Linaje restaurado

21.Rose

Los días pasaron y estábamos armando un plan para encontrar a Tasha, Lissa había ordenado a Hans enviar un grupo de guardianes a buscarla a donde fue la ultima vez que la localizaron así como también dar aviso al mundo moroi para que sus guardianes y ellos tuvieran las precauciones necesarias en cuanto a su seguridad, así como avanzábamos en las pistas y sus paraderos. Otra cosas, es que también había cada vez menos privacidad cosa que me hacía más además de que las pesadillas continuaban. Los dhampir nos encargamos de armar el plan asegurando que los demás no tenían de que preocuparse pero ante sus protestas en especial de parte de Christian aceptamos pero eso hacía que en la noche siempre alguien entrara en nuestro cuarto diciendo que se le ocurrió algo que podría ayudar, cosa que hacía no tener nada de privacidad a mi y Dimitri como hace dos días cuando Lissa entró sin tocar.

Dimitri estaba besándome y tocándome haciendo que ardiera como fuego mi piel cada vez que la yema de sus dedos me tocaban.

-Eres tan hermosa-murmuró contra mí cuello besando aquí y allá acorralándome en la pared tomándome de las caderas.

-Dimitri-dije su nombre como en una oración.

-Mi dulce Roza-atrapó de nuevo mis labios con pasión.

-Oigan estaba pensando...¡Oh por Dios!-exclamó una Lissa mu sonrojada haciendo que Dimitri me soltara de la sorpresa por la intromisión.-Volveré después-

-No Lissa...ya di lo que tenías que decir-me alejé de Dimitri antes de hacer algo indebido frente a mi mejor amiga, y también podía ver a Dimitri algo incómodo por la interrupción.

Después de que Lissa se fuera me tiré a la cama con un suspiro.

-Hay que ponerle seguro a la puerta-miré a Dimitri que estaba sentado junto a mi.

-Yo creo que no sería suficiente-hizo una mueca antes de besar mi mejilla.

-Pero ya nos deshicimos de Lissa-acerqué sus rostro para besarlo cuando alguien tocó la puerta y abrió sin esperar ninguna invitación.

Era mi madre.

Sip definitivamente había que hacer algo al respecto.

Y no solo eran Lissa o mi madre, también habían sido Mia, Eddie o hasta Mikhail haciendo que durante todos estos días no haya ni un poco de intimidad para nosotros por no hablar de que Adrian, Sonya y Lissa me visitaban en sueños dejándome sin descanso alguno. Ahora mismo nos encontrábamos en la sala con un mapa en la mesita de centro marcando los lugares donde la habían visto.

-Está yendo a lugares turísticos o donde hemos estado-frunció el ceño Jill.

-Es obvio que ya escuchó que la reina está de vacaciones-dijo mi madre viendo los puntos ya marcados.

-El strigoi que nos encontramos-dijo que buscaba a Dimitri, Liss y a mi-miré a Dimitri quien asintió, en este momento era todo negocios.

-¿Es por eso que fue a España? Donde fue su luna de miel si no mal recuerdo-dijo Sydney.

-¿Pero por qué?-preguntó confundida Mia.

-Es obvio que no quedó satisfecha con solo dispararle a Rose-dijo Daniella con una sonrisa sin humor.-Esta buscando en todos los lugares en donde podríamos estar-

-Es cierto pero... ¿Solo busca venganza? Así nada más-dijo Eddie haciendo una perfecta interpretación de un miniDimitri.

-No creo, alguien debe estar ayudándola.-dijo Christian sin ninguna expresión en su rostro pero sabía que esto le afectaba más que a todos nosotros. Ser muy cercano a su tía y el que le haya traicionado matando a la reina y tratar de asesinar a tu novia pero en lugar de eso que la bala le haya caído a su mejor amiga no era algo para tomarse a la ligera.