Draco Malfoy - Dramione (TERMINADA)

1 El principio del fin

Antes de nada, aclarar algunas cosas: Los personajes no me pertenecen, sino a la escritora de esta historia, J. K. Rolling. Solo los uso para nuestro disfrute ;) 

Siempre creí que Draco podría haber sido mucho más aprovechado en la historia. Que tenía mucho más para contar de lo que se nos mostró, y que no era solo el niño cobarde que muchos creen. El también tiene una historia, miedos, una familia. 

Y nunca me gusto la pareja de Hermione con Ron. Pero Dramione me encanta <3 

Espero que lo disfruten. 

p.d: Aún no estoy segura de sin narrar en primera o tercera persona. Así que pueden haber cambios. Espero que no se molesten. 

Capítulo 1

El principio del fin

Draco se despertó con sus propios gritos. Era una pesadilla, una vez más, despertandolo en medio de la noche.

Cerró los ojos y se pasó la mano por los ojos, sabiendo que no iba a poder dormir más. Desde que esos sueños oscuros habían comenzado, sus noches se habían vuelto mucho más largas.

Pero la culpa no la tenían las pesadillas, sino más bien lo que las causaban.

La guerra. Lord Voldemort. Sus padres. Sus alianzas.

La guerra mal había comenzado y sus padres le debían obediencia al Señor se las tinieblas, y él, como hijo, no podía mantenerse al margen. Su familia lo necesitaba más que nunca. Su madre lo necesitaba a su lado, solo por ella seguía de pie, luchando. Su padre era el responsable de todo eso, los había llevado por ese camino oscuros sin resentimiento.

Hace apenas diez días era un mortifago, pero bien antes de eso habían llegado las pesadillas, los dolores y la tortura.

Desde que su casa se había convertido en el centro de encuentro de los acólitos del innombrable, su vida era, definitivamente, un infierno.

Se había despertado envuelto en transpiración, por lo que se encaminó al baño y abrió el grifo. No esperó a que calentará el agua, se metió debajo, sintiendo como el agua helada impactaba contra su cuerpo.

Disfruto del frío que lo congelaba. Y dejó las gotas caer sobre su cabeza y resbalar por todo su cuerpo.

Dentro de dos días regresaría a Hogwarts, y sabía que todo había cambiado. Este era, probablemente, el último año. Si Lord Voldemort ganaba nada sería lo mismo, y si perdía su vida estaría en serio peligro.

No sabía cuál era la peor opción, o a duras penas, la menos peor. El panorama se veía horrible, por dónde fuera que lo mirará.

Sabía que solo había una opción para el, y temía que esa opción fuera la muerte.

Cuando salió del baño, su madre lo estaba esperando, sentada sobre su cama, con la mirada perdida.

"Madre..." susurró Draco, acercándose. A juzgar por su semblante, estaba muy preocupada.

"Draco, hijo" respondió está volteando el rostro para verlo. Se veía más blanca de lo normal, como si hubiera envejecido diez año en los últimos diez días.

"Qué sucede?" preguntó Draco, con una cierta urgencia en su tono.

"Cariño..." su madre deslizó su mano por la mejilla de su hijo, algo que lo sorprendió abruptamente. Ellos no solían demostrar ese tipo de cercanía desde que el tenía más o menos unos cinco años.

El muchacho rubio abrió la boca para hablar, pero su madre lo interrumpió, forzando una sonrisa frágil.

"Lamento decirte que vas a tener que regresar solo a Hogwarts, con tu padre tenemos que ir a..." se interrumpió, buscando la mejor manera de decirlo "Tu sabes quien nos está llamando, nos quiere junto a él en los próximos días"

Su madre a pesar de estar del lado de Lord Voldemort no se atrevía a decir su nombre. Y no era por respeto, Draco sabía, era por miedo. No había nada que su madre temiera más que a Lord Voldemort.

"No puedes hacer eso." Se quejó el chico "No pueden abandonarme" no pudo evitar sonar como un niño chico, estaba desesperado. Se sentía desesperado.

"Lo siento mucho, querido" fue lo único que obtuvo de su madre.

Draco se puso en pie, necesitando un poco de distancia de su madre en este momento. Negó con la cabeza. Estaba por perderlo todo, lo sabía. Lo sentía en los huesos. Algo le decía que esto era el final para ellos.

"Cuando se van?" al menos quería saber cuanto tiempo le quedaba con sus padres.

"Tu padre ya se ha ido. Sabes que no le va lo sentimental. Yo solo quería decirte que..."

"Ahorratelo" le interrumpió Draco, con un tono frío.

"Draco" ella intentó acercarse, pero él se safo de sus brazos sin delicadeza.

"No hay nada que decir. Estamos condenados. Los tres. Es nuestro final, y tu lo sabes. Tanto si Lord Voldemort gana como si pierde. Si gana seremos sus esclavos para siempre, si pierde iremos directo a Azkaban!" gritó Draco.

"No teníamos opciones, tu padre..."

Draco negó con la cabeza. No quería escucharla. Ya habia escuchado esas excusas mil veces, y nunca parecían tener sentido.

"Vete" respondió. Y la palabra aún se escuchaba en el aire cuando Narcissa se evaporó como una mancha negra en el aire.

El silencio sepulcral se escuchaba por toda la mansión Malfoy. Sus pasos resonaban con ecos en el lugar. Los cuadros le seguían sin quitarle ojo de arriba. Paseo por esa mansión vacía como alma sin vida. Lo que era curioso, pues Draco podría jurar que el estaba vivo pero que ya no tenía alma.  

Espero que les guste, sus comentarios son bienvenidos :D