Aveces dicen que las personas son crueles porque siempre son así. Otras dicen que son por miedo a que las dañen de nuevo como antes. Otras que son porque deben protegerse a si mismas de todo mal.
Yo digo que es una combinación de las tres; Salvo que soy cruel con quien se lo merece. Como si fuera yo la que repitiera pequeñas rosas a personas que se merecen mi cariño, pero ¿Por qué siento...?
¿Qué no le estoy dando rosas a nadie y las tiro al vacío para que nadie las pueda obtener?
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— ¡Estuviste genial! —la voz de la pacifista junto a la de el brócoli andante me dieron a entender que ya me encontraba donde estaban ellos.
— ¡No sabia que podías hacer eso! —grito Midoriya entusiasmado— ¡¿Cómo es posible?!
— ¡Algún día deberías enseñarnos lo! —comento Uraraka con una gran sonrisa— ¡La dejaste destrozada! ¡Y luego esa reacción! ¡Fue tan... ¡¡Wow!!
Si solo supieran que no fue mi intención. No quería dañarla pero, ella, solo menciono a mis padres y dijo cosas para provocarme. Simplemente me dio un ataque de ira y estalle, no quería romperle nada de lo que traía y aún así no me importo, solo quería que se callara, solo quería que no dijera nada más. Por un momento estaba cegada ante todo y me centre más en aniquilarla, pero... Recordé las palabras de mi padre y eso fue lo que provocó que la soltase.
— ¡Tn____! Ven siéntate a mi lado —dijo Uraraka dejando un asiento entre ella y Midoriya— Sigue el combate de Lida.
[Para las y los que no entienden, cambie las cosas, Lida combate con Mina; Por lo tanto no afectara nada]
Hice caso a lo que dijo y me senté, me sentía cansada, como si tuviera mucho sueño y no entendía bien el porque. El combate inicio y yo prestaba atención, por otra parte escuchaba como el brócoli no dejaba de hablar de los ataques. Con algo de frustración me acomode en la silla y me quede viendo un poco el cielo; Cierta parte mía me hacia pensar en que si alguien estaba orgulloso de mi o de lo que hacía.
— Oye mocosa —yo giré de forma automática y sentí un escalofrío en mi espalda; Olvidaba que el estaba aquí— Lo hiciste bien —sus alagos no evitaron que me pusiera más nerviosa.
— Gracias —le respondí— Yo se que tu también lo harás igual.
Al volver a girar al combate de Lida, note como mis compañeros nos observaban atentamente a ambos, como si fuera algo sorprendente lo que paso y en efecto lo era; Es como decir que ves a un lobo acariciar a un patito en vez de comer lo.
— ¡¿Qué tanto me miran malditos?! —pregunto el para lanzar una mirada asesina.
Minutos después siguen otros combates dejando tanto vencedores como perdedores, en eso siguió el combate de la pacifista contra la rubia oxigenada, era un gran combate, pero me preocupada Uraraka, en cualquier momento sentía que algo iba salir mal. Para cuando me di cuenta estaban abucheando a Bakugou, diciendo que se sobrepasaba con ella y que eso no era digno de un héroe, sin querer volví a mirar al cielo notando los pedazos de piedra que había; Así que ese era su plan, sabia que ella se podría esforzar o así seria si Bakugou no hubiera ocasionado esa explosion que lo dejo como ganador.
