Un nuevo personaje aparece en el dorama Boys Over Flowers. Lo más raro e interesante es que ella no quiere participar en la historia. Ella se conforma con solo mirar y disfrutar de su tiempo en este mundo, ya que no pertenece a este lugar. Pero todo...
A partir de este capítulo comenzará la novela. Algunas cosas las cambié, no son cambios radicales ni nada por el estilo. Gracias por su atención.
Now, el capítulo 9! Disfruten! Traído a ustedes con mucho amor!!!😊❤
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(____'s POV)
Han pasado trece días desde que soy parte del F4 y alrededor de nueve días desde que Jan Di apareció. Al principio cuando me uní a los F4 como su protegida, los ignore por unos días. Hasta que yo misma llegué a una solución: interferir lo menos posible. No se que sucedería si cambiara las cosas.
En resumen ahora soy amiga de los F4, es como si hubiésemos sido amigos desde siempre. Todavía no puedo creer que los veo en persona e interactuo con ellos, es maravilloso.
Aún así, me tiene un poco preocupada que todavía no ha pasado ningún acontecimiento de los que ocurren en la novela.
— ¡¡¡Llegaremos tarde!!!— gritó Jae desde el salón.
— ¡¡Ya Voy!!— le respondí.
Estábamos en el carro que nos llevaría a la escuela. En el camino Jae no dejaba de decirme que le hablara a los F4 de el.
No importaba cuántas veces yo le dijera que el era casi tan popular como el F4 en la escuela. El seguía con la idea de unirse a ellos o al menos de ser su amigo.
Al llegar, salí caminando en dirección al campus de la escuela y me senté en uno de los bancos que habían allí.
Escuché una melodía de violín cerca de mí, fue entonces cuando me di cuenta de en dónde estaba. Me levanté del banco y caminé sigilosamente en la dirección de la que parecía provenir la melodía. Y entonces lo vi, era Ji Hoo, estaba tocando su violín. El no me vio, pero si vio a Jan Di. Cuando Ji Hoo terminó de tocar, ella dijo:
Vi como Jan Di, se marchó, después de esto Ji Hoo simplemente, comenzó de nuevo a tocar su violín. Yo seguía ahí todavía, parada en el mismo lugar, mis manos estaban apretadas, formando puños. Cuándo me di cuenta de esto, las abrí tenía marcadas mis uñas en ambas palmas.
Retrocedí unos pasos, iba a irme de ahí, cuando la voz de Ji Hoo me detuvo.
—¿Me espías?— preguntó
— No, yo, yo ya me iba.— dije retrocediendo aún más.
El se dio la vuelta, ya que antes, cuando me habló, estaba dándome la espalda. Ambos nos quedamos mirándonos, hasta que la campana de la escuela sonó. Me di la vuelta y salí corriendo de ahí.
