Habían pasado tres días desde que llegué a la agencia, tres largos días que tuve que aguantar el golpear a la maldita rubia oxigenada. El entrenamiento era sencillo, pero de no ser por él todo es más difícil y peor aun los sermones no acaban por nada del mundo.
Poco a poco comencé a aprender como ser un buen héroe, como ser uno a base de las acciones y las frases, pero eso no quitaba la razón de no poder aprender ningún movimiento. Debes en cuando entrenaba sola en el tejado para hacer nuevas técnicas que pudiera utilizar en el combate, pero nada servía, por más que me esforzaba nada parecía fruir.
La noche había caído y de nuevo me encontraba practicando, no recuerdo que hora era y mucho menos cuanto tiempo es el que llevo aquí arriba, nunca se dan cuenta que me escapó de la habitación, siempre dejo las almohadas acomodadas como si fuera yo.
Estaba cansada. Tratar de manejar ambos Quirk a la misma vez se me hacia difícil, ya lo he hecho pero esta vez era de forma distinta. Tener que usar uno para ataque y otro para defensa era como jugar con una bola de pin pong, no sabias si era a tu favor o no.
Me apoyé en una barandilla de la orilla y trate de controlar mi respiración, usualmente tengo la maña de respirar con la boca y eso hace que me cansé mucho más. Mire mi teléfono notando que Midoriya no me había contestado los mensajes y mucho menos me llamó como era la costumbre.
Eso comenzó a preocupar me y decidí llamarlo, pero igual pensé que debía de estar dormido. Pues el héroe que lo entrenaba era Gran Torino y por lo que me contó es algo estricto con su forma de enseñar.
Guarde el teléfono en mi bolsillo y empecé a calentar de nuevo; No quiero que me de un calambre como hace un rato. Se qué todo valdrá la pena, se que todo esto no será en vano.
— Eres un monstruo...
Tres palabras, tres simples palabras que ocasionaron que me sintiera mal y peor aun, las escuché justo en mi odio. Con rapidez me puse en defensa para ver de quien se trataba, pero no había nadie, nadie y eso me molesto; Mi mente me jugaba malas bromas.
Escuchar sus burlas, sus comentarios negativos, sus miradas de miedo, sus palabras crueles y esas frases que tanto odiaba me hicieron sentir más mal de lo que ya estaba; Recordar algo que me daña me duele y más saber que ellos tenían razón.
¿Por qué jamás me defendieron?
¿Por qué nunca me protegieron?
¿Por qué jamás me dijieron que me amaban?
¿Por qué no se tomaron la libertad de enseñarme lo bueno de lo malo?
— ¡Mierda! ¡Mierda! —grité con enojó para comenzar a patear las cosas del alrededor o incluso lazarlas lejos de mi. Estaba enojada, estaba muy enojada y puedo decir, que si alguien viene probablemente lo golpee— ¡Los odio! ¡Los odio!
Mi mente me seguía lanzando esos recuerdos que me dolian a más no poder. Recuerdos que quisiera borrar con solo un deseó, recuerdos que pudieron ser distintos pero no...
Nada puede ser distinto
— ¡Los odio! —grité con todo pulmón para dejarme caer el suelo y comenzar a llorar sin parar- Pudieron ayudarme y así podríamos ser felices, pero no, solo me dejaron aun lado.
¿Por qué debió ser así?
¿Por qué fue a mi quien le tocó esa desgracia?
¿Es por qué soy distinta?
¿Es por qué no soy como deseaban?
¿Es por qué tengo pensamientos distintos a los demás?
¿Es por qué doy miedo?
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Divididos (Bakugou Katsuki Y Tu) (Pausada(
Fanfikce¡Solo lee...! 💥💢 Publicada: 10 / Marzo/ 2020