Espacio Personal

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Escenario: Las primeras veces que trataste con Miya Osamu


Echaste una leve mirada hacia atrás, sin frenar el ritmo de tus pasos. Sólo para confirmar que él seguía ahí.

Habías pasado por en frente de su salón, y tu persona juraría que una mirada "disimulada" se asomó por tu sombra. Era eso, o ya estabas cediendo a la locura.

Sería una exageración decir que él te acosaba. Estaba bastante lejos de eso. Pero en definitiva, siempre te echaba una mirada, poniéndote nerviosa. Sus ojos oscuros eran curiosos. Estarías mintiendo si dijeras que no lo considerabas atractivo. Un jugador de volley de su altura, más su semblante indiferente; Miya Osamu te dejaba mucho que desear.

Pero -si, existía un pero-, no se acercaba a tí.

Una que otra vez se paseaba por los pasillos con su gemelo Atsumu, acaparaban gran parte de la atención de las chicas, como si ellas fueran comensales hasta de su respiración. Tu irías saliendo de tu aula del club, cruzando por su camino, y el chico dejaría su indiscutible indiferencia para echarte un ojo y seguirte observando hasta que fueras desapareciendo del lugar.

Esta clase de escenas similares se repetían desde que trataste con él por primera vez.

«Al ser parte del club de gastronomía, corrías junto con tus compañeras a buscar nuevas opiniones. Se volvió costumbre ir por los diferentes clubs deportivos, para que estos degustaran lo que sea que estén ofreciendo. A la hora de la verdad como sólo eran puras mujeres, la gran mayoría busca coquetear.

Ellas chillaron ante la idea de la presidenta de ir a por los aclamados favoritos a nivel nacional de preparatoria, el equipo de vóley.

~

Entrando al gimnasio, la puerta sonó desprevenida, llamando la atención de los jóvenes ahí. La hora del entrenamiento había concluido

La presidenta marchó directamente al entrenador. Ella explicando su situación, les dió un permiso rápido para ofrecer los dangos acaramelados al equipo.

Éstos, cuáles zorros a la caza, no perdonaron las tres bandejas repletas de los dulces. Fue demasiado rápido como para dar detalles.

El capitán, Kita-san, agradeció profundamente el detalle. Tus compañeras suspiraron ante las vibras angelicales que desprendía. Era un ángel.

Siendo la primera en salir dejando a las babosas atrás, chocas con el gemelo Miya.

Te dió una mirada extrañado, observando la bandeja vacía que tenías en las manos. El pasillo de entrada siendo angosto, no daba tanta capacidad para dos personas y una bandeja de 40cm.

-Disculpa -añades cortésmente-.

Al colocar la bandeja en modo vertical, se intercambian los lugares, dando paso a Osamu.

Ibas a seguir dando marcha, pero notaste que justo él, iba entrando al gimnasio.

-Ehmm, ¿eres del equipo?

Antes de que diera un primer paso a la entrada, te respondió un ligero Sí.

Sintiéndote tonta por aquella pregunta tan obvia, te golpeaste mentalmente.

-Estaba en el baño -agregó-.

Sin saber qué hacer con aquella información, ignoraste el comentario.

HQ!! ━ [ᴱˢᶜᵉⁿᵃʳⁱᵒˢ ⁻ ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃˢ ⁻ ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora