Linaje restaurado

6.Rose.

La hermana de Mason tenía un buen parecido con él. Nos llevábamos muy bien, no la había visto desde el funeral de su hermano.

-¿Y cómo va todo?-

-Muy bien-dijo sonriente-Ya quiero que empiece el otro curso, nos enseñarán a estacar-

-Cierto-dije recordando-Lo había olvidado cómo no estuve esos dos años a mi me enseñaron a los 17-reí- Que te sirva como moraleja-

-Si, que bueno que me lo dijeras pero sería divertido terminar enamorada de tu mentor u después de unos años casarse con él. Sobre todo si es guapo y un guardián respetado ¿Cierto señora Belikov?-

-Oye no lo entenderías-reí.

-Claro que si-fingió ofenderse-Te enamoraste-

-Una pregunta-dije pidiéndole a Dios que no fuera así-¿Mi casamiento fue tan famoso?-

-Si. Un poco- dijo-Ya sabes lo normal, dos dhampirs casados es algo poco común-

-Si, tienes razón-cedí.

-Eres muy famosa-dijo dándome una sonrisa.

-Si, eso explica por qué todos se me quedan viendo- dije haciéndolo ver obvio.

-Oye no es mi culpa-se defendió-llevas el cabello recogido donde todos ven tus marcas Molnija que son 7 y una marca de la batalla apenas a tus 23 años y todos sabemos que haz matado a más de 7 strigois-

-Al menos te puedo presumir-se encogió de hombros.

-Cierto-dije dándole la razón a lo que se refería.

Seguimos platicando un rato hasta que Jessica se tuvo que ir a entrenar.

-Te acompaño-me ofrecí.

-Bueno-accedió mientras nos encaminábamos al gimnasio, era un poco más pequeño que el del campus superior pero lo suficientemente grande.

-¿Quién te da clases?-le pregunté curiosa.

-Celeste-

Si me acordaba de ella, había peleado con ella en mí experiencia de campo además de que era parte del consejo.

Vi la hora para asegurarme de no llegar tarde pero fallé. Mierda, no iba alcanzar a llegar, seguramente Abe ya está en la Corte.

-Lo siento Jessica, me tengo que ir. Pero me dio mucho gusto hablar contigo.- le dije algo apenada ya que quería que conociera unas amigas.

-Igual. No te preocupes, gracias por hablar conmigo-me abrazó-Corre-

Ya en Pensilvania a mitad del camino a la Corte recibí una llamada de Lissa para mi mala suerte.

-Hola amiga, me da gusto que llamaras, hace mucho que no nos vemos, qué tal la familia-
Traté de hacer una broma para aligerar la situación.

-Rose, ¿Dónde estás?-dijo algo molesta.

-Ya voy en camino-

-Bueno apresúrate, ya todos están aquí. Angeline ya llegó pero no quiso molestarte, sobre el acceso de ella avisé antes-

-Estaré en una hora ahí-hice una mueca.

-Más te vale-gruñó.

Como dije antes en una hora llegué a la Corte y en cuanto estacioné la camioneta me bajé inmediatamente para empezar a correr hacia donde sería la cena.

.....

-Llegué- dije jadeante a consecuencia de subir diez pisos por escaleras ya que el elevador estaba atascado de un grupo de morois que se veía que iban a una fiesta.