Conocer, no resolver
Su ceño fruncido se hace mucho más pronunciado, me mira de forma confusa mientras yo no hago más que dedicarle una sonrisa que busca hacerme ver amigable. Aunque en está ocasión no lo estoy fingiendo del todo, la actitud de la pequeña me agrada.
Me recuerda a mí antes del holocausto que desmorono mi vida.
Es desconfiada, altanera y muestra tener una personalidad fuerte, incluso a pesar ser una cría que se supone debería estar más interesada en muñecas o cosas por el estilo. Lo demuestra su semblante y el brillo salvaje que irradian sus ojos.
El primer adjetivo que aparece en mi cabeza para describirla es: hermosa.
La niña Rondan es incluso un poco más que eso, pero la palabra exacta para describirla no salta a mi cabeza. Es bastante parecida a la mujer del recuadro (su madre) a excepción del color de cabello; el de la pequeña es rubio claro y no castaño, del resto son los mismo ojos, mismo tono de piel, mismos labios. Aunque no podría comparar la sonrisa porque al parecer Eliza no es una niña que de mucho de esas.
Me inclino ligeramente hacía adelante, con las manos apoyadas en mis muslos, para quedar a su altura y sostenerle la mirada. El gris de sus ojos hace contacto con el azul de los míos. Nos quedamos quietas, casi inmóviles, observándonos mutuamente, ensimismadas en lo que parece ser una ridícula disputa de miradas que hasta el momento va en empate.
-No quiero ser tu amiga-. Objeta en voz baja y de forma amenazadoramente adorable.
Me hace sonreír su ingenuidad, es inevitable. Puede que tenga un semblante que busca ser adulto, pero sigue siendo una niña que quiere creerse más grande de lo que es. No sabe tanto de la vida como yo, aunque ha vivido en carne propia lo que es la perdida.
-Eso es irrelevante, Eliza. La mayor parte del tiempo uno no consigue lo que quiere-. Indico en un susurro.
-Yo siempre obtengo lo que quiero-. Replica ella, frunciendo el puente de la nariz, ese pequeño gesto me recuerda a su hermano, solo que es algo que Erick le he visto hacer cuando sonríe, gesto contrario al que tiene el pequeño demonio, nombre con el que Justin, recuerdo la llamo, el día que jugábamos tenis.
-Entonces tu golpe con la realidad será mucho más devastador que el mío.
-Mira, aquí está la niñita escapista-. Los pasos resuenan acercándose y la voz del rubio resuena fuerte. Soy la primera en desviar la mirada para mirarlo y me enderezo nuevamente.
- ¿Qué tan común es que tu hermanita se te escape? -. Cuestiono, enarcando una ceja de forma escéptica.
-La probabilidad de que sea mucho es más alta de la que poco.
- ¿Cómo...cien sobre cien? -. Se encoge de hombros-. Eres un pésimo niñero.
-O ella es una pésima niña para cuidar.
-Eso suena ridículo en cualquier sentido, Rondan-. Objeto, y él sonríe divertido.
Puedo ver que no ha tenido una vida fácil, todo en ella lo desprende. La vida ha pasado por rapidez por encima de ella, pero no en cuanto a tiempo, sino en cuanto situaciones, circunstancias que la obligado a crecer antes de lo previsto. Supongo que es fácil para mí reconocerlo porque era así como yo me veía a su edad, la única diferencia, y el único consuelo que tendría ella a diferencia de mí, es que sus ganas de confiar fueron arrebatadas por situaciones naturales; la muerte, las mías porque nunca fui lo suficientemente buena para mi progenitora, y para mi padre...bueno, esa es otra historia.
- ¿Qué hace ella aquí, Erick? -. Cuestiona la pequeña, acercándose rápidamente a su hermano.
-Un trabajo, pequeña Sol-. Responde este, agachándose para estar a su altura-. Es una compañera de la Universidad, así que espero que te comportes mientras ella y yo estudiamos.
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Destinada A Matar [Borrador]
Action"-¿Si matamos a todos los ladrones quedaríamos los buenos, papá? -No hijo. Solo quedaríamos los asesinos". #lotusheartawards2021 Portada por: @beloftedesigns ᴛᴏᴅᴏs ʟᴏs ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏs ʀᴇsᴇʀᴠᴀᴅᴏs. ɴᴏ sᴇ ᴘᴇʀᴍɪᴛᴇɴ ᴄᴏᴘɪᴀs ᴏ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴᴇs sɪɴ ᴘᴇʀᴍɪsᴏ ᴘʀᴇᴠɪᴏ. ʟᴇs...