10

2.5K 98 5
                                    

Narra Flavio

Cuando me sonó la alarma me levanté a duras penas, mi cabeza no me había ayudado a dormir de la mejor manera, había soñado con Samantha y ni yo mismo sabía el porqué. Me fui en dirección a la cocina y me tomé una taza de café hoy justamente lo necesitaba.

-Buenos días- dijo Gèrard apareciendo detrás mío.

-Buenos días- le dije dándole una taza de café.

-Joder y esa cara- me dijo riendo.

-No he tenido una buena noche.

-¿Samantha?- me pregunto.

-Algo parecido- le confesé mientras me tomaba el café.

-Madre mía Flavio- dijo riendose.

Me acabe de tomar la taza de café y me fui en dirección a la ducha, necesitaba esa ducha para despertarme del todo, una vez salí de ahí me fui a mi habitación para cambiarme. Cogí la libreta que había dejado en el suelo la noche anterior y la cogí para llevarmela a l'Academia por si se me ocurría alguna que otra cosa para escribir.

-¿Flavio, ya estas?- me chilló Gèrard desde el comedor.

-Voy.

Los dos salimos de casa y nos encontramos a Anne, con Anaju, Mai y Samantha.

-Buenos días- dijo Mai dandonos besos.

-Joder Flavio vaya careto- me dijo Sam riendose.

-Estás tú muy graciosa- le dije mirándola y empecé a hacer algunos graves.

-Fla por favor, para- dijo mirándome, pero yo no le hice caso y seguí haciéndolo.

-¿Ya no te ries de mi verdad?- le dije sacándole la lengua.

-¡Flavio!- me chilló y se acercó a mí- Puedes parar por favor- y me hizo un puchero.

-Bueno pero porque me lo has dicho bien- le respondí y le dí un abrazo.

Seguimos andando camino a l'Academia y el trayecto fue divertido, había un ambiente muy bueno y cuando llegamos a la puerta estábamos todos y nos empezamos a contar cosas y a reírnos. De repente pasó Marta por nuestro lado y me miro de mala manera y siguió caminando.

-Joder Flavio y esa mirada- me dijo Anaju.

-Ostia es verdad que ayer vosotras no estabais- dijo Nia mirándonos.

-¿Que paso?- dijo Samantha uniéndose a la conversación.

-Pues nada aquí el amigo, que ayer le puso los puntos a Marta y le dijo todo lo que nosotros pensamos- añadió Rafa.

-Joder Flavio, ya era hora- dijo Mai riéndose.

-Bueno ya está hasta aquí la anécdota del día- dije con una sonrisa.

Nos fuimos cada uno a su clase, yo tenía clases avanzadas de piano, me encantaba ese momento. Me sentía libre y sin ningún pudor ni vergüenza, era el único momento donde no tenía barreras y podía ser 100% yo.

-Bueno Flavio, yo creo que por hoy ya tienes suficiente, cada día mejoras más- me dijo Manu levantándose.

-¿Manu me puedo quedar hasta la hora de descanso?- le pregunté

-Claro, quédate lo que quieras, ahora nadie tiene clase aquí.

Manu se fue por la puerta y yo volvía tocar las teclas, como si no hubiese un mañana, todas mis dudas, inseguridades y dolores de cabeza los estaba dejando ir, y a la vez los plasmaba en esa pequeña sala donde solo había un piano y yo. Quedaban unos diez minutos para que sonara el timbre y todos salieran de sus clases, seguí tocando hasta que escuche como la puerta de la sala se abría y lo primero que ví fueron esos ojos azules que me habían llamado la atención. Samantha me pidio permiso para entrar con la mirada y yo asentí con la cabeza sin dejar de tocar el piano, esta se sentó a mi lado y me miraba mientras yo tocaba. Me sentía bien con ella a mi lado mientras tocaba era una sensación que pocas veces había experimentado y menos de una manera tan rápida. Ella apoyó su cabeza en mi hombro y yo seguí tocando hasta que sonó el timbre dándonos a entender que ya era la hora de el descanso. Pare de tocar el piano, y ella levanto su cabeza y me miro.

El mundo del DO~ FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora