Linaje restaurado

20.Rose.

Al siguiente día todos estábamos más
relajados y decidimos que por lo menos mientras fuera Navidad dejaríamos el tema sobre Tasha de lado olvidándolo aún que sea por un rato.

Lo chicos cocinaban mientras nosotras decorábamos el árbol que Lissa insistió en no hacerlo hasta que Dimitri y yo regresáramos de Bahía; escuchábamos música navideña y hasta algunos se pusieron a tararear. Hubiera rodado lo ojos ante este comportamiento pero jamás habíamos compartido una Navidad todos juntos lo que hacía que el ambiente se me hiciera agradable y hasta acogedor.

Somos familia, Rose. Me miró con una sonrisa Lissa desde el otro lado.

***

La cena fue entre risas y platicas ligeras recordando anécdotas y bromeando; la comida le había quedado espectacular a Christian había que reconocerlo, era algo semi formal por lo que me puse un vestido negro que llegaba a la altura de mis rodillas con encaje en el escote en forma de V con braletes casi inexistentes, dejando mi cabello suelto como a Dimitri le gustaba.

-Te dije lo hermosa que te ves- susurró mi Dios Ruso en mi oído acariciando mi muslo haciéndome estremecer.

-Tu tampoco te ves nada mal- lo besé dulcemente.

-Te amo mi Roza- dijo tomando mi mano y besando el dorso de ésta.

-Yo también te amo- me dio una mirada llena de amor y ternura.

-Queríamos decirles que ya decidimos la fecha de la boda-anunció Eddie con una sonrisa.

-¿Cuándo será?- pregunté feliz por ellos ya que hace casi medio año Eddie se lo pidió a Jill pero nunca decidieron una fecha.

-17 de marzo- dijo feliz Jill.

-Nos alegra mucho- dijo Christian.­-Pero... ¿no es muy pronto?­-

-Empezaremos a ver los detalles, no queremos esperar más-dijo Eddie.

-Eddison, te las verás conmigo si le haces algo a Jilbait- hizo un intento de amenaza Adrian, lo que nos hizo reír a todos.

Lo cierto era que para todos Jill era como una hermana menor, lo que nos hacía ser siempre algo sobreprotectores con ella. Ella había cambiado bastante los últimos años, ya no era la chica tímida y torpe que conocí en St. Vladimir se había convertido en la princesa que era con una actitud regia y a la vez dulce merecedora del apellido Dragomir; Eddie y ella se veían varias veces al año y aún así era un poco difícil para ellos pero sabía que lo superarían fácilmente, y me alegraba por ellos. Miraba a todos que tenían una sonrisa en su cara, nuestra familia como Liss nos llamaba, no podía haber pedido otros amigos y otras personas que no fueran ellos, apoyándonos mutuamente, estando ahí incondicionalmente en las buenas y en las malas.

El timbre sonó alejando mis pensamientos.

Christian abrió y nos encontramos con Daniella Ivashkov, ella vivía con Adrian y Sydney, apenas llegó este día excusándose con que no tendría nada que hacer con nosotros los días anteriores, también había llegado a entablar una amistad con ella lo que no me molestaba en absolutos ya que se había ganado mi confianza rápidamente.

-¡Hola! Feliz Navidad- sonrió mientras Adrian se acercaba a ella para ayudarla con el equipaje.

Vestía un lindo vestido para la ocasión con un peinado relajado pero esa actitud de ella no la abandonaba. Le buscamos un asiento con Christian presumiéndole que él había cocinado con ayuda de Adrian y Dimitri a lo que ella sonrió diciendo que aun le sorprendía que Adrian cocinara y no se acostumbraría a ello nunca pero no desconfiaba de las habilidades de su hijo. Eddie y Jill le dieron las buenas noticias a lo que ella respondió con una sonrisa sincera y felicitaciones. Lo demás transcurrió en un ambiente feliz y nos dimos nuestros regalos.