Capítulo 33 : Beso de buenas noches

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DAVEN


La Jaula era un bar de mala muerte ubicado en el tramo final de una calle ciega repleta de otros cuchitriles similares. La única razón por la que Mitch no temía recorrer la zona más peligrosa de Endfield en su inmaculada Hummer, es porque su rostro era bien conocido en los bajos fondos de Hampton (en parte debido a su trato con los vendedores y en parte por mi propia relación con la delincuencia). Mitch había vivido conmigo la época de pandillero, hecho que lo llevó a moverse en los mismos círculos para cubrirme o informarme sobre cualquier cosa rara que se estuviera cocinando.

Él ya tenía experiencia relacionándose con maleantes para cuando decidí acudir a Leon por trabajo, tiempo después de que mamá muriera, papá quedara convaleciente y el dinero del seguro se agotara. Con toda la plata que poseía su familia, era obvio que no necesitaba mezclarse con criminales y adictos. Pero la vida es extraña en muchas formas. Mitch encontró un escape en el lado opuesto de donde se hallaban los lujos, precisamente junto a los criminales y adictos. Tenía una especie de doble identidad, intentando actuar como el hijo recto en casa y luego como el adolescente temerario en las calles.

Parecía injusto culparlo por querer huir de su realidad. Yo conocía la mierda que arrastraba, y por esa razón siempre fue la última persona a quien recurrí en busca de ayuda. Él ofreció prestarme dinero varias veces. Sin embargo, sólo llegué a aceptarlo en circunstancias extremas, con la promesa de que saldaría mi deuda a la primera oportunidad. No le fallé en ninguna ocasión. Que tuviera un amigo ricachón no significaba que debía convertirlo en mi banco personal. Me gustaba más el hecho de poder darle algo que seguramente nunca tendría en casa: la certeza de que le importaba a alguien.

Creo que los ratos que pasamos en mi pequeño hogar fueron más significativos para él que toda su vida en esa mansión. Mamá lo apreciaba. Llegó a cocinarle pasteles por su cumpleaños y darle obsequios por navidad. No eran la gran cosa, pero lo hicieron sonreír y poner cara de niño tímido. Derramó más lágrimas que yo en su funeral y, cuando mi vida empezó a llenarse de problemas, prometió quedarse para ayudarme a resolverlos. Fuimos más unidos a partir de ese momento.

Nos cuidábamos el uno al otro.

Incluso estuvo presente la noche en que me arrestaron. Nunca lo mencionó, pero conociendo al monstruo de su padre, apuesto a que recibió una golpiza luego de que el escándalo estallara. Todo por mí, por el deseo de no abandonarme ni en los momentos más peligrosos. Seguía cumpliendo esa promesa hoy, mientras conducía por un horrible barrio hacia una situación desconocida. Aunque continuaba enfadado con él debido al asunto de Devan, tenía que admitir que su compañía resultaba confortante. Me hacía pensar que saldríamos de cualquier cosa juntos.

Esperaba que así fuera.

Nos detuvimos en el aparcamiento delantero de La Jaula donde, a esas horas de la tarde, ya se agrupaban algunos coches y media docena de motocicletas. Mitch se enfundó la pistola en la pretina del pantalón antes de ponerse la sucia chaqueta para cubrirla. Yo le di una mirada a nuestro entorno observando a los tipos repantigados en las escaleras de un local de comida y a los viejos que fumaban y bebían aguardiente fuera de otro de los bares.

—¿Estás listo? —preguntó Mitch con evidente reserva.

—Tommy y el otro tipo que te golpeó estarán adentro. —le recordé. —Contrólate.

—Ya los he visto por ahí. No hay problema.

—Bien. Salgamos de esto.

Me bajé del auto y, de inmediato, sentí el calor abrasador del sol. El área se sentía más caliente que cualquier otra parte de Hampton. La explicación era que no había tantos árboles alrededor, sólo asfalto y maleza seca entre los edificios de dos o tres plantas. El olor a humo y orine me inundó las fosas nasales conforme acortábamos el último tramo hacia nuestro destino. Incluso en West Hill, que ya era considerado el vecindario de la plebe, éramos más limpios que esto.

El Día Que Las Estrellas Caigan ✔ (Destinados I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora