Linaje restaurado

11.Rose.

Llegamos al salón y si creía que tres maletas eran muchas, para las demás eran de poco, tan solo Lissa llevaba cinco.

Algunos estaban todavía adormilados como Jill y Eddie, otros estaban emocionados como Lissa y Mia, algunos peleando como Christian y Adrian junto con Mikhail pero el más bien hacía el papel de mediador, los demás solo desayunaban tranquilamente como Sydney y Sonya, mi madre platicaba con ellas para mi sorpresa.

-¡Y esa es la razón por la que es injusto!- gritó Adrian.

-Mira- dijo exasperado Christian-Lo quieras o no es la verdad-

-¿De que tanto pelean?- fruncí el ceño.

-Su majestad no entiende que le puedo ganar en una pelea cuerpo a cuerpo- bufó Adrian-Se defensa personal-

-Defensa personal es lo básico y yo he estado entrenando- dijo Christian.

-Rose me puede enseñar-habló Adrian con desesperación. Todos los presentes me voltearon a ver.

-Si solo es para molestar a Christian, de acuerdo-me encogí de hombros.

-¡Perfecto!- sonrió triunfante Adrian.

Algo chocó con mi pierna o mejor dicho alguien-¡Tía Rose!- dijo Declan abrazándose a mi pierna, tenía cuatro años y medio pero para los demás tenía 3.

Me agaché a la altura de él. -Hola Dec, ¿emocionado por las vacaciones?-

El asintió enérgicamente mientras alzaba sus bracitos pidiendo que lo cargara.

Suspiré-Solo un rato-no supe si lo decía para él o para mi mientras lo cargaba.

-Hey, mira-habló Eddie.-Awww te gustan los niños, tienes sentimientos-

Rodé los ojos-Por lo menos a mi no me da miedo cargarlo-reí recordando que al principio a Eddie le daba miedo cargar a Declan y lo mismo pasó con André.

-¡Oh vamos!-se quejó.

-Si lo recuerdo-río Lissa-Estaba reacio a no cargar a André-

-Era normal en mi nula experiencia con niños-

-Me encontré ayer a Jessica en la academia- le comenté mientras le hacía caras a Declan.

-¿En serio? ¿cómo está?-una sonrisa triste adornó su rostro.

-Bien-sonreí-se parece mucho a él-

Eddie tenía la mirada perdida. Puse mi mano sobre su hombro.-Lo sé, Eddie-fue lo único que dije antes de dirigirme a Sydney para entregarle a Declan.

-Bueno, el jet está casi listo- anunció Abe.

-Que bueno-murmuré.

-Creo que ya notaron lo entusiasmada que estás con el viaje- me susurró Dimitri tomándome de la cintura para sentarnos.

-Belikov cuida donde están tus manos si no quieres que le pasen algo de la nada-

-¡Papá!- le grité, me sorprendí de llamarle así ya que rara vez lo hacía.

-¿Qué?- sonrió despreocupado-¿Es que acaso dijo algo malo?-

-Tres años casados y sigue con lo mismo- sacudió la cabeza Dimitri.

Me reí-En algún momento se le tiene que pasar-

-Lo dudo-se sentó en el lugar de siempre.

-Oigan, iré hacerle una visita a los alimentadores- se paró Adrian -vuelvo en un rato-