Un nuevo personaje aparece en el dorama Boys Over Flowers. Lo más raro e interesante es que ella no quiere participar en la historia. Ella se conforma con solo mirar y disfrutar de su tiempo en este mundo, ya que no pertenece a este lugar. Pero todo...
Desperté en una habitación de hospital, miré detenidamente el lugar. Y no me sorprendió que en una silla junto a mi estuviera mi hermano, Jae.
Un momento, desde cuando le llamo así. No me di cuenta de que ya le decía así. - me sorprende que me haya adaptado tan rápido a él, aunque siempre he querido un hermano.
Muevo mis manos y siento que en mi mano derecha hay algo. La alzo y veo que esta cerrada en un puño, al abrirlo veo una nota estrujada. La abro y leo:
Hola ____.
Decidí cumplir tu deseo, y ahora este es tu mundo. Ya no existes en el mundo real, como tu le llamas. Poco a poco te irás adaptando a este lugar, sin darte cuenta. No olvidarás por completo tu otro mundo pero si gran parte de el. Sobre Jan Di no te preocupes ya llegará. Tengo un pequeño consejo para ti con respecto a esa duda que te inquieta: Sigue tus instintos, si crees que algo malo pasara quizá sea porque es así. Pero, ¿no es este tu mundo ahora? ¿No perteneces ahora a aquí?
Atentamente, un amigo...
"¿¡Qué clase de consejo es ese!? No sirve de nada, supongo que debo de aceptar que este es ahora mi mundo. Pero yo creía que podría regresar." — suspiro— "A fin de cuentas, no se si de verdad pertenezca aquí. ¡Y yo no sé quién escribió esta nota! ¡Con: un amigo, no me dice nada acerca de quien es!"— pensé—"Un momento, ¡no me voy a molestar por eso! Yo siempre estoy alegre, y esta no va a ser la excepción. En cierto modo todo mejoró, mi sueño se cumplió, mi familia sigue siendo mi familia (o al menos hasta ahora han dado la impresión de serlo) No voy a pensar más en lo que deje atrás." — me doy unas palmadas en el rostro. Y tomo un poco de agua que había en una mesa junto a la cama del hospital.
Siento algo que se mueve en los pies de la cama. Cuando miro es Jae, que estaba despertando. Me miró, se rascó la cabeza y bostezo:
—Estas bien? Casi me matas del susto. ¿¡Que tipo de bienvenida es esa!?-—dice sin apartar la vista de mi.
—No es mi culpa—digo y le saco la lengua.
— Tienes suerte de tener un hermano como yo, soy perfecto.— dijo arrogante.
Se que no debería reaccionar a ese comentario pero el tenía razón. Es el hermano perfecto y aunque no lo fuera para mí lo sería porque empiezo a sentir que lo quiero mucho.
Jae se cubrió la parte trasera de la cabeza para evitar que yo le diera algún golpe por su comentario arrogante. Pero en vez de eso yo me incorporé hacia adelante en la camilla y le di un abrazo.
El se sorprendió pero luego de un momento me devolvió el abrazo y dijo:
— Se que no te lo digo mucho pero te quiero— dijo y me dio un beso en la frente para luego revolverme el cabello— Seguro que ahora estás pensando en lo hermoso y perfecto que es tenerme como hermano y en lo afortunada que eres. ¿¡No fue ese gesto de hace un momento totalmente perfecto!?— dijo con una sonrisa autosuficiente.
— Ya estamos de nuevo.— dije rodando los ojos.
2 horas después:
Ya estábamos en casa, los doctores me habían dejado ir pronto, ya que lo que tuve fue muy leve. Dijeron que había estado sometida a mucho estrés y que mi cuerpo reaccionó de esa manera.
Jae estaba sentado en el sofá de su cuarto jugando videojuegos. Yo solo me limitaba a comer Lays y observarlo jugar. Hasta que me quede dormida.
Al día siguiente:
Desperté en el cuarto de mi hermano, donde mismo me había quedado dormida, en su cama. Mire alrededor y él no estaba. Me levanté y me miré en el espejo de su cuarto para encontrar una nota adhesiva en mi frente:
Te espero para desayunar, no despiertes tarde. Recuerda que es mi primer día en Shinwa y ¡NO QUIERO LLEGAR TARDE!
Fui a mi cuarto tomé mi cosas y me vestí rápido, lo más rápido que pude. Cuando llegue al comedor en la planta baja de la casa. Mi hermano me esperaba de brazos cruzados.
— Ahí está tu desayuno. ¡Come rápido! ¡La escuela debe de estar preguntándose dónde está su príncipe!— dijo mientras me apuraba para que comiera más rápido.
— Si, si. ¡No vas a ser popular con esa actitud tuya!— dije y me levante de la silla. Salí de casa y fui hacia mi carro.
— No, no. ¡Hoy vamos en la limusina!— dijo emocionado y entró en la limusina. Suspiré pesadamente, no quisiera llamar tanto la atención, pero ¿¡cómo le explico todo esta extraña situación por la que no quiero llaame la atención!?, así que entré detrás de él sin decir una palabra. A fin de cuentas, un día es un día, no debe de pasar nada.
3 semanas después:
Ya me acostumbré a este lugar y a mi familia. Es la misma solo con pequeños cambios. En la escuela me va bien, pero por algún motivo Jan Di aún no aparece y cada vez me cuesta más trabajo evitar a los F4. Me los encuentro donde sea, es como si estuviesen en todas partes.
Con cada día que paso en esta escuela mi popularidad aumenta. Pues para los estudiantes parece que soy toda una celebridad. No digo que no me guste pero no quiero terminar con una tarjeta roja del F4 y la ira de Jun Pyo.
Me acerqué a mi casillero y lo abrí, con susto de encontrar una tarjeta. Por suerte no había ninguna. Recogí mis libros y me fui a clase...
Mientras en la guarida de los F4:
Gu Jun Pyo observaba a través de su televisor, desde el que tenía acceso a las cámaras de seguridad de la escuela, a ____. Ella avanzaba por el pasillo principal de la escuela. Veía como la saludaban y le abrían paso para que pasara. Algunos hasta hacían reverencias.
Frustrado, apagó las cámaras de seguridad y se puso pensar....
Continuará....
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