Cap2

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Previamente:

Stella:Te llevaré a una casa, si no te gusta te llevaré al hotel, ¿ok?

___:mmm... bien —la verdad no la conocía y sé que fue peligroso aceptar, pero hey, la chica causa una buena impresión.

Continuación:

Ella condujo un buen rato, la verdad creo que exagero, tal vez fueron veinte minutos y llegamos a un vecindario con grandes y hermosas casas, separadas por grandes jardines; creo que Stella vio mi cara porque me hablo.

Stella:Es maravilloso, ¿verdad?

___:Sí... —suspiré.

Bajamos del auto en la mitad del vecindario, frente a una casa blanca, muy hermosa. Ella abrió la casa e hizo un ademán con la mano invitándome a pasar.

___:No puedo quedarme aquí —miré a Stella estando en el living.

Stella:Claro que sí, aquí no viene nadie, pero es acogedora, puedes quedarte aquí todo lo que quieras.

___:Stella, esto es demasiado para mí, yo soy más de cosas pequeñas...esto, yo no estoy al nivel de esta casa.

Stella:Ay por favor, ¡esta casa no esta a TÚ nivel! —remarcó el "tú"— además, estoy segura que a mis padres no les va molestar.

___:¿Es de tus padres la casa?, no definitivamente no puedo quedarme Stella.

Stella:Quedate, seremos buenas amigas ¿lo olvidas?, me quedaré contigo mientras te acomodas a la casa, mejor dicho hasta que te sientas cómoda.

___:Yo... —dudé un poco— esta bien...traeré mi equipaje —Stella celebró.

Cuando me instalé por fin en la habitación principal, decidí ponerme cómoda, la ropa que traía puesta estaba llena de sudor y tenía una manchas de sangre en la camisa por el golpe en la cabeza; me puse una blusa ligera de tiras color rosa y un short blanco, de calzado deje unas chanclas cómodas después de todo estaría dentro de la casa.

Stella:Llegué... —cargaba unas bolsas llenas de comida, y se veía atareada así que la ayude— Gracias... —descargó las bolsas en las isla de la cocina— oye pero que guapa te ves...

___:Solo me puse comoda Stella... —sonreí.

Stella:Como sea, te ves muy bien... —saco unas frutas de una de las bolsas— bueno, relájate, mientras tanto yo prepararé unos batidos.

___:Yo te ayudo —ella negó con las cabeza y literal me echó de la cocina.

Sin nada que hacer, abrí la puerta trasera de living (era de vidrio, de esas que se arrastran), y me senté en una de las bancas junto a la piscina; después de un rato llegó Stella con dos batidos color rosa, decorados por una sombrilla.

___:Muchas gracias —sonreí y tomé uno de los vasos.

Stella:No hay de que, amiga.

El batido estaba delicioso, Stella era buena cocinando, y aunque estaba cómoda con ella, algo no me cuadraba, sentía que la conocía.

___:Oye, Stella —ella alzó la mirada— ¿tus padres son millonarios verdad?

Stella:Bueno sí, tenemos varias propiedades, y dinero, pero nos gusta mantener un bajo perfil, sabes... los objetos y el dinero no lo llenan todo.

___:Tienes razón —tomé algo de batido con el pitillo— y, ¿qué edad tienes?

Stella:veinte y seis, ¿y tu?

___:Igual —sonreí.

Estábamos conversando mientras bebíamos el batido, pero algo nos interrumpió, una tercera presencia en la puerta que de la piscina da al living, lo primero que vi fueron sus zapatos, unos negros deportivos, seguí subiendo con la mirada, llevaba puestos unos pantalones negros, su torso estaba cubierto por una camiseta blanca y un blazer negro, vi su cuello, su mentón, sus preciosos labios rosa iluminados por los reflejos del agua de la piscina, su nariz proporcional, ojos azules y cabellos dorados...un momento, no era posible...ERA...

Tu y yo♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora