HQ!! ━ [ᴱˢᶜᵉⁿᵃʳⁱᵒˢ ⁻ ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃˢ ⁻ ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ]

Te imaginas

Te imaginas cómo es Sugawara de maestro de primaria

Las cortinas se elevaron por efecto del viento, sintiéndolas por tu espalda. Somnolienta, las apartas con tus manos.

Te terminaste de poner el suéter de lana, para dar marcha al baño.

Querías ponerte al día con algunos quehaceres, pero apenas y aclaraba tu vista. Bostezas sonoramente por séptima vez desde que te levantaste.

Aprietas la crema dental, colocando su contenido en tu cepillo de dientes.

Después de aquello, le echaste una mirada a Suga, quien se hallaba dormido plácidamente como si nada pasara.

—Kōshi, despierta...

Empujaste su hombro “delicadamente”. El peligris solo resopló un murmullo de molestia mientras escondía su rostro en la almohada.

Te agachas por su lado-Amor, te tienes que levantar, se te va a hacer tarde.

—¿Tarde?

Frunciendo el ceño, lo miras incrédula. Era difícil saber cuando se estaba haciendo el tonto.

—Si, tarde –respondiste de manera tosca, como una madre amonestando a su pequeño–.

Sugawara se incorporó violentamente, sacudiendo parte de las cobijas a un lado.

—¡Mierda! Voy tarde para la escuela -mantenía sus ojos cerrados-.

±Exacto, por eso...

Te interrumpió: —Oh cierto, ya me gradué, soy un adulto ahora.

Y se volvió a acostar.

Entre cerraste los ojos, molesta. Una vena de cólera se enmarca en tu frente. Te levantaste del suelo, para seguir empujando su espalda.

—Kōshi, tú eres el maestro...

—¡Es verdad! ¡Soy el maestro!

Sin querer, caíste de nuevo en el piso por su golpe de euforia.

—Ay, pero estamos en cuarentena, no hay clases... –bostezó, y cayó rendido otra vez en el bendito colchón–.

Perdiendo lo que te quedaba de paciencia, te armaste con otro poquito de misericordia para tomar la almohada a su lado y propinarle en la cara.

—¡Pero-hay-clases-por-zoom! –gritabas cada palabra por cada golpe con la almohada–.

—¡MIERDA! ¡LAS CLASES ONLINE!

Ésta vez se giró por completo, con los ojos súper abiertos. Por su misma reacción, se volteó de la cama, chocando contigo y ambos yendo directamente hacia el suelo.

Le discutes, pero ni te nota en el acto. Agarra tu cintura para tirarte hacia el lado contrario y corre al baño, cerrando la puerta.

Adolorida, te tocas las caderas y la zona baja de la espalda. Te dolía el trasero.

Tu pareja abrió la puerta inesperadamente. Con el cepillo en la boca, enjuagando sus dientes, sus ojos estaban inyectados en sangre por la adrenalina matutina.

—¡GRACIAS CARIÑO! ¡Que haría sin ti!

Cerró la puerta, otra vez, y siguió en lo suyo.

Exasperada, soltaste un suspiro. Una sonrisa burlona de medio lado se formó en tu rostro.

El sueño de Suga a veces podía ser demasiado pesado.

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Basado en un Meme Art que vi en Instagram de la ilustradora @art_angelie

¡Feliz día! ('∩｡• ᵕ •｡∩')