Capítulo 9

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"Cada vez más cerca"

La mañana pasa muy rápido, cosa que me sorprende considerando que el profesor que ha recibido el título de "señor aburridísimo", gracias a mi cortesía, es el que nos da la primera clase del viernes, y por "nos da"; me refiero a Erick y su encantadora servidora; o sea yo.

El rubio de envidiables ojos verdes, al igual que siempre, está sentado en la parte delantera del aula, mientras yo lo observo desde varios puestos atrás. Ferraz, como se apellida el profesor, habla sobre nuestro siguiente proyecto a entregar: una exposición en parejas.

"¡Genial! Más trabajo del que hacerme cargo".

Como si ya no fuera suficiente todo el estrés que traigo sobre mí, ahora tendré que lidiar con un desconocido para ponernos de acuerdo de un tema que para mí resulta de lo más irrelevante.

No asistí muchos años a la escuela. Todo el conocimiento que poseo, me ha sido embutido por las mismas personas que se ha encargado de entrenarme desde hacía una década, para ese entonces se aseguraron de enseñarme lo estrictamente necesario y así lograban sacar más tiempo libre... mejor dicho, tenían más tiempo dispuesto para prepararme y convertirme en lo que soy actualmente.

Un camino largo y un tanto difícil, pero que me ha llevado ser lo que se esperaba de mí.

Una asesina.

Y la verdad es que nunca me importo, los trabajos en grupo y el estar rodeado de adolescentes, nunca pareció ser mi estilo, básicamente porque para ese punto ya había comprendido que era mejor trabajar sola a ganarse dolores de cabeza innecesarios. Además, era consciente de que yo había llegado allí por voluntad propia, o al menos toda la que se me disponía.

—Van a leer los primeros cinco capítulos y los van a resumir, quiero un ensayo de 5000 palabras y una exposición para comprobar que han entendido esto, jóvenes. Y no quiero que me reciten todo al pie de la letra, quiero que me lo expliquen ustedes, si solo se lo aprenden para el momento, no les valdrá de nada. Recuerden que todo lo que puedan decirme, ya yo me lo aprendí, lo importante es que ustedes también lo aprendan—. Repasa el salón con mirada seria y dando mayor énfasis a sus palabras—. Ahora que me vaya, pueden acordar las cosas con su pareja. Bien, nos vemos el próximo viernes, la clase ha acabado—. Todos se colocan en pie al instante.

Y, no logro saber si es mi por semblante desinteresada o el hecho de que no he estado muy abierta a relacionarme con alguien más al grupo de mi objetivo –y solo por pura conveniencia, vale aclarar–, nadie se me acerca para formar pareja, cuando el señor aburridísimo da luz verde, cosa que agradezco infinitamente. Pero, sin duda, lo que hace que mi día pase de un cielo lleno de nubes a uno con el sol radiando intensamente, y se convierta en un auténtico éxito, es el hecho de que ciertos ojos verdes me miren mientras su portador se abre paso hacía mí.

"Cavas tu tumba tú solo". Murmura lacónicamente mi voz interna, mientras mira con aspereza al chico.

Mientras se acerca, me permito detallarlo, desde su camisa azul cielo que contrasta excepcionalmente con su tono de piel blanca, hasta sus pantalones negros que se aferran perfectamente a sus piernas. Erick tiene un buen cuerpo, no es excesivo en eso del marcado, pero tampoco está blando, está en un equilibrio ideal. Además, su tono de piel es envidiable, no es blanca pálida, es más bien el tipo de color blanco que tiene un ligero color cálido, del tipo que parece un ligero bronceado causado la exposición al sol.

Se detiene frente a mi mesa, le miro con una ceja enarcada y él me da una de esas sonrisas aniñadas, que he notado es algo muy propio de él. Es curioso ver como sus ojos se achinan ligeramente, su nariz se frunce y sus dientes se muestran; blancos y rectos, como dentadura de comercial dental, lo suficiente para darle un toque que resulta seductor, en cierto punto, y tomo por hecho que es una de las razones por las cuales gusta a las chicas de la universidad.

Destinada A Matar [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora