Capítulo 24

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"No hagas promesas"

Erick: ¿Te espero está noche?

Releo el mensaje por tercera vez, tomándome el tiempo para procesarlo. Que es más del necesario, a decir verdad. A penas estoy despertando de una larga siesta así que mi cerebro no quiere funcionar. Aunque también se puede deber a mi falta de control la noche anterior.

"Como querías que no fuera así. ¿Tengo que recordarte lo que hiciste?"

Lástima que mi desconcentración no bloquea por completo los pensamientos no deseados.

Erick: Eliza ya se ha enterado de que dijiste que sí. No me dejes colgado.

Restriego mis ojos con la mano que tengo libre y presto atención de nuevo la pantalla. Tanto tiempo que hasta comienzo a plantearme la idea de que me he vuelto retrasada. Presiono el teclado y toco las letras de forma pausada para formar una respuesta.

<<Allí estaré. ¿Tengo que llevar algo?>>

Dejo el móvil sobre mi regazo y comienzo a estirarme. Una punzada en la cabeza y luego un ligero dolor en el cuello me hacen saber que dormí fatal, aunque eso es un hecho considerando que me he despertado en el piso. Hago una mueca de disgusto, y dolor, y trato de calmar el dolor del cuello haciendo movimientos leves y circulares. No funciona de a mucho, pero algo es algo.

El día anterior me quede bebiendo... Recuerdo que después de terminar de escuchar el mensaje de Greys salí en busca de la licorería más cercana y compre una botella del alcohol más fuerte que tenían. Los recuerdos son difusos luego de servirme la tercera tanda.

Lo bueno es que estaba segura de que no había hecho nada estúpido. Incluso bajo los efectos del alcohol sabía controlarme. Eso y que de seguro estaba tan ebria que no recordaba ni como me llamaba, pero da igual.

Me levanto del suelo y comienzo a caminar a paso lento hacía la cocina. Mi boca está seca, y ajuntado a eso comienzo a sentirme espantosamente mal, y no dudo de que sean síntomas de reseca. En cuanto tomo agua mi garganta se alivió, incluso me resulta maravillosa la sensación y vuelvo a repetir el proceso con otro vaso. Y exceptuando las punzadas en mi cabeza, descubro que me siento bien, al menos en lo que cabe de bien.

Vuelvo a la sala y miro mi alrededor, la botella está en una esquina y todas las cosas en la sala se encuentran dispersas. Las cosas de la mesa, los cojines del sofá, los papeles también esparcidos en el suelo, pero al menos lo demás estaba metido en la caja donde habían llegado.

Frunzo el ceño al notar que las punzadas se vuelven más insistentes, es cuando descubro que los parlantes se encuentran encendidos y una canción suena a un volumen un poco alto. Me acerco de inmediato para poder apagarlo.

"¿Segura que estás bien? Porque parece que estás muy, pero enserio muy desorientada".

Ignorando mi odiosa...

"Tú eres la odiosa aquí".

Como decía, ignorando mi odiosa voz interna, tomo el celular para revisar si ha llegado un nuevo mensaje.

Erick: ¿Voy a buscarte?

Ya con la mente más clara, era capaz de recordar a donde era que iba con el rubio de cara bonita.

<< ¿Dónde es la acampada?>>

No tarda demasiado en contestar.

Erick: En la mansión, el patio trasero es lo suficientemente bueno.

Destinada A Matar [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora