me hubiera dado una explicación, simplemente se conformó con que desapareciera. Mis ideas de que existía otra mujer en su vida fueron más fuertes que nunca y el hecho de que lo hubiera descubierto era la razón para romper el contacto conmigo. Lo prefería así, no quería tener ningún tipo de relación con un hombre infiel.

Fui al piso de fotografía para hablar con Oliver, el encargado de la sala. Necesito poner en marcha la búsqueda de la modelo y confiaba más en el para hacerlo que en alguien de la empresa de Los Ángeles, no era una crítica solo que prefería ir al seguro.

-La gran Emma decidió bajar a visitar este simple mortal - se burló Oliver dándome una sonrisa traviesa

-Te necesito

-Oh valla, nunca pensé que tuvieras un enamoramiento oculto hacia mí pero si lo pides - bromeó haciendo que pusiera mis ojos en blanco

-Necesito tu cámara - aclaré - tu físico no es algo con lo que me muestre atraída

-Auch, eso dolió. Uno hombre necesita soñar.

-Si no te pones todo profesional en este minuto le doy el trabajo a otro - lo amenacé.

-No serias capaz

-Pruébame

-Vale, vale. Que necesitas - pidió no muy seguro si estaba bromeando o no con respecto a darle a otro el trabajo.

-Necesito una modelo

-Bueno, estas siendo tacaña aquí, dame más información. Alguien delicada y virginal o unan toca pelotas de pelo rojo

-Es para un casino - comenté obviando la referencia que hizo sobre mí, porque sí, era una toca pelotas.

-Oí sobre ese proyecto, es bastante grande

-Lo es, así que necesito una modelo con un contrato para que sea el rostro de tres casinos en el país

-Con el dinero todo es posible, pero será difícil encontrar alguna que en tan poco tiempo esté disponible

-Pues comienza a buscar, te mando por correo lo que quiero exactamente y espero que lo encuentres

-No eres exigente - murmuró con ironía

-No más que tú - puse rumbo a la salida - por cierto, lo necesito para ayer.

Sonreí al ver su expresión incrédula, sabía que era todo un reto pero él lo conseguiría. Si él lograba plasmar en sus fotos lo que tenía en mente la publicidad iba hacer una bomba, así que tenía que poner manos a la obra y mandarle mis especificaciones con carácter urgente.

Salí rumbo a mi apartamento cuando el reloj marcó mi horario de salida. Por hoy estaba bien con el trabajo, ya le había mandado a Oliver lo que necesitaba y rezaba para que estuviera listo antes de que terminara la semana o el tiempo se nos echaría encima. Fuera de eso estaba complacida con el ritmo en que estábamos llevando el proyecto. Esta mañana había hablado con Rachel y me había dado vía libre para crear un logo que identificara la firma, ya tenía varias cosas en mente y estaba ansiosa por llevarlas a la práctica.

Saqué las llaves del bolso al salir del elevador y la sorpresa se instaló en mi rostro al ver a Alexander apoyado en la puerta de mi apartamento.

Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora