Destinada A Matar [Borrador]

Capítulo 4

Advertencia: (Un poco dramática yo, pero ajá) .

Se viene el intento de una escena +18, digo intento porque considerando mi inexperiencia en ese ámbito (tanto escribiendo, como en la practica), se que no va a ser muy buena, sin embargo, puedes pasártela porque no es de relevancia para la historia, realmente. El capítulo en sí, comienza después del primer separador, así que si quieren evitarse un posible mamarracho, adelántese hasta allá, pero si lo leen (la escena) no se oliven comentar que debo mejorar.

"Efectuado con éxito"

Los juegos previos al sexo siempre me han gustado, si bien no son lo número uno en mi lista de favoritos, están en uno de los tres primeros puestos. Siempre he considerado que son importantes, porque son debido a ellos que ese ambiente de tensión sexual puede o no incrementar. Son los que definen si una noche buena se pueden convertir en una noche inolvidable u ocurrirá todo lo contrario, dicho en pocas palabras.

Kieren no me defrauda en ese aspecto, sus manos son increíbles, sabe muy bien donde tocarte, y cómo hacerlo, para que cada parte de ti comience a sentir las expectación de cómo será llegar el clímax final.

Un beso desenfrenado, salvaje y lleno de lujuria es el primer acontecimiento que pasa una vez cerrada la puerta de su habitación, o al menos la que supongo es su habitación, porque francamente no he tenido el tiempo de ver detalle entre toda la oscuridad que nos envuelve, y tampoco es que me resulte interesante por el momento. Si bien estoy aquí por mi "trabajo", no significa que no pueda disfrutarlo, no hay una regla que me impida divertirme y enserio lo estoy haciendo, tengo frente a mi cuerpo un buen entretenimiento.

Sus besos, sus caricias, la forma en que parece que inspeccionaría cada parte de mi cuerpo, manteniendo un ritmo de velocidad intermedia, resulta bastante excitante, mantiene un mesura entre caricias suaves pero firmes que hacen que mi cuerpo se estremezca deseoso de más, incrementando las ganas que tengo de estar con este hombre.

En tan solo unos minutos ha hecho que me haga grandes expectativas del cómo terminara este encuentro.

Sus manos se deslizan de mis caderas hacía mi trasero, el cual aprieta con un poco fuerza y haciendo que un jadeo entrecortado se escape de mis labios, aún con los suyos arrematando contra los míos. Me apresa contra la pared, mientras comienza a descender con sus labios por mi cuello, y por un momento me encuentro recordando la forma en que me beso en el elevador, mientras subíamos a su piso. La verdad eso me tomo un poco por sorpresa y, ahora que lo analizo mejor, me recuerda a la ardiente escena de cincuenta sombras.

"¿Y se supone que estás pensando en eso ahora, por qué?"

-Joder-. Gimo en voz alta cuando siento su boca succionar uno de mis pechos, no sé cuánto tiempo he estado metida en mi cabeza, pero aun así puedo asegurar que no ha sido más de un par de segundos, tiempo que para Justin parece fue más que suficiente, por lo que veo. Y lo que veo en su rostro enterrado entre mis tetas, mientras que trato de recordar en qué momento se ha deshecho de la parte superior de mi conjunto.

Entierro mis dedos en su suave cabellera rubia, y con más fuerza de la necesaria, lo apego más a mi torso desnudo, mientras que recuesto la cabeza contra la pared, con los ojos puestos en el techo antes de cerrarlos para poder disfrutar con mayor ímpetu la forma en que su cálida y húmeda lengua recorre cada parte de mis pechos, dándoles suma importancia a mis pezones erguidos.

Se separa al poco tiempo, o al menos así he sentido yo que ha sido. Se coloca otra vez a mi altura ondeando una sonrisa divertida en sus labios, ligeramente hinchados, que me haría rodar los ojos en cualquier otro momento, pero ahora solo puedo pensar en lo caliente y mojada que me encuentro. Lo tomo de la camisa, sin importarme en lo más mínimo las arrugas, y lo atraigo hacía mí, empleando un poco de fuerza. Nuestros labios impactan, y mi lengua se aventura hacía su boca, deseosa de saborear una vez más ese gustillo a alcohol y menta que tiene su boca.