HQ!! ━ [ᴱˢᶜᵉⁿᵃʳⁱᵒˢ ⁻ ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃˢ ⁻ ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ]

Libero's Pleasure

Morisuke Yaku

No era que le gustaba la idea de ser amordazado. Era otra cosa, que suponía lo tenía atado de pies a cabeza delirante por la fantasía. Él resume el tema en dos palabras: apretado consensuado. No incluía sus manos, ni sus pies ni otra parte del cuerpo, de hecho, estaba quieto en mayoría.

Pero si te encuentras sentada al borde de la cama y él en el suelo por delante de ti, con su espalda chocando con tus piernas, la intención inconsciente lo domina y ya está acariciando tus muslos, alzando los mismos, besarlos girando su rostro y viendolo de perfil. Implantando besos húmedos. Hasta que los posiciona en sus hombros. Porque le gusta sentir y masajear tus muslos hasta decir ya basta. Lo que queda es engullir su cuello, asfixiado en el éxtasis de tu piel. Suave, excitante, apretado. Morder la textura que tenga al alcance de su boca para provocarte un gruñido y que aprietes más contra su cuello.

Le encantaba.

Era propio de él estar rojizo entre tus piernas, sudando emocionado. Si te detienes en un instante, choca sus palmas triste contra la piel acolchonada en señal de acongojo, no pares, ahorcalo fuerte, obliga a su persona a abandonar la respiración cortante. Le fascina.

~

Nishinoya Yū

Es que si Yū comienza a ser atrevido, va muy en serio, pero cuesta tomarlo en cuenta como tal. Da muchísima gracia. Pero lo dice determinado, sonriente.

«—Mientras tenga cara tu tendrás donde sentarte».

Era un tema de burla inicial, no podía estar hablando en serio. Jamás lo habías intentado.

Pero a ratos, si te afianza el agarre en los muslos estando sobre su rostro, era estar en el cielo. Su lengua ama el poco espacio, lo estrecho de tu entrepierna o quizás es el motivo del interior de tus muslos contrayendo los músculos en tensión.

«—Ven, sube».

Es que siempre le veía la oportunidad. Por tu estatura más alta, le corrompe, le emociona, estar bajo de ti. Que muevas tus caderas templadas y tu espalda se contraiga. Ama estar de esa manera durante largos minutos. Para que pierdas la cabeza.

«—¿Estás seguro?».

Memorizaba acostado, tu retaguardia agachada casi dando con su rostro. Subió su pulgar en aprobación. ¿Se iba a ahogar?.

«—Mi cara es tu silla».

~

Komori Motoya

Podrá ser bromista, adorable y hasta entrometido. Pero es imprescindible que no salga con cosas como...

—Amor ¿puedo recostarme entre tus piernas?

¿Qué?

Acostada de medio lado en la cama individual, yacías viendo cosas por Bilibili en el celular. No entendías cuál era el contexto de aquella oferta.

—Ehmm, claro. Si quieres me siento.

—No, no así –tomando su iniciativa, rodea la cama por el lado contrario y sube una pierna, acuesta la mejilla sobre tu muslo que da con la cama y la pierna levantada la deja caer–. Así, cómodo.

Confundida, lo dejas ser. Si se sentía cómodo con la cabeza al estilo sándwich entre tus muslos, no tenías motivo para pedir explicaciones. Ya que, para Komori, es calientito, suave, ameno, estar allí metido; viendo cosas por su teléfono, una serie o hasta leyendo. Incluso llega a quedarse dormido, ¿Su cara? Merecía ser capturada para venderla a “Fotos tomadas antes de la gloria”. Porque para él era eso, influenciado por tus piernas, la sencillez de sus mejillas dando cada lado con tus muslos, no hay palabras significativas que logren ponerlo en lógica.

Despertar ahí, es muchísimo mejor. Almohadas de amor.

____________________________________

El edit precioso del encabezado los hace @aoikawas en ig. Son demasiado preciosos