Cap4

1.1K 110 20
                                    

Previamente:

Dios, cuánto me costaba contenermé, ese hombre me enloquece desde la primera vez que lo vi en la tv y ahora así, como por arte de magia lo conozco y uf, dice que soy parte de su familia, que lastima que este casado, si fuera soltero, no me importaría su edad, solo trataría de conquistarlo.

Continuación:

Desperté al día siguiente con la ilusión de que todo hubiera sido un sueño...sueño que acabó cuando miré el reloj y eran las 7:30 am, ya estaba muy tarde, y era mi primer día de trabajo; me lance de la cama directo al baño, me duche, me puse el uniforme, empaque lo necesario en mi maleta y baje corriendo las escaleras.

Simon:Buenos días —dijo mientras remojaba la bolsita del té en agua caliente.

___:Buen día —la agitación se notaba en mi voz, mientras hacía torpes intentos de abrir la puerta.

Simon:Vas tarde, ¿quieres que te lleve?

___:No gracias, no se preocupe tomaré un taxi.

Simon:Ni hablar, esperame un segundo —noté de dónde había sacado Stella la hospitalidad, por cierto, ¿dónde estaba?

Salí de la casa y Simon me esperaba en el auto, tenía tanta prisa que sin pensarlo mucho me subí al auto y en el trayecto me di cuenta del error.

Simon:No te preocupes, llegaremos pronto.

___:Gracias Señor... —él me miró— gracias Simon, pero de verdad no quiero ser una molestia para usted, solo permitiré que me ayudé esta vez, no estaré de arrimada en su casa, prometo desaparecer en cuanto pueda —la verdad me cuesta hablar con él.

Simon:Tonterias...tu llegaste a darle vida a esa casa, puedes quedarte cuanto puedas —detuvo el auto frente a urgencias (mi sitio de trabajo)— nos vemos luego ___.

tu llegaste a darle vida a esa casa, puedes quedarte cuanto puedas —detuvo el auto frente a urgencias (mi sitio de trabajo)— nos vemos luego ___

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entré corriendo al hospital y me acerque a la recepción.

___:Soy la nueva —dijé.

Recepcionista:Llegas tarde —me miró como a un insecto— le avisaré al jefe —levantó el teléfono y dijo lo obvio.

¿?:¿Cómo es qué esta gente entra en un trabajo como este?, irresponsables, la vida de los demás está en nuestras manos y no es juego —Oí, a quien supuse era mi jefe demasiado molesto— la verdad... —enmudeció al verme.

___:Lo lamento... —dije con mi cara de preocupación.

¿?:Tu...¿tu eres la nueva?¿la jefe de enfermeras? —preguntó el hombre, era alto, tal vez 1.80, ojos color chocolate, al igual que su cabello liso, tal vez tenía treinta, era asiático, pero obvio con combinación americana, pues era muy alto.

___:Sí señor, prometo que no vuelve a pasar, mañana estaré aquí antes que todos.

¿?:Soy Kenai Taylor, ¿tu eres..?

___:___(T/A)___, espero me disculpe.

Kenai:Bueno, ___ a trabajar.

___: sí señor.

Me dispuse a eso, trabajar, y la verdad. el trabajo en la sala de urgencias era complicado, y más si como yo no habías desayunado, ya para el medio día moría de hambre, era horrible, estaba mareada.

Kenai:¿Está bien ___?

___:Sí jefe —puse la mano en mi estomago— solo que no desayune...pero estaré bien —él me examinó con la mirada.

Kenai:Acompáñame... —me indicó con la mano— O'Kelly, estás a cargo —dijo a un chico mientras caminábamos.

 —me indicó con la mano— O'Kelly, estás a cargo —dijo a un chico mientras caminábamos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El jefe me gastó el almuerzo y por supuesto el también pidió para él.

Kenai:Cuentame de ti...

___:Bueno, no sé qué decirle jefe, soy latina, y vine como muchos en busca de oportunidades...mmm —pensé— tuve un accidente al llegar y gracias a eso me hospedan en una mansión y bueno, me es difícil orientarse en esta nueva ciudad, así que hoy llegué tarde y usted se enojó.

Kenai:¿Te hospedaron en una mansión?

___:Sí, es una locura.

Kenai:Vaya que sí... y ¿quién te trajo?

___:El padre de la chica que me hospedo.

Kenai:¿No te da miedo estar con desconocidos?

___:No mucho la verdad, sé que debería ser más precavida, pero tengo razones para confiar en ellos —sonreí y de repente nos trajeron la comida.

Después de comer no hubo mucha charla, solo volvimos al trabajo, al largo trabajo de urgencias.

Tu y yo♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora