Fui a recoger a Angeline y Christian me prestó su CR-V blanco con las ventanas polarizadas, los moroi tenían que usar las ventanas así para que en el día no les lastimara la luz del sol.
Mi celular sonó siendo Angeline la que me mandaba un mensaje diciendo que su vuelo se retrasó y estaría en la corte como a las 6 de la tarde en horario moroi, fue entonces cuando un idea cruzó por mi mente y tomé un desvío hacia St. Vladimir para preguntarle personalmente a Alberta si ayudaría con la guardia en Rusia ya que Lissa no quería que yo lo estuviera.
Era cercana a Alberta, ella siempre me apoyó y cuando regresé de Rusia se ofreció a ser mi mentora para ponerme al corriente en mi entrenamiento ayudándome a poder graduarme y eso se lo agradecería por siempre. Llegué al instituto y los guardianes me reconocieron en seguida dejándome entrar; eso era una de las ventajas de ser una guardiana muy reconocida en el mundo moroi.
Estacioné el auto y bajé viendo la camioneta blanca en medio de todas las demás de color negro, la nieve cubría al instituto como un manto color blanco, está época del año siempre me recordaba a Mason y me ponía nostálgica, el único que lo sabía era Dimitri.
Camine de largo por todo el pasillo principal que daba a la oficina de Alberta, nada había cambiado solo que el gimnasio también lo ocupaban los moroi gracias a la ley que Liss creó donde ellos podían también aprender a luchar, lo de la magia ofensiva todavía estaba por verse. Llegué a la oficina de Alberta con la puerta abierta dejando ver a la directora Kirova y a ella en lo que parecía una pelea pero mantenían su tono de voz neutral, estaba por tocar cuando Alberta me vió.
–Rose–dijo con sorpresa haciendo que Kirova se volteara hacia mi.
–Si... yo iba a tocar– señalé la puerta.
–Yo las dejo solas, un gusto verte Rose– dijo Kirova antes de salir.
–Igual–contesté cuando pasó por mi lado.
–Pasa–me habló Alberta. No iba a preguntar obviamente de qué estaban hablando, aún que no se me hacía raro que pelearan ya que lo hacían todo el tiempo cuando estudiaba aquí. La verdad Kirova se veía más vieja de como la recordaba pero Alberta se veía igual a la última vez que la había visto. Se paró y me dio un abrazo al cual correspondí con gusto.
–Y a qué viene esta sorpresa– dijo mientras nos sentábamos.
–Solo vine a saludar y ver que tanto habían cambiado las cosas por aquí–dije un tanto de verdad.
–Bueno pues aquí estoy–sonrió.
–Si también quería decirte algo importante– tomé aire–Se que es algo imprevisto y tal vez estés ocupada, solo quería preguntar si ayudarías con la guardia en el viaje de la reina Rusia–
La vi pensativa–Algo de tomar– se dirigió a una mesita con una cafetera y cosas para preparar chocolate caliente y en ese momento eso era lo único que se me antojaba por Ake como dije antes el café era algo que no bebería nunca aún que se lo había visto tomar muchas veces a Dimitri.
–Chocolate estaría bien, gracias–me entregó una taza grande.
Se sentó y después de un minuto de silencio habló.
–Por supuesto– sonrió –ahora cuéntame sobre tu matrimonio con Dimitri–
Sonreí.
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Linaje restaurado
FanfictionLa historia estaba en mi anterior cuenta pero la perdí y no la pude recuperar, era vale45679. Después de Vampire Academy y Bloodlines. Todos se ponen de acuerdo para pasar las vacaciones de inverno en Rusia. Habrá mucho de que hablar ya que han pasa...