El mundo del DO~ Flamantha

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Maratón 3/3
Narra Flavio

Quería que la cena fuera especial así que Anaju reservo en un restaurante donde sabíamos seguro que no estaría Marc y que estaba al lado de la playa, había convencido a Hugo para que no nos llevará al restaurante si no que llamaría a un taxi. Estaba bastante nervioso desde esta tarde pero cuando las chicas empezaron a hablar del vestido de Samantha mis nervios aumentaron. Hasta que la ví bajar y entonces supe que todos los piropos que le había hecho Eva no eran en vano, ese vestido le quedaba jodidamente perfecto y tenía una visión espectacular de sus tatuajes.

-Se te cae la baba Flavio- me dijo Bruno que estaba a mi lado.

-Joder con la rubia...- dijo Rafa riendose.

-Hola, nos vamos- dijo parada enfrente de mi.

-Si, claro vámonos- le dije dejándole un beso en la mejilla.

Los dos salimos de la casa entre piropos y algunos comentarios de nuestros amigos, y nos subimos al taxi, el cual le había dado la dirección antes de que llegara Samantha para no gafar la sorpresa.

-Estas espectacular Samantha.

-Muchas gracias Flavio.

-Es que te veo y digo joder...- le dije con una sonrisa.

-Eso que no te has visto a ti, yo casi me desmayo- me dijo mirándome de arriba abajo.

-Anda eres una exagerada- le dije y me acerque para darle un beso.

-Eres tan bonito- me dijo y volvió a besarme, pero esta vez le deje un mordisco en el labio inferior.

-Poc a poc que aún queda mucha noche- le dije mientras ella se mordía el labio sensualmente- No hagas eso por dios Samantha.

-Vale ya paro- dijo entre risas y me acarició la mejilla- Por cierto dónde vamos.

-Es una sorpresa Samantha. Aguanta un poco.

El camino no fue muy largo y lo que íbamos haciendo era jugar con las manos del otro y hacernos alguna que otra foto haciendo el tonto.

-Ya hemos llegado- nos avisó el taxista.

-Muchas gracias- le dije mientras le pagaba y me gire en dirección a Samantha- Date la vuelta y cierra los ojos.

-Flavio no me gustan las sorpresas- me chilló antes de que le tapara los ojos.

-Pues esta te va a tener que gustar- le dije mordiéndole el cachete.

La saque del taxi, y nos acercamos hacia la puerta del restaurante, Anaju conocía al dueño que era amiga de su tío, y nos reservó toda la terraza con un piano solamente para nosotros dos. El segurata nos llevó a las escaleras que llevaban directamente hacía la terraza, para que la gente no mirara a Samantha cuando pasaramos.

-Flavio como me caiga te mato, avisado estás- me dijo Samantha antes de subir las escaleras.

-No te vas a caer, confía en mí- le dije.

-Siempre confio en ti.

Acabamos de subir las escaleras me puse detrás de ella, y le quite la venda.

-¡Dios!- dijo al darse cuenta dónde estábamos- Esto es precioso Flavio, muchas gracias.

-No te mereces menos- le dije abrazándola.

-¿Pero cuando has hecho todo esto?- dijo señalando el sitio y mirando las vistas hacia el mar.

-Bueno tengo que admitir que para esta parte de la sorpresa he tenido ayuda. ¿Vamos a cenar?- le pregunté y ella asintió.