HQ!! ━ [ᴱˢᶜᵉⁿᵃʳⁱᵒˢ ⁻ ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃˢ ⁻ ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ]

Ideas Quisquillosas

Escenario: La vulnerabilidad de Oikawa Tooru

Abriste la puerta con una sonrisa risueña, podrías bailar sobre una mesa de la felicidad que tenías en este momento.

Cierras la puerta tras de ti, sueltas la mochila y la pequeña maleta en el suelo. Te quitas los zapatos, lanzandolos por donde sea. Habías regresado a casa.

Casa ¿Te sentías así realmente?, era extraño, casi nunca considerabas eso. Viajábas desde pequeña, una estabilidad hogareña no era permitida en su totalidad. No te molestaba, era un confort estar de un lugar a otro.

Acostada en el sofá observando el techo, escuchas una puerta en el pasillo ser abierta de un golpe. Tus orejas se sienten calientes, era su presencia. Olía a primavera, y un humo salir del cuarto de baño empaña tu frente. Por sobre el mueble viste la figura de Oikawa, mirando el equipaje caído en la entrada, susurraba incoherencias. Quieres pasar desapercibida sin mover algún músculo.

Gotas caían por sus hombros y cuello, el cabello mojado le daba una apariencia más superficial qué la que tiene normalmente.

—Sé que estás en el sofá –dijo serio–.

Tiritas del susto y bajas rápidamente la cabeza. Te tapas la boca con una mano, conteniendo las risas de emoción. Oyes unos pasos arrastrarse en el suelo, por el rabillo del ojo, te asomas cuidadosamente por el apoya brazos. No estaba ahi.

—¡Ah! –sentiste sus manos tomar tus pies de sorpresa, haciendo cosquillas y asustándote en el acto–.

Pegas un brinco y te retuerces en los cojines.

—¡Para, para!

No aguantábas las carcajadas; apenas y te observan el cuello o los pies y las cosquillas saldrán sin que te toquen.

Sus ojos brillan divertidos. Luchaste por apartarlo en vano, sus dedos frotan tu barriga y cuello ahora, tu respiración se entrecorta y la risa se eleva, contagiando a Tooru el mismo humor.

Casi te caes del mueble pero te sostiene la espalda antes de que suceda, estando sobre ti te mira un rato en silencio. Recuperaste la respiración de a poco con tus mejillas rojas, te dolían. Sus ojos te analizaban curiosos, en el tiempo que duró mirándote podrías haber cantado el último coro de "Somebody to Love" de Queen.

Oculta su cara en tu cuello, suspirando temblorosamente.

—Bienvenida.

Le acaricias el cabello húmedo. Se aparta lo suficiente para brindarte un beso de ternura.

Sonríes entre sus labios.

~

Aún acostados en el mueble, le contabas las maravillas de este viaje.

—El calor en Bolivia es demasiado agotador, sobre todo por sus lados selváticos. Me derretía, era una condición extrema.

Te abrazaba de la cintura mientras asentía a tus palabras. Tenías la cámara en mano, mostrando tus tomas.

—ero encontramos éste. ¿Puedes ver que su color es alternado dependiendo de las luces? –aprietas el zoom para que notara el colibrí–. Es hermoso, tiene tres colores en total.

—Es muy bonito.

Tu pecho se llenaba de emoción cada vez que reaccionaba así. No sabías cómo explicarlo, pero te encantaba que un chico como él dijera palabras como bonito o precioso, sin que tenga que darle muchas vueltas.