El Día Que Las Estrellas Caigan ✔ (Destinados I)

La carta que no encontró destino

Mi adorado limpiador compulsivo,

Llevo exactamente una hora y treinta y siete minutos arrojando papel tras papel al suelo. El reloj acaba de cambiar mientras escribo, lo cual significa otro minuto más de debate sobre cómo hacer esto. Aunque quisiera, no tengo palabras hermosas para adornar esta hoja. Ni siquiera tengo pensamientos coherentes. La vida se ha vuelto difícil desde que te fuiste, tanto que a veces me cuesta decidir sobre las cosas más simples. Lo básico ya no es sencillo. Comer, dormir, hablar... son hábitos a los que casi no puedo seguirle el ritmo, porque estoy demasiado concentrada en seguir respirando.

Hay mucho dentro de mí, Dave. No sé cómo lidiar con el hecho de que ya no estés aquí. Es que te imagino en ese lugar y todo me duele. Aún cuando decidiste apartarme para protegerme, tu dolor sigue siendo el mío, y ninguna despedida hará que deje de sentirlo. No dudaría en entregar mi alma y lo poco que me queda a cambio de verte libre y de nuevo a salvo. Cómo quisiera volver a esa noche sólo para impedir que te fueras.

Qué estúpida fui creyéndote. Estoy tan enojada contigo por haberme mentido. Pero el dolor es más grande. Me está ahogando. Nunca pensé que el amor se sintiera así, como si te apretujaran el pecho una y otra vez. Como si el peso de algo enorme te presionara la garganta cortando de a poco el suministro de aire.

Estoy luchando para mantenerme cuerda, de verdad lo intento. Pero me está costando demasiado. Y tengo miedo, más del que nunca he tenido en mi estúpida adolescencia. No sé qué hacer conmigo o con lo que siento. No sé con quién hablar. Abu se encuentra lejos, con Nat apenas puedo charlar y mis padres no están nada contentos ahora que saben que estoy embarazada.

Sí, leíste bien. Estoy embarazada. Vamos a tener un bebé.

Ojalá pudiera darte la noticia de otra forma. Supongo que una carta es más de lo que ambos podemos esperar, dadas las circunstancias. No le he dicho a nadie al respecto, me asusta meterte en más problemas. Pensé largo y tendido antes de tomar la decisión de escribirte. Perdona si esto lo complica más para ti, es que necesitaba que lo supieras. Tal vez te alegre o tal vez no, no lo sé. Yo tampoco siento que la situación sea la mejor, pero él  o ella es nuestro y quiero que nazca.

Te aseguro que no tienes nada de qué preocuparte. No pienso exponerte de ninguna manera. Sólo pensé en que tenía que contártelo, porque todo marcha de cabeza por aquí y no estoy segura de cuánto pueda aguantar sin volverme loca. Sé que terminaste lo nuestro, sé que no debería pedirte que respondieras, pero te ruego que lo hagas. Incluso si es para decirme que no estás feliz, incluso si te enoja nuestra propia estupidez. Por favor, respóndeme.

Eres todo lo que tengo. Creo que nunca me encontraré tan desesperada por recibir una carta o una llamada de vuelta como a partir de ahora. Hay cosas que no sabes y que me gustaría explicarte. Quizá podamos resolverlo juntos, quizá así deje de sentir tanto miedo y vergüenza hacia mí misma por no ser tan fuerte como debería. Lamento rogarte, lamento todo. Sé que esta no es la Willow que conociste. Sin embargo, te aseguro que es la misma chica que sigue amándote con huesos, piel, mente y corazón.

Entiendo si te lleva un tiempo procesar la noticia. A mi también me ha costado aceptarlo. Sólo danos una oportunidad de... no sé. No sé qué estoy pidiéndote exactamente, lo único que sé es que quiero a nuestro hijo y te necesito a ti, Dave.

Intenta no dejar este mensaje sin contestar, por favor.

Esperaré los días o las semanas que sean necesarias.

Tuya hoy y siempre,

Willow.