Destinada A Matar [Borrador]

Capítulo 26

"El verdadero plan"

Mido en mi cabeza las palabras para comenzar. Tengo tantas cosas en mente que no consigo formular nada coherente de buenas a primera, por eso busco aclararme para poder elegir el momento exacto en que comenzar a contarle todo y lograr hacerme entender. Separo los labios dispuesta a comenzar, pero me detengo al tener un nuevo pensamiento. Me encuentro buscando en una razón por la cual debería decirle la verdad, es que no tengo idea de porque le debería contar todo eso.

—Puedes confiar en mí—. Murmura como si pudiera leer mis pensamientos, aunque la verdad no me sorprendería. No que leyera mi cabeza, porque eso sería imposible, sino más bien que logre reconocer que no estoy del todo segura de revelarle todo. Me hace creer por un momento que las cosas no han cambiado, cuando la verdad es todo lo contrario.

Aprieto los labios y me encojo de hombros. Supongo que necesito sacarlo de mí, necesito dejarlo salir para poder tener un peso menos sobre mis hombros y, tal vez así, lograr pensar mejor. Además, por más lejos y sin importar el tiempo que haya estado lejos de él, de mí... primo, supongo que sigo confiando en él. O al menos lo sigue haciendo esa parte que sé quedo estancada mirando las estrellas desde el techo de mi vieja casa, mientras él estaba recostado a mi lado. Esa que si logro detener el tiempo para permanecer con quienes amaba, aunque fuera solo en recuerdos.

Quiero confiar en él. Quiero dejar de quedarme con todo esto dentro porque estoy a nada de desmoronarme por completo.

—Después de haber sido obligada a escapar por mi madre, me llevaron al otro lado del mundo, Alemania es un lindo lugar, te encantara si vas con nosotros.

— ¿No es obligación que vaya? —. Me interrumpe.

—Te dije que al irme quedarías libre, y ya me voy. No tienes que meterte más en este lio sino es lo que quieres—. Respondo y continúo antes de que diga algo más—. Desapareceremos de tu vida.

—Y yo no puedo decir nada al respecto, lo entiendo—. Su tono me dice que hay algo bajo aquellas palabras, pero me enfoco en continuar con la historia.

—No recuerdo mucho del viaje, tampoco del recorrido hasta la compañía, solo recuerdo que lo primero que hicieron fue llevarme con ella. Actuaba de manera muy distinta a la primera vez que nos encontramos y afirmaba constantemente que la decisión que había tomado era la mejor para todos. Que estaría mucho mejor bajo su cuidado—. Recuerdos vagos de la primera vez que estuve sentada en su horripilante oficina llegan a mi memoria, también llegan todos aquellos momentos llenos de duros entrenamientos y de ser obligada a hacer cosas que iban en contra de lo que mi padre me había inculcado—. Los próximos cinco años fueron una locura. Metida en entrenamientos físicos y pruebas psicológicas que me dejaban demasiado agotada. Durante todo este tiempo, me la pase entrenando, aprendiendo y descubriendo detalles que me hacían arrepentirme cada vez más de mi decisión, mientras que estaba al pendiente de la familia que había dejado atrás. Soy un poco masoquista y.... me estoy desviando.

Suspiro de forma pausada y comienzo apretujar mis dedos, nerviosa.

—Al pasar los cinco años, las esperanzas de que en algún momento pudiera escapar fueron disminuyendo. Lo que sí les coloco punto final fue el hecho de que Montiel me diera mi primera misión. Tenía 17 años recién cumplidos cuando me llamo a su oficina. Me dijo que tenía que ir en busca de alguien, sacarle información que nos llevaría a encontrar a un tipo muy malo apodado Blutmann y luego matarlo—. Me muerdo el labio—. Me negué en un principio, para mí era impensable cometer tal acción. Hasta ese momento nunca me habían ordenado hacer nada tan espantoso. Todavía no había entendido por completo la magnitud de las cosas, pero pronto descubrí que no tenía opciones. Siempre seria yo o ustedes, y como ya te dije; siempre he preferido sacrificarme yo siempre, aunque eso significara ir en contra de todo lo que había creído y todo lo que me habían enseñado.