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Narra Flavio:

Escuche el ruido de mi alarma y en cuanto abrí los ojos, ví a Samantha durmiendo entre mis brazos. Parecía tan tranquila que al verla así no podrías imaginarte el torbellino que se venia en cuanto se despertara.

-Samantha-  la llamé mientras jugaba con su pelo.

-Samantha- volví a insistir- Venga que vamos a llegar tarde.

-Buenos días bonico- me dijo mientras intentaba abrir los ojos- ¿Desayunamos?

-Cuando la reina quiera- le dije riendome.

-Venga vamos que tengo hambre- dijo levantandose de la cama, se coloco mi camiseta de la noche anterior y se dirigió a la puerta.

-¡Madre mía!- le digo mientras la veo ahí y observó todos sus tatuajes.

-Me puedes dejar de comer con la mirada, venir aquí para ir a desayunar.

-Ya voy sargenta- le digo levantándome rápidamente de la cama solo con un pantalón- Por cierto me debes un beso de  buenos días.

-Ven aquí tonto- me dijo y me dio un beso, con un mordisco y me arrastró hasta la cocina.

Al llegar a la cocina estaban ya despiertas Anaju y Mai, nos sentamos con ellas y estuvimos desayunando mientras íbamos hablando de lo que nos había parecido las canciones que nos habían dado para esta semana, y todos coincidimos en que estaban bastante bien. Y Anaju dijo que Samantha iba a hacer que la gente alucinara aún más con su voz. Samantha se fue a fumar un cigarro y yo aproveche para irme a duchar antes de irnos a la Academia. Por el camino las chicas iban a hablando de sus cosas y Samantha no paraba de mirar el móvil con un poco de preocupación.

-¿Samantha estás bien?- le pregunto abrazándola por detrás.

-Si bebé estoy bien- me respondió dejándome un beso en la mejilla.

Llegamos a la puerta, y habían llegado unos cuantos, ví como Samantha se alejaba del resto para hablar con Javy, y podía ver que no estaban discutiendo, pero fuera lo que estaban hablando a Javy no le estaba haciendo mucha gracia la conversación.

Sonó el timbre y todos nos fuimos en dirección a la aula que nos tocaba a mi me tocaba cultura musical con Samantha, nos sentamos juntos y me era muy difícil no tocarla o no besarla. Así que cogí una hoja de papel y la puse entre nosotros dos, y empecé a escribirle.

Se me esta haciendo muy difícil no besarte.

Le dí un codazo a Samantha, al girarse me miró con una cara que podría jurar que quería matarme, le señale la hoja para que la leyera y mientras lo hacía podía ver su cara y se puso un poco roja.

Ai bebé no me digas eso... Yo también tengo muchas ganas de besarte.

Esta vez fue a mí al que le salió la risa tonta en medio de la clase. Y así fue como se nos hizo mucho más amena el rato, escribíamos en ese papel todo lo que se nos pasaba por la mente, sabiendo que ninguno de los dos iba a juzgar al otro dijera lo que dijera. Una vez acabada la clase salimos en dirección a la cafetería, y en el momento en el que pasamos por la sala del piano, me fije que estaba vacía y decidí meter a Samantha dentro de ella, pero esta no se lo esperaba.

-Pero Flavio no íbamos a la cafetería con...- y no pudo seguir hablando por qué la besé estaba tentado a hacerlo desde que estábamos en clase.

-Pero bueno-  me dijo con una sonrisa- Vas a tener que empezar a aguantarte las ganas Flavio Augusto.

-Oye, me vas a negar que tú tampoco lo querías- le dije acercándome a ella.

-No voy a negar eso porque estaría mintiendo, pero también te digo que nos tenemos que ir con el resto a la cafetería- se acercó a mí y me dio un beso- Y ahora conformate con esto hasta que acaben las clases.

El mundo del DO~ FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora